Capítulo 6
-Darcy-
-¡Eh! -Dary se giró para ver como Logan se acercaba a paso acelerado. Frunció el ceño y esperó a que llegase a su lado y que tomara algo de aire- ¿Tienes algo que hacer el viernes? -.Ella sintió un leve cosquilleo de nervios en el estómago pero estaba bien, era un buen dia y ella había sido la de la idea. Lo pensó y negó con la cabeza-, hay una fiesta, en casa de Michael, pásate.
-No me van las fiestas -esa respuesta sí que no se la pensó. No iba con ella ir a un sitio lleno de adolescente hormonados. Prefería lugares más tranquilos y sin música mierda que estaba de moda entre chicos de su edad.
-Oh, venga. Estará bien, sería un buen lugar... Además, ¿por qué no? El otro día me dijiste que no eras aburrida y que te iban las emociones fuertes, demuéstramelo. Cambia un poco de ambiente y descubre el increíble mundo de la gente de tu edad -insistió aunque ella no parecía ceder.
-Está bien- susurró no muy segura al cabo de un rato, dándose por vencida. De todas fomas, cuando Abb se enterara de la petición del chico la acabaría arrastrando hasta la puesta así que mejor ahorrarse aguantar a A insitiendo e insistiendo.
-Genial, nos vemos -Logan sonrió orgulloso y hizo un gesto con la mano antes de irse.
La pequeña volvió a resoplar ante la horrible espectativa de una copia barata de una copia barata de un intento de proyect X. Haciéndose a la idea de lo que le esperaba para el fin de semana y de su conversación con Logan Carter.
Lo había logrado. ¿Y ahora qué? Ahora tocaba esperar el momento.
Cuando llegó a casa su padre estaba sentado leyendo el periódico en la cocina. Falló en su intento de esquivarlo y esconderse en su cuarto.
-Darcy, ven aquí -la joven se acercó y lo miró interrogativa aunque sabía de sobra cual sería la pregunta - ¿Que tal en el colegio?
-Muy bien, papá. He sacado otro sobre en Filosofía y tengo un aprobado en matemáticas. Mi profesor de educación física se ha cogido una baja, la de español parece tener un lío con el conserje. Ah y las bragas de Lizzy hoy eran color rosa. Mmmm, ¿quieres que te cuente algo más? Quizá recuerde el color de la ropa interior de alguna chica más.
Su padre puso los ojos en blanco.
- Dar... -ella se acercó y desafiánte le sonrió.
-Sí, huelo a tabaco.
Ambos entrecerraron los ojos. Casi un duelo de miradas hasta que él, derrotado, miró hacia otro lado. Sintió como su hija se giraba e impotente la escuchó subir las escaleras. Estaba harto. No sabía qué hacer.
No siempre había sido así, antes... antes era feliz, era soñadora y risueña. Siempre tenía la broma preparada para hacer reír a todos y benditos eran los momentos en los que juntos reían o hacían cosas juntos.
Y entonces la mágia se rompió, todo se fue a pique y ella terminó más que hundida. Jonhatan Brett llevaba años tratando de sacar a su hija del pozo pero cada vez iba a peor. La muerte de su mujer lo había afectado pero el tener que convivir con su hija 'muerta en vida' era infinitamente peor. Era como verla desvanecerse ante sus ojos con cada conversación, con cada mirada, incluso.
Nada había sido lo mismo después de todo aquello. Había sido un golpe duro pero ni en sus peores pesadillas habría imaginado que Darcy se convirtiera en lo que ahora era. Lo peor es que no había vuelta atrás, al contrario. La cuenta atrás seguía corriendo y cada día, cada hora, cada minuto y segundo, la perdía un poquito más.