Capítulo 1:Nuevo comienzo

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Hola.

Me llamo Jano, soy de Buenos Aires (Argentina).

Vivo en una casa, mediana, con mis dos hermanas y mi madre.

La zona, es una zona urbana, comercial, lindo barrio al decir verdad.

Siempre viví en esa casa. Me encanta el barrio, hay todo tipo de negocios cerca, la escuela la tengo a tan sólo siete cuadras, la iglesia a sólo unos metros (sí, voy a la iglesia, una iglesia evangélica, y muy hermosa), nada para quejarme... O sí.

Mis familiares viven la mayoría en capital federal, muy lejos de mi y eso no me agrada en lo más mínimo.

Soy un chico mediano, mido 1,60 aproximadamente, cabello castaño oscuro, ojos marrones oscuros, delgado y peso 50Kg.

Siempre fuí muy inquieto, celoso, sensible, muy alegre o muy serio, según el lugar o la persona, algo molesto, de mucho carácter, o como quienes dicen "de pisada fuerte", nunca tuve muchos amigos, la verdad es que, para que yo considere a alguien mi amig@, esa persona debe "ganárselo".

Siempre me llevé mucho mejor con las mujeres y adultos, supongo que es porque soy el más chico entre mis familiares y además, como mencioné antes, vivo con tres mujeres, y las comprendo mejor.

Les contaré cómo viví mi último amor adolescente:

El año pasado, en Marzo del 2016

En unos días ya empezarían las clases, iría a tercero de secundaria o a "noveno", para ese entonces tenía 14 años, la verdad es que estaba ansioso, siempre fui a la misma escuela desde jardín de infantes, y siempre en el turno mañana, pero ese año empezaría en el turno tarde, sería un gran cambio para mi, una oportunidad para un nuevo comienzo.

Aprovecharía para empezar de cero y hacer las cosas bien.

Había decidido cambiarme de turno porque le había hecho una promesa a una persona, la cual ya no nos hablamos en ese momento, pero lo había prometido y debía cumplirlo.

No me considero un mal alumno, siempre logré pasar de año sin tantas dificultades, era vago, es verdad, pero hacía todo a último momento para safar y así siempre me ha funcionado.

Sin embargo, ese año haría bien las cosas y sería un muy buen alumno, me lo había prometido a mi mismo.

Como dije, faltaban sólo unos días para que empiecen las clases, a mi me gustaba ir a la escuela, es el mundo de cada adolescente prácticamente... Me gustaba si, siempre me divertía mucho y además me gustaba aprender y saber mucho.

Todo el tiempo que había estado de vacaciones, me había cansado un poco, yo no podía estar tanto tiempo aburrido, extrañaba mucho a mis amigos, eran chicos muy inteligentes y divertidos, con ellos siempre se podía hablar de cualquier temática, hablábamos de la escuela, de la música, del arte, de deportes, cultura general, situaciones que habíamos vivido, hacíamos chistes... Yo los quería mucho pero ya no los veía.

Mi mejor amigo se llamaba Bruno, menor que yo por meses, lo consideraba así porque es con quien tenía más confianza. Lo había conocido el año pasado, cuando empezábamos a ser compañeros. Me parecía un chico exelente, había podido notar que sus calificaciones siempre habían sido buenas, tenía una gran capacidad de organizarse, y yo creía que le debía mucho a él.

Me había sentado con Bruno una gran parte del año pasado y había podido aprender mucho de él, ya sabía estudiar mucho mejor y organizarme más, lo había tomado como un ejemplo y me había servido mucho.

Además, compartíamos una misma fé y creencia, teníamos muchísimo en común, con él nunca me aburría, siempre teníamos algo que contarnos, y lo mejor de todo, pensábamos prácticamente de la misma forma.

Y no me puedo olvidar de mencionar a Ámbar, ella era una chica un año menor que yo, espléndida en todo sentido, había sido mi mejor amiga por mucho tiempo, ¡la extrañaba tanto! Ya casi no hablabamos, y ella tenía sus motivos para no hacerlo, ya que yo no había sido muy justo con ella. La había conocido en la iglesia hace dos años aproximadamente, y me había enamorado de ella, pero de igual forma eso no había importado nunca en nuestra relación, pero yo no quería sentir eso por ella, por eso había intentado alejarme, alejarme de ella para poder olvidarla, y en mis intentos la había lastimado mucho, y estaba arrepentido de ello, ya había pasado un año de que no hablábamos, y aún así, seguía estando en esa estapa de "superación", todavía sentía cosas por ella, no era tanto como antes, pero sí.

Creo que aún sentía algo por ella porque así lo quería yo, me gustaba, me sentía bien así y creo que era una forma de protegerme en contra del amor, es decir, mientras siguieran mis sentimientos hacia ella, no me enamoraría de otra persona y así no sufriría, era raro lo mío y lo sabía pero así era yo.

Esperaba que algún día pudiéramos volver a hablar y ser amigos como antes, la extrañaba demasiado y ¡era una persona maravillosa! Ámbar había sido muy importante siempre, me había ayudado muchísimo en todo, me había enseñado ¡tantas cosas! Estaba y estoy súper agradecido con ella, con ella había aprendido a ser paciente, a moldear mi carácter, me había ayudado a superar todos mis problemas, siempre fue más que una amiga, para mí siempre había sido una compañera, y una compañera no se compara con una amiga, una compañera no te quiere, una compañera no está de vez en cuando, una compañera te ama, está siempre, a pesar de todo nunca se rinde, no deja que te rindas y ayuda en lo que puede, siempre.

Había sido tan feliz con ella que nunca había sentido la necesidad de "hacer" amigos, con ella me bastaba, lo tenía todo, no necesitaba a nadie más, y cuando la perdí, me sentí muy vacío, demasiado diría yo, me dí cuenta tarde de toda la riqueza que tenía, esperaba que algún día me perdone... Yo la amaba, en el buen sentido, y la admiraba mucho.

Sólo esperaba que sea un buen año de escolaridad, que me valla bien en todo sentido, y que pudiera superarme más y mejorar moralmente.

Ese cambio sería muy interesante, conocería a muchas personas y esperaba poder tener nuevas amistades que valgan la pena.

La escuela allá me esperaba!!




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Agradecimientos especiales a Bruno y Ámbar, sin ellos no sé qué sería de mí, aunque uno elige cómo ser y qué caminos elegir, ellos han colaborado mucho con su apoyo continuo, han sido de gran soporte para mí, por eso decidí nombrarlos, porque fueron una parte importante de mi vida en distintas situaciones.
Los quiero ^_^

Atados Al PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora