Abajo

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Al abrir la ventana, una fuerte brisa característica del invierno golpeó fuertemente mi cara.
Esto provocó que retrocediese levemente y que mi nariz se frunciese a la par que cerraba mis ojos con fuerza.
Respire hondo, me asome por la ventana, ocho pisos hasta el suelo, mi estómago se empequeñeció y provocó la típica sensación de cuando caes desde un punto muy alto en una atracción; pero esto no era una atracción, era una caída libre que me llevaría hasta la libertad, mi ansiada libertad.
Cerré mis ojos mientras sacaba una pierna por fuera de la ventana con suma delicadeza, cogí aire, saqué mi otra pierna, me agarré fuertemente al marco de mi ventana, gente mirando, solté  aire.

Me lancé al vacío

Lo sentía todo, el aire contra mi cara mis extremidades moviéndose libremente, la dificultad para respirar, y, finalmente, nada, paz, al fin la tan ansiada paz.

Historias de sucidiosWhere stories live. Discover now