Me levanté de la cama, cada vez que parpadeaba me ardían los ojos, la noche anterior había llorado demasiado ¿por qué? ¿Por qué debía recordar cada noche ese fatídico día de mi vida?, quería que mi mente tuviera un botón de borrar al cual cuando lo toques olvides los recuerdos más dolorosos pero está es la realidad y eso aquí no existe, debo vivir con ello. Quiero dejar el pasado atrás pero por más que lo intente siguen llegando los recuerdos. Ya no era una niña como para estar llorando siempre por el pasado-“Pero son mis padres”- replicó mi mente con un poco de razón.
-Ya déjate de esto, ya no quiero sufrir más-dije en voz alta para mí, me apresuré a darme una ducha alistarme y comí rápido el cereal, parecía que esa casa se iba a llevar mis últimas esperanzas para vivir, dejándome hueca y sin fuerzas para seguir ya que solo traía recuerdos.
Iba arrastrando los pies mientras caminaba, miraba al piso y trataba de no pensar en nada, mientras estaba concentrada en el piso golpeé mi cabeza contra algo o contra alguien, fui a parar al piso miré hacia adelante mientras sobaba mi cabeza tratando de quitar el dolor y vi a una chica levantándose del piso, sosteniendo sus manos en puños.
-¡Serás torpe! ¿Qué no ves hacía donde caminas? Estúpida-dijo ya de pie con una mano en la cintura y ojos que querían fulminarme, esa chica era muy bonita y llevaba mí mismo uniforme solo que a ella se le veían unas hermosas curvas, su cabello era liso con ondas en las puntas de un lindo color avellana igual que sus ojos. Sin ver su forma de actuar parecía muy tierna podía engañar fácil con esa cara de ángel, pero ahora que tenía fruncido el ceño se veía arrogante.
-Disculpa-dije entre dientes, no merecía mi disculpa después de haberme hablado de esa forma, pero no quería discutir, así que me levanté y caminé pasando por su lado, seguí caminando ignorando completamente la mirada a mis espaldas.
No quería entrar a la clase, pero sentía una obligación grande hacía mi tía así que entré, no habían casi alumnos parecía estar temprano todavía. Así que me senté en unos de los escritorio, el último de la esquina…era normal desde cuarto de primaria siempre había sido como una marginada nunca hablaba excepto para responder las preguntas del profesor. Tal vez debería poner de mi parte y tratar de hacer amigos, pero es difícil ya que desde “el incidente” no soy capaz de ser una chica social. Pasé el rato garabateando en mi cuaderno y al poco rato empezaron a llegar más estudiantes, todos llegaban en grupos de personas y reían mientras se sentaban en escritorios cercanos. El profesor empezó a decir nombres, dijeron el mío y subí un poco la mano, bajé la cabeza para alejar las miradas, ¿Por qué siempre me miraban cuando me presentaba o hablaba? Parece con si enserio fuera un “bicho raro”.
Estaba viendo el escritorio, pensando y escuché.
-Permiso-dio unos cuantos pasos hacía el escritorio del profesor-Me han cambiado a este grupo profesor, aquí está la nota del director-el profesor tomó la nota, la leyó y escribió unas cuantas cosas en su gran portafolio, se levantó y dijo.
-Les presento a su nuevo compañero de clase, por favor preséntate a tus nuevos compañeros-Dio un paso adelante.
-Me llamo Jasón y espero ser de su agrado-dio una gran sonrisa como la que acostumbró a darme a mi ayer. Creo que a las chicas les agradó ya que vi algunos rostros de varias chicas y ellas correspondieron a la sonrisa de Jasón con otra.
-Te puedes sentar ahí Jasón-dijo el profesor señalando el puesto vacío al lado del mío, era de esperarse que nadie se sentara a mi lado, pero, ¿Por qué tenía que ser exactamente el día que el vendría?, no debería estar quejándome yo fui la que le dijo que me sentiría menos sola que se cambiara de grupo, pero yo sabía que solo me dejé llevar por mis sentimientos mi subconsciente pensó que se sentiría mejor con el ahí. Estaba peleando conmigo misma cuando escuché a mi lado.
-Cumplí con lo prometido-dijo firme ya sentado en su nuevo lugar por lo mucho que quedaba del año.
-Creo que sí- dije con una sonrisa incomoda, no una sonrisa en sí, pero si estiré los labios sin mostrar los dientes.
-Te vez tenebrosa sonriendo así-se le salió una carcajada.
Varias personas volvieron avernos con curiosidad, yo los esquivé viendo para la ventada de al lado. El resto de la clase pasó llenas de preguntas de Jasón con la excusa de que quería saber más sobre mí, cosas como que comida me gustaba o cual era mi color favorito todo lo mandaba en notas para que el profesor no nos oyera. Noté que solo hablaba o más bien escribía sobre temas infantiles nada serio.
Nunca me había sentido tan normal hablando con un compañero de clase, era bastante entretenido estar con una persona con su forma de pensar y de ser, tan positivo y alegre, parecía como si nunca le hubiera pasado nada malo, no pusimos atención gracias a las preguntas de Jasón, empecé a sentir el ambiente extraño veía a todas las personas de al frente de nuestros escritorios todas susurraban en el oído y reían bajito algunos si ponían atención al profesor pero la mayoría a los que veía estaban haciendo eso, una que otra vez volteaban para atrás-¿estarán mal interpretando las sonrisas que me daba Jasón?
Jasón empezó a hablar y no mandar papeles, parecía que no notaba el ambiente a nuestro alrededor. Así que intenté evadir sus preguntas.
-¿Qué fruta te gusta?-preguntó Jasón sosteniendo su cara con una mano y mirándome atento.
-Ya no más preguntas-dije con un susurro lo bastante audible para Jasón.
-¿Por qué?-preguntó susurrando con voz de niño.
-Todas mis respuestas son aburridas-dije mintiendo (aunque una parte era cierta) ya que la única razón era por los susurros y miradas a nuestro alrededor.
-No lo son, y además ¿Qué si lo son?, solo intento saber más sobre ti- río pacíficamente, ¿era tan ingenuo que no notaba el ambiente?
-Debemos poner atención, dejemos las preguntas para después-traté de callarlo de la mejor forma, no quería más ese extraño ambiente.
-Está bien-se acomodó en su lugar y miró para el frente.
Pasó el día y Jasón no se separó de mí ni un momento, por primera vez sentía que no estaba cansada del colegio, parece que estar acompañada lo cambia todo.
-Oye, Clarece, ¿nos vamos juntos?-preguntó Jasón, yo estaba guardando mis cosas cuando lo escuché.
-Pero no creo que vivamos cerca- dije tomando mi bolsa.
-Claro que sí, vivo cerca de aquel parque por donde te vi la primera vez-dijo mirando abajo, creo que recordó que me vio llorar.
-Jumm está bien-dije sin ganas, creo que esto solo será por hoy, pronto seré una carga y ya ni hablaremos.
Íbamos caminando hacía la salida y dos chicas se nos acercaron. Buena suerte la mía era la chica con la que había tropezado esta mañana y otra la cual no había visto antes, se pararon al frente de nosotros y antes de hablar la chica de antes me miró con desprecio curveando el labio hacía abajo.
-Hola, Jasón, ¿no te quieres ir conmigo?- preguntó con una voz aterciopelada.
-Lo siento Sara, pero ya le he prometido a Clarece que me iría con ella, y además está tu amiga ya no te irás sola- noté un poco de burla en lo que dijo, ¿es así? Se llama Sara.
-Pero eres mi novio, es tu deber como novio llevarme a casa a salvo y además mi amiga no vive por mi casa- dijo haciendo ojos de niña regañada. Quedé sorprendida, ¿eran novios, Jasón tenía novia? , ¿Cómo no llegué al menos a sospecharlo era un chico? agradable hasta para mí, ¿Cómo no lo sospeché?, seguía preguntándome como fui tan poco pensante.
-Ya lo sé no lo tienes que decir cada vez que te conviene, ya te lo dije, iré con ella-respondió con tono firme.
-Tranquilo, puedo irme sola- dije mientras trataba de quitar mi cara de sorpresa.
-Pero te lo he prometido a ti antes, yo…-
-Está bien, siempre me he ido sola- lo interrumpí y les di una sonrisa un poco falsa y empecé a caminar.
-Clarece…- pero que necio que es Jasón.
-Está bien, te repito, es tú novia debes ir con ella- dije dándoles la espalda y de nuevo empecé a caminar, dando por terminada la conversación.

ESTÁS LEYENDO
Clarece
Teen FictionClarece es la historia de una chica que siempre se ha sentido sola, gracias a la ausencia de sus padres, y que inesperadamente llega a su vida Jasón, el cual la hará tener sentimientos que nunca ha tenido,