TERCERA CARTA - LAS NOTAS DEL VIEJO RONALD DURLY

95 14 29
                                    


Domingo 12 de Octubre- 2017 – Costa de Plymouth

Hace mucho que no escribo en estos diarios, pero aquello que acaba de ocurrir ayer por la tarde, tengo que registrarlo lo más pronto posible; es un suceso extraordinario y a la vez muy aterrador, creer que tales seres y criaturas de leyendas inimaginables realmente hayan sido concebidos en este mundo y pocos tengan alguna información de su existencia.

Ahora, a mis sesenta y cuatro años, debo decir que aún soy alguien fuerte y ninguno de mis sentidos parece atrofiado, lo que me permite desempeñarme en esta labor, que me ha sido heredada por demasiadas generaciones; me alegra que mi hijo haya podido salir de esta región e ingresado a la universidad, me alegro mucho por él, felizmente se alejó de este mundo buscando oportunidades que en este pequeño pueblo no podría obtener jamás. Parece que desvarié del tema, vuelvo ahora al asunto por el que reinicie mis pobres escritos, en esta agenda personal como pescador.

Desde que tenía dieciocho años me inicié escribiendo o debo decir, apuntando todo lo que obtenía, registros de la ganancia más que nada, y las extrañas, pero no extraordinarias, aventuras en mi vida como simple hombre del mar; cuando era joven, hace muchas lunas, planeaba salir de aquí, ir a la universidad y vivir una vida de lujos, al igual que todo muchacho ambicioso, pero el destino y mi falta de perseverancia estancó mis ambiciones.

Otra cosa que debo decir y que jamás en mi vida se lo he comentado a alguien, es que siempre soñé (esto desde que era un simple crío, y oía las historias que mi padre nos contaba) salir rumbo a mar abierto, hallar el famoso Arrecife del Diablo y encontrar allí a los abominables Profundos, en su ciclópea ciudad submarina.

No sé si conozcan la historia, es una antigua leyenda que se contaba hasta la época en que mi padre era un simple muchacho; recuerdo que él nos relataba los mitos cuando éramos niños. Mis hermanos Jhon, George y yo temblábamos de miedo al oír aquellas terribles historias y en las noches apenas si conciliábamos el sueño, pero todo eso se desvaneció hace tantos años; ahora, con la llegada explosiva de la tecnología, las familias ni siquiera tienen momentos de reunirse en una sola mesa, a degustar un frío plato de sopa; los hijos van y vienen absortos en este materialista mundo que poco a poco va consumiendo su existencia, volviéndolos dependientes de aquellas máquinas, pero, ¿que podría hacer un viejo como yo?

Mi único hijo se fue buscando una vida mejor y mi anciana Martha falleció hace dos meses; solo, viejo y sin nada que perder; intenté perseguir aquel destino al que renuncié cuando era joven, y vaya que lo encontré.

Antes de proseguir debo relatar la leyenda, o debo decir la historia; ya que he logrado comprobar, que todo aquello realmente sucedió; no recuerdo mucho con exactitud, a veces mi memoria realiza una mala jugada en mis recuerdos, pero todo se resume en que hace muchos siglos, incluso antes de que existieran los humanos ( antes me negaba a creer eso por mi arraigada fe en la iglesia, llegué un tiempo incluso a considerar esta leyenda como blasfema a mi Fé, y sí que lo es, pero no de la manera en que lo imaginaba).

En fin, antes de que existieran los humanos, nacieron estos seres, una raza de extrañas y abominables criaturas anfibias, muy parecidas a los peces y muy parecidas a los hombres.

Estos seres, los Profundos, como los llamaba mi padre; se esparcían por las múltiples costas en todos los océanos existentes, y se creía que bajo el Arrecife del Diablo, a varios kilómetros de la costa, cerca al viejo y fantasmal pueblo de Innsmouth, se encontraba una gigantesca ciudad sumergida, repleta de toda clase de horrores, estos seres adoraban a una entidad antiquísima, que según este mito, se encuentra encerrada en el fondo del océano y, aguardan su retorno para conquistar la Tierra y, desatar caos y destrucción en la superficie. Así terminaba esta leyenda, pero lo cierto es que la realidad reflejaba una historia aún más terrible.

EL CAZADOR CÓSMICO [PUBLICADA EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora