Cap. 30 -Maratón- Fin

131 11 11
                                    

Advertencia.

Este capítulo contiene contenido adulto. Si no te gusta te recomiendo que no lo leas.

Narra TN____.

¡Oh! Dios. Realmente, realmente estoy aquí. Vestida de princesa con este hermoso vestido blanco. Odio los vestidos pero, este no. ¡Dios! Los nervios no dejan de comerme vida. Miro a mi padre a mi lado, él está muy emocionado, casi llorando de alegría. Su pequeña hija ahora se casaría. Yo su pequeña muchachita, la que le decía que nunca me gustaría ningún niño, que el amor era un asco. Que los únicos hombres que amaban eran él y mi hermano. ¿Quién lo diría? Que cuando crecemos llegamos a tener a alguien más especial, alguien que no es parte de tu familia, pero como para mi suerte, algún día lo será. Como ahora, estaba por entrar en su familia y el en la mía, en cuestión de minutos.

Y por suerte, elegí el vestido que más quise. ¿Y adivinen qué? Los propios padres de los gemelos Jo lo hicieron. Ya saben, ellos son dueños de una marca de ropa y pidieron a sus trabajadores que lo hagan. Quedo, más hermoso de lo que yo lo veía en esa revista.

¡Maldición! Ya estoy caminando por este gran pasillo. Las miradas de todos posadas en mí. ¿Cómo acabe así? Su mirada no estaba sobre mí, él no podía mirarme, seguro los nervios lo tenían loco como a mí. Y finalmente ¡bum! Ahí estaba, parada frente a él. Con su mirada en mí, con esa dulce mirada que alguna vez pensé que el jamás tendría. Sus ojos brillaban, mientras veía mi reflejo en ellos. ¡Por primera vez en mi vida era el centro de atención!

¿Cómo bromear en esta situación? Si no lo hacía, rompería a llorar de emoción. Y era lo que menos quería. Llorar. Y que mi cara se manchara con el poco maquillaje que traía. ¡No! ¡No lo haría!

Y así, me di cuenta de todo lo que paso en este año. Quien diría que terminaría comprometida. Quien diría que este muchacho lograría quererme.

No escuchaba muy bien las palabras del padre, estaba perdida en mis pensamientos. Pero qué más da, solo tengo que estar aquí para decir "si, acepto" ¿no?

Mire de reojo a las demás personas. ¡Wow! Mi madre traía aquel hermoso vestido azul. La muy tonta está llorando, de emoción quizás. ¡Ay! Como amo a mi madre. Gracias a ella, gracias a ella que me mando a buscar trabajo para ayudar en la casa estaba hoy allí. Se lo debo, a mi madre hermosa.

Young min coloco ese brillante anillo en mi dedo. Mientras me miraba a los ojos. Podía notar la maldita felicidad que tenía en su rostro. Seguramente yo estaba igual.

Y ¡puf! Nos besamos, ¿y saben qué? Fue el mejor beso de mi vida. Fue mucho mejor que el primer beso que me di con él. Bueno, ese roce de labios accidental. ¿Quién no pensaría que esto es mucho mejor?

¡Ah! Por favor. Este momento es tan único que de hecho no sé qué palabra utilizar para describirlo. ¿Increíble? ¿Extraordinario? ¿Genial? No. Perfecto. Así es, es perfecto. Perfecto, perfecto. Perfectamente perfecto.

Salimos por esa puerta, esa gran puerta de la iglesia. ¿La fiesta? Fue grandiosa, fue hermosa. ¡Oh, mierda! ¿Saben quién agarro el ramo? ¡Lo agarro Hul Min! Aun puedo acordarme perfectamente de su rostro, mirando a kwang min sonrojada, llena de vergüenza, llena de amor. Estuve todo el día saludando gente, conversando con ellos. Seguimos siendo grandes amigos con Min Woo, sabemos que ese beso fue solo un error. ¿Oh? ¿Saben quién más estaba allí? Dong Hyun. Ese hombre que quiso darme trabajo en su casa, digamos que ahora también somos amigos, de esos que bromean todo el día. También estaba el hombre que cruzamos en aquella cena. Jeong min. Con otro muchacho, creo que su nombre era Hyun Seong. Sí que la familia tiene amigos bellos.

Un Amor Complicado 《Young Min y tu》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora