Clarece

Volvieron las claces

Salí de mis fantasías cuando escuché pasos, parecía que ya empezaba a llegar gente, salí del pequeño lugar melancólico, intenté que nadie se diera cuenta que estaba saliendo de allí pero como siempre mi mala suerte ganó.

-¿Qué hacías ahí dentro?, ah pero si eres la chica del parque.

-Ya te había dicho que no tengo la obligación de responder tus preguntas- mi voz sonó como debía, sonreí para mí misma.

-¿Siempre eres así? Solo intento ser amable- sonrío amable y cálidamente, esa sonrisa era tan amable que hizo que mi enojo se fuera así fácilmente, puede hacer sonreír a cualquiera pero no a mí.

-Está bien-suspiré- solo estaba sentada ahí por que llegué muy temprano así podía pasar el tiempo- lo dije entre dientes, no me gustaba darle explicaciones a alguien que no conozco, pero pensándolo bien ¿Por qué lo hice? Esa sonrisa que no había visto en mi vida ya que casi nunca nadie sonríe estando a mi lado, esa sonrisa me dejó aturdida. Tal vez ya había visto sonrisas pero esta es diferente.

-Entiendo- Parecía pensativo pero no me quedaría a averiguar lo que pensaba.

-Bueno me voy-

-¿A dónde vas?- ya me estaba hartando que me preguntara todo lo que fuera a hacer.

-Pues ¿a dónde más? Ya van a dar los grupos que nos tocan a cada uno- me di la vuelta para dar por terminada la conversación.

-Espera iré contigo- se puso a mi lado, bueno creo que me haga compañía no es tan malo- Espera, todavía no sé tu nombre… Mi nombre es  Jasón.

-Soy Clarece- Lo dije sin interés.

-Buen nombre- volvió a sonreír.

-¿Por qué sonríes?, solo te dije mi nombre-

-Sólo intento sacarte una sonrisa, cuando te vi en ese parque llorando, creo que desde ese momento quise sacarte al menos una sonrisa- ¿Qué intentaba decirme?, ¿Qué se suponía que era lo que debía responder?, saqué las palabras no importa si eran las equivocadas ya que después de todo solo era un desconocido.

-Bueno…-pensé-solo me gusta sonreír cuando estoy feliz y la verdad este es el día menos indicado para decirse que estoy feliz-creo que quise que sonara lo menos brusco que se podía, pero ¿Qué fin tenía que hiciera eso? Nunca me había preocupado por no ser brusca con alguien, ¿tenía eso algo de malo?

-Y ¿Por qué el día menos indicado?- a este chico le está gustando meterse en lo que no le incumbe.

-Pues, por que volvieron las clases, claro- respondí como si fuera lo más obvio del mundo.

Llegamos al gimnasio del instituto donde daban el grupo de cada uno, me senté en uno de los escalones de los cuales quedaban al frente de la tarima donde llamaban a los chicos para que se fueran con sus respectivos profesores, Jasón se sentó a mi lado, no parecía importarle en absoluto que lo vieran conmigo, ¿Qué pretendía? Yo solo era una desconocida que se encontró en un parque llorando, -“tal vez es por lastima”- Pensé, bueno ¿y eso que importa? Es solo un desconocido que pronto se aburrirá de molestarme.

-¡Oye clarece!- lo dijo como si me estuviera despertando.

-¿Qué?

-Acaban de decir tu nombre, debes ir con la maestra- ¿Cómo no lo escuché? Estaba metida en mis pensamientos.

-¿Cómo sabes que esa Clarece soy yo?- Pregunté extrañada

-No lo sé, es la primera Clarece que han mencionado- sonrío un poco avergonzado.

-“Ultima llamada para la señorita Clarece Thompson Pierce, venga con la profesora Ana María por favor”- dijo la profesora ya un poco impaciente ¿Cuántas veces ya me habrá llamado?

-¿Son tus apellidos?- dijo viendo si ya me había salido de mis sueños.

-Sí los son, bueno me voy- la despedida dejó entrar algo a mi garganta ¿tenía tristeza por no volver a ver a ese chico, a su sonrisa?... ¿Pero qué estupideces estoy pensando?, si lo acabo de conocer.

-Hasta que por fin señorita Thompson-dijo la maestra cuando entré a la fila de las chicas. Llamaron a varias personas más pero ninguna era Jasón-“Parece que al final ya ese chico Jasón si va a dejar de molestarme”- pensé sin ninguna expresión en mi rostro.

Empezaron a caminar hacía el salón que se nos solicitaba, mientras caminábamos miré hacía la dirección de Jasón el cual estaba charlando con otro chico, el noto mi mirada y la correspondió, me sonrío mientras caminaba a paso lento a la salida del gimnasio, hice cara de estar harta para que el la viera, volvió a reírse ya que había entendido el porqué de mi cara, él  sabía que ya estaba cansada de que sonriera sin razón alguna, pero su sonrisa era cálida y amable. -“No debo pensar en eso, lo mejor fue que no estuviera en mí mismo grupo, igual no me importa”- me dije a mí misma.

Pasaron las primeras clases y llegó el receso, no sabía que hacer no había hablado con nadie, así que fui al lugar en donde sabía que iba a ser mi lugar favorito de todo el instituto y en donde seguro pasaría todos mis recesos, entré en el lugar donde no había mucha luz y tenía muy buena sombra y eso para mí era perfecto ya que no me gustaba mucho los rayos del sol. Veía pasar gente por un lado pero parecía que ninguno me veía, cada vez me gustaba más el lugar, pero empecé a sentir un vacío en mi pecho era como el que sentía cuando estaba en la que se suponía era mi casa bueno eso era pero ya no lo sentía así, se parecía a ese vacío pero ahora parecía más profundo, “¿no será porque había estado ese pequeño tiempo con ese chico?, tal vez por un momento había olvidado lo que era la soledad gracias a él, pero cuando la volví a probar momentos después me volvió a doler pero más”- tenía los ojos cerrados mientras pensaba en aquello que podía o no ser verdad cuando escuché una voz que ya conocía y que parecía que ya nunca más se borraría de mi mente que era insoportable al comienzo pero luego se hizo normal escucharla.

-Sabía que estarías aquí- dijo con un poco de emoción en la voz, cuando abrí los ojos ahí estaba Jasón a escasos centímetros de mi cara, algo muy raro empezó a pasarme, mi corazón empezó a latir muy rápido ¿Qué era esto?, parecía que quería salir de ahí dentro así que puse mis manos a mi pecho para no dejarlo salir, mis manos empezaron a temblar, -“¿Qué le pasa a mi mejillas? Me arden”- pensé.

-¿Qué pasa? ¿Tienes fiebre? Estás roja y estas sudando- dijo preocupado ¿Por qué se preocupa? Tonto…

-No-no lo sé-tartamudeé- me siento rara, mejor aléjate un poco- cuando escuchó eso hizo un gesto de como si hubiera entendido y miró hacia abajo avergonzado, ¿Qué habrá pensado?