V Luna llena

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La bella luz luna bañaba Konoha. Mientras en las calles, alegremente se podían mirar grupos de niños y adolescentes, pidiendo dulces puerta por puerta. Todos luciendo sus ingeniosos disfraces, que cada uno de ellos había confeccionado a su estilo.

Deidara y Naruto caminaban entre la horda de personas. Las calles de Konha estaban alegres, por la festividad de Halloween. 

-Al menos podríamos pedir algunos dulces, ¿No lo crees Naruto?-

-Si, ¿Por qué no? Vamos hermano mayor.-

Deidara tenia listas un par de bolsas, convenientemente, con unas calabazas estampadas en ellas y le paso una a su hermano menor. Y se acercaron a unas cuantas casas. 

Aquellos adolescentes  visiblemente destacaban de los pequeños niños. Las personas adultas los miraban con miradas de asombro, pero eso simplemente no les importaba a los rubios. Afortunadamente la gente amable les había dado dulces también a ellos.

-Bonito disfraz. ¡Aterrador!- Deidara se inclino a decirle aquello a un pequeño disfrazado de momia, lo que hizo sonreír al pequeño niño.

-Creo que con estos disfraces, la gente piensa que salimos de un Table Dance-

-¿Tú crees? Eso explica los piropos que me tiraban en la otra casa. Y debo admitir que el chico era lindo.-

Feliz, el rubio menor cargaba con su bolsa que apenas si se había llenado a un cuarto. No era como en su infancia pero estaba satisfecho.

-¡Toma!- Deidara le extendió su bolsa de dulces y vacío su contenido en la bolsa de menor. Para luego encender un cigarrillo. 

-¡Gracias Deidara!– Se emociono. 



Luego de alejarse escasamente del pueblo, y recorrer un corto sendero en dirección al lago, los primeros en llegar fueron los rubios. Tan pronto localizaron la casa, llamaron a la puerta y fueron recibidos por el menor de los pelirrojos.


-¡Gaara!. Cuanto tiempo. ¿Dónde está tu hermano?- Deidara revolvió el pelo rojo.

-En un monumento bajara.- Dijo fríamente Gaara.

-¿Recuerdas a Naruto, verdad?-

-¡Hola!- Dijo Naruto.

-Claro que si. Hola Naruto, Bienvenido- Aunque su voz no tenía sentimiento, aquel chico era muy educado.

-¡Me gusta mucho tú disfraz Gaara!- El rubio menor lo examinaba de pies a cabeza.


Gaara al igual que su hermano Sasori, llevaba un disfraz que consistía en una playera de maya, que dejaba ver su pecho, una larga capa negra que lo cubría desde la cabeza hasta los pies, la cual tenía alas de murciélago en cada lado de la capucha de la cabeza, unas uñas pintadas de negro, al igual que sus labios. No fue necesario pintar las cuencas de sus ojos, por sus ojeras naturales, y lo que más llamaba la atención era un collar negro en su cuello del cual colgaban una par de cadenas sobre su pecho y unos grilletes en cada mano del cual también colgaban cadenas reales. 


-Deidara, llegaste- Sasori se acercó hasta el mencionado, para compartir un cálido beso de bienvenida con su novio.

-Me encanta tú disfraz. Les quedo geniaL, tanto a Gaara y a ti- Pronuncio tan pronto termino el beso.

-El tuyo también me gusta, es muy, muy- Fingió meditar –Provocativo, ¿Intentan provocar a alguien esta noche?- Se cuestionó Sasori.

-Yo no tnego por que hacerlo. Pero Naru, no lo sé. Quizá esta noche se divierta más de lo que pensaba.- Se burló –Tal vez puedas darle una mano Gaara-

-¡Deidara!- Dijo irritado.

-¡Tan pronto están peleando!- Una voz varonil que todos conocían pronuncio desde la oscuridad del callejón.

-¡Itachi!- Grito Deidara, sin dejar de abrazar a Sasori, sonriendo.


Los Uchihas finalmente llegaban. Primero apareció Itiachi, seguido de Sasuke y alguien más, quien no sabía cómo encajar en esta bienvenida.

-Deidara. ¿Cómo has estado?- Saludo al rubio de mano y beso.

-¡Sasori, amigo!- Fue todo lo que dijo saludándolo solamente de mano.

-¡Itachi!- Dijo receloso y visiblemente molesto. Sasori no soportaba a Itacchi, pues sabía muy bien cómo había sido su aventura con Deidara, él había sido quien le quito la virginidad a Deidara. Prácticamente le había arrebatado ese privilegio. Y ahora se aprecia en su casa como si nada.

-¡Chicos!- Se refría a los menores. Estos respondieron saludándolo.

Sasuke simplemente no dijo nada y se mantuvo apartado de la conversación, como si esta simplemente no existiera. Los Uchihas vestían un disfraz de vampiros con su clásica capa roja por dentro y sus uñas de rojo y un sombrero que adornaba sus cabezas.


-¡Hola!- Interrumpió la tercera persona que acompañaba a los Uchihas.

Saludo a todos y cada uno de ellos. Pero cuando él y Deidera se toparon frente a frente para el saludo, la cosa se puso aún más tensa.

-¿Cómo estas, como te ha tratado Itachi?- Bromeo, pues sabía perfectamente bien que estaba frente a la actual parea de Itiachi.

-¡Excelente! Tratamos de sobrevivir.-

-¡Me da gusto1- Deidara estrecho manos nuevamente, y le dio un largo abrazo. –Les deseo muchas suerte a los dos- Susurro al odio del otro. Aquello lo decía 

-Gracias- Contesto este con el mismo hermetismo que Deidara lo había hecho.

-Bien, bien.- Se interpuso Sasori. –Pasemos a la fiesta ya ha llegado algo de gente.-


Todos entraron en una fila ordenada. La casa estaba totalmente transformada. No parecía una casa hogareña, más bien parecía un bar antiguo. La decoración era fenomenal. Telarañas colgaban del techo, manteles negros por todos lados retocaban todos los muebles. Grandes globos de color naranja y negro colgaban del techo.

Figuras de calabazas talladas a mano con sus clásicas sonrisas estaban por doquier. Las imitaciones echas de papel repartidas por todo el lugar que simulaban ser grises y sombrías tumbas. Una enorme araña, quienes parecían descender por las escaleras principales, cualquiera que le temiera a las arañas no podría acceder a las habitaciones en la planta superior de la casa. Y quizá lo mejor, la iluminación típica de la casa había sido remplazada por una bola de espejos con luces de discoteca y la luz amarilla de unas cuantas velas y los pequeños focos de los candiles, era todo lo que le daba una penumbra bastante buena a la fiesta.


-Mira eso, Deidara- Él rubio señalo. –¡Es genial!-


Corrió hasta la amplia sala de la casa. En donde justo en el centro se ubicaba una enorme mesa de botanas y bebidas, con todo lo que se pudiera querer para una noche de estas. Una enorme fuente de ponche con sus cucharones en el centro de esta, en la que flotaban ojos falsos. Al lado de esa un pastel de color anaranjado con gatos negros dibujados en el. Una enorme canasta llena de todo tipo de dulces. Manzanas bañadas en caramelo rojo, calabazas pequeñas de caramelo, pequeñas cajas sorpresas, pastelillos con betún naranja, morado y negros, platos, vasos utensilios de plásticos de colores. Y lo que más llamo la atención, una plancha con salchichas envueltas en tocino, a las cuales se les habían echo un corte en un extremo para similar ser dedos.


-¡Excelente!- Sasuke tomo un ojo de gomita y lo mastico, con sus ojos cerrados.

-¡Sasori, te amo!- Exclamo el rubio mayor al ver que dentro del repertorio de licores se encontraban los Martini que tanto le gustaban a Deidara.

-¡Por ti haría lo que sea!- Lo tomo de la cintura para darle un beso.

-¡Que empiece la fiesta!- Grito Itachi Y, así dio comienzo con lo que esperaban sería una gran noche. 

Noche de Hallowen (KibaNaru y +)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora