24 de febrero de 2017

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20:45pm

Último viernes del mes.

Faltaban quince minutos para que la historia volviera a repetirse. En el fondo, Luhan tenía la esperanza de que aquel par de amantes no regresarán, por respeto a Yifan y a la maestra Wu. Sin embargo, sus esperanzas murieron cuando Sehun entró cinco minutos después de haberse sentado frente a la computadora.

A pesar de que conocía el secreto del pelinegro, esta vez lo hacía más difícil de tolerar. El poco tiempo que había estado trabajando para Yifan, le bastó para darse cuenta que era un buen hombre, todo un caballero y era triste saber que su primo y su prometido lo engañaban de esa manera. Quería entenderlos, encontrar una buena razón para que siguieran con su relación clandestina, pero no podía.

Sehun llevaba puesta la misma ropa con que lo había visto en la oficina.

El aire desenfadado y casual le sentaban bien y contrastaban el mal humor que recientemente había estado descargando en cuanto a individuo se cruzara con él

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El aire desenfadado y casual le sentaban bien y contrastaban el mal humor que recientemente había estado descargando en cuanto a individuo se cruzara con él.

Estaba de más decir que Luhan lo evitaba a toda costa, primero por evitar problemas con Junmyeon y segundo, porque odiaba que Sehun se comportara como todo un idiota sin razón aparente. Pero ahí estaba, mirándolo a través de esas gafas oscuras, como si se tratara de una especie rara.

- Hola Luhan. - El saludo familiar que le otorgó le sorprendió al rubio. - La habitación de siempre.

- Buenas noches señor. - Luhan prefirió irse por las ramas. - Su pago será en efectivo o con tarjeta.

Una sonrisa de lado fue todo lo que Sehun le dedicó.

- Has hecho esto durante cuatro meses, no me vengas con formalidades imbéciles y cárgalo a mi tarjeta. - Deslizó el plástico sobre la barra y agregó. - Tambien una botella de whisky y hielos.

Luhan abrió demasiado los ojos por el tono de voz del pelinegro. Ahora que lo veía bien, podía ver el sonrojo en sus mejillas y el olor a alcohol era perceptible. Asintió y tomó la tarjeta para hacer el pago por la habitación y el servicio de bebidas. Entre menos dijera y más rápido se alejara del pelinegro mejor.

- En seguida señor. - Le entregó su tarjeta y la de la habitación 307. - Estaré con usted en un momento o si prefiere puede esperar un poco y le -

- Te espero en la habitación. - Sehun se dio la vuelta y desapareció en el elevador. Ni siquiera se tomó la molestia de volver a mirar a Luhan.

- No me digas que nuestro cliente favorito regresó. - Minseok, el compañero y amigo de Luhan por fin había llegado.

- Es al único que le emociona venir los viernes. - Luhan se encogió de hombros. - ¿Puedes quedarte un momento? Tengo que llevarle su botella.

- Si yo fuera tú, ya lo habría puesto en su lugar. - Minseok empujó a Luhan fuera de la recepción. - Trabajan juntos, sabes de su amorío con el novio de su primo y aún así te intimida.

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