Astrid observaba como su tío caminaba de un lado para otro, cargando consigo un montón de cosas. Ella tomaba un poco de jugo de naranja y disfrutaba el espectáculo que este daba, el se encontraba realmente nervioso y entusiasmado, parecía un crio en su primera excursión.
- Bien ya tengo todo listo – decía él mientras entraba a la cocina, donde su sobrina bebía jugo.
Astrid le echaba un vistazo y era obvio que aun no estaba listo y menos con las fachas en las que se encontraba.
- Por mi no hay problema – le mencionaba ella, mientras contenía la risa –, pero, no creo que a tus alumnos les parezca bien que su profesor conduzca en pijama.
Él se visualizo y solo frunció el ceño al ver a su sobrina adolecente reírse de él. Ella observo como él refunfuñaba y subía las escaleras a su habitación, era obvio que se encontraba nervioso, hacía años que no iba a una excavación y mucho menos para hacer una práctica de campo, él había tenido que dejar de ser un gran arqueólogo, desde hace un par de años que ella había empezado a vivir con él, eso le molestaba un poco a Astrid, ya que se sentía una gran molestia y carga para su tío, y gracias a eso él había abandonado muchos proyectos por cuidarla, pero él siempre le decía lo contrario, decía que "era un gran honor que ella viviera junto a un viejo renegón y quedado, que le daba cierta alegría y vida a la casa", pero ella seguía sintiéndose una molestia y no lograba perdonar a sus padres por dejarle una carga enorme a su tío, "Dejemos a las chica rebelde, fea y torpe, y tomemos a los dos chicos perfectos, que si valen la pena", era lo que siempre le rondaba en su mente.
- ¡Listo! – la interrumpía de sus pensamientos, mientras agarraba las llaves de la casa – pequeña burlista, espero y no salgas con que traigo la ropa interior por fuera.
- No te preocupes, no lo hare – decía ellas sonriendo – solo dejare que se rían de ti tus alumnos.
- Muy bien nena, lo tomare como un cumplido – soltaba él un par de risas – ok, repasemos lista, ¿tienes los números telefónicos del hotel, mi móvil y el del dueño del rancho?
- Sí, los tengo anotados en mi móvil y en una libreta cerca del teléfono del pasillo.
- Bien, y la hora de llegada será a las...
- 8 pm – respondía ella – y prometo hablarte en cuanto llegue a casa y si llego a salir igual, pero nada de fiestas.
- Hay dinero en...
- En la alacena, en el tarro de galletas, que obviamente no es de galletas – mencionaba ella sonriendo.
- Y es solo para...
- Para emergencias, lo tengo – le interrumpía una vez más ella – no te preocupes, todo estará bien, diviértete.
- Bien, confió en ti nena, correcto ya es todo – decía el tomando su maleta – ¿no se me olvida nada?
- No, oye tío, quería preguntarte algo – lo decía un tanto nerviosa – es sobre el concierto...
- No Astrid, no quiero que asistas sola a un concierto – decía él con tono firme – y como no estaré yo, no hay quien te lleve.
- Si comprendo – respondía ella un poco cabizbaja.
Tal vez solo era su tío, pero era lo más cercano a una figura paterna y debía de obedecerle en todo, le pareciera las decisiones que tomaba o no.
ESTÁS LEYENDO
Querido Cupido... ¡Tú me odias! (Hiccstrid: Modern AU)
FanfictionCupido llega para todos y llega en el momento justo, no antes y mucho menos después, solo en el momento preciso... aunque Astrid, no lo veía así. La mayoría de su curso tenia pareja, sin decir que sus amigas también. Los chicos le abundaban, pero a...