Tristezas entrelazadas

23 1 0
                                    

-¿Qué haces aquí?-Pregunté mientras la cabeza me daba vueltas, su cercanía me había dejado aturdida. Se había sentado un poco más lejos que antes, “Al menos me deja respirar” bufé para mí misma, pero “¿Qué fue lo que pasó hace unos segundos? Bueno para mejorar la pregunta ¿Qué me pasó hace unos segundos?” me pregunté para mí misma pero era obvio que si yo formulaba la pregunta yo no podría responder. Mis manos todavía temblaban, pero mi corazón volvió a ir a su ritmo normal.

-Pues sabía que te encontrarías aquí, así que vine- me respondió, pero él sabía que esa no era la respuesta que quería.

-Eso no fue lo que pregunté, no pregunté cómo me encontraste, te pregunté por qué estás aquí- dije para que entendiera mi punto.

-Esa es la respuesta correcta, vine porque sabía que estarías aquí- dijo sin dudar de sus palabras.

-Pero, ¿para que querías verme?, eso es lo que trato de decir, de verdad que eres despistado-estaba esperando a su enfado pero lo único que salió de sus labios fue una risotada, “¿le pareció gracioso mi insulto? Este chico está loco” pensé con una cara de confusión.

-Ya lo sabía solo quería molestar- me guiñó el ojo con carisma, y mi corazón volvía a ir más rápido solo que no tanto como antes-Bueno ahora sí te responderé como es debido, te quería decir que es una verdadera desgracia que no nos hayan asignado el mismo grupo- dijo sonriente, “¿Por qué le parecía una desgracia eso?, apenas nos conocíamos de esta mañana y estoy segura que él puede tener más amigos en el grupo en que está ahora y si lo hubieran asignado en mí mismo grupo era muy probable que tan solo se aburriera ¿Por qué me diría tal cosa?”. No quería preguntarle aquello que ya pensaba ya que quería seguir teniendo esa coraza de indiferencia, quería resguardarme ¿para qué mostrar sentimientos verdaderos si nadie los sabe cuidar?

-Para mí no es una desgracia si estás o no en mi grupo, sería lo mismo- eso definitivamente sonó bastante brusco, pero así tal vez lograba que se alejara de mí.

-Oye, ¿te sentirías menos sola si yo estuviera en tu grupo?- sus gestos cambiaron de chico totalmente alegre a unos serio, era la primera vez que lo veía serio, el tan solo estaba mirándome a los ojos esperando mi respuesta. “¿de qué estaba hablando? ¿Qué no le había dicho ya que no era una desgracia aquello?” pensé todavía en shock, “¿Cómo sabía que me sentía sola? Si todo el tiempo mostré mi coraza, me aseguré que todos mis sentimientos estuvieran bien adentro y no mostrar mi debilidad o más bien mis debilidades, ¿tal vez era porque me vio llorando? No… todas las personas lloran hasta las más fuertes” llenaba mi cabeza de preguntas sin respuestas. Me acomodé en el pequeño lugar en donde sostenía mis piernas.

-¿Por qué dices que me siento sola? No digas tonterías sin sentido-dije tratando de sonar lo más real posible.

-No digo tonterías, digo eso no solo porque te vi llorando sino que también porque lo veo en tus ojos, tristeza, soledad, deja de fingir que eres fuerte, deja de estar resguardada y deja de sufrir sola, sé que es muy pronto para decir eso ya que nos conocimos hoy en la mañana pero igual me preocupas, aunque no sepa la razón de tu sufrimiento, tal vez pueda curarte de ello, por eso te pregunto ¿te sentirías menos sola si estuviera en tu grupo?-esas palabras me sorprendieron hasta el punto de tener los ojos dilatados por abrirlos tanto, mi corazón volvió a desbocarse, “podría ser que él me podía entender si se lo contaba, ¿si por fin abría mi corazón el entendería” me preguntaba-Cuando lloras sola el dolor aumenta- repitió lo mismo que cuando nos conocimos.

-Si tal vez si me sienta menos sola si estuvieras en mi grupo-esas palabras fue difícil que salieran de mis labios, pero era cierto, me sentía mejor cuando él estaba ya no lo puedo negar.

-Entonces decidido, para mañana estaré en tu grupo-y así volvió su sonrisa la que hacía que pareciera que todo iba a mejorar. Se levantó y estaba por irse pero lo detuve con una pregunta.

-¿Por qué haces todo esto?- lo dije con la frente pegada a las rodillas.

-¿Por qué?-pensó-por qué me recuerdas a mi yo de antes, al que perdió a su madre cuando estaba en primaria tan solo-mis ojos volvieron a tratar de salirse de sus cuencas por la sorpresa, “yo jamás hubiera sido capaz de decirlo así” me dije a mi misma, lo volví a ver tenía una pequeña sonrisa de amargura, ¿confiaba tanto en mí o era que le daba igual? Que lo decía con tanta naturalidad-Eso fue lo peor que jamás me hubiera pasado, yo estaba en cuarto cuando la vi acostada en la cama tan tranquila y sin moverse en absoluto, traté de despertarla para darle los buenos días con un beso, pero ella no se movía no se despertaba, vi un tarrito con pastillas en la mesa de noche, llamé a mi papá, él llegó y también trató de despertarla, tocó su cuello y vi cómo se desplomó en el suelo con un llanto de dolor y así fue como me di cuenta que estaba muerta. Cuando los hombres se la llevaron en aquella camilla con la cabeza tapada escuché como otro hombre que sin duda era doctor le dijo a mi padre que ella se había quitado la vida, me pregunté ¿Por qué hizo eso? ¿Ya no me quería? Mi padre estaba tan desconsolado que por unos días no me dirigía la palabra, cuando iba a la escuela me sentaba en la silla más alejada de todos y cuando era el receso lloraba en silencio alejado de todos, terminando el receso me quitaba las lágrimas de la cara. Cuando mi padre por fin me habló me dijo-“Hijo, aunque tu mamá se haya ido no quiere decir que debas arrojar todo lo que ella creo en ti a la basura, nunca debes llorar solo, ten la fuerza para seguir adelante que no estás solo hazlo por tú madre, por ti”, esas palabras me sirvieron de muchísimo, por eso quiero ayudarte porque tienes la misma mirada que yo tenía cuando estaba desconsolado por la muerte de mi madre- el sufrió la muerte de su madre como yo la muerte de mis padres, pero cuando él sonríe no veo dolor en sus ojos, el siguió  adelante a pesar del sufrimiento de la soledad, -“¿Cómo puede ser tan fuerte?”- me pregunté, fue capaz de contarme algo tan terrible y doloroso ahora veo que me equivoqué el sí podría entender mi dolor, pero todavía no estoy lista para salir por completo de la coraza aunque el me haya contado esto todavía siento…miedo. De ser aún más débil y que vuelva a sentir el dolor igual que antes aunque tal vez peor.

-Todavía no estoy lista para decirte, porque mi sufrimiento, pero tal vez algún día te lo cuente- dije con el pecho un poco adolorido de tantas sorpresas que me había llevado hoy.

-No necesito que me lo digas, solo quiero que no sientas soledad sé lo que se siente eso y no quiero que otra persona lo viva.

Por ahora creo que estaré a su lado -“claro como amiga”- me dije a mi misma nerviosa, puede ser la única persona que me pueda entender, pero, ¿enserio mis ojos reflejan tanta tristeza y soledad? O ¿es el único que lo entiende y lo ve? Porque alguna vez lo sufrió y tal vez ahora sufra pero muy adentro ya que no lo noto.

Y así fue como la coraza se iba rompiendo poco a poco dejando mis sentimientos a merced de Jasón.

ClareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora