ENCIERRO AMOROSO [yaoi Ben X Toby]

Cap 9 Nuevas Misiones

Narra Toby

Desperté con pereza y lo primero que vi fue la pared pero no estaba ben a mi lado, el no era de irse sin despertarme primero y note que en esa pared había una sombra muy grande y como veo la forma de esa sombra creia saber quien era, me volteé a ver y si.. Era slenderman y con un rápido movimiento de su tentáculo me agarro de los tobillos y me alzo dejándome de cabeza y haciendo que lo mire fijamente. Slender solo hace eso cuando esta enojado o cuando alguien le desobedece una orden pero.. ¿Por qué a mi? ¿Que hice esta vez?

—Toby, tu y los proxys deben ir a mi oficina, ahora — en eso me soltó dejándome caer al suelo de cara.

Me sobe la cara y me levante un poco tembloroso pero gracias a eso me quito el sueño. Cuando lo quize ver de nuevo slender ya había desaparecido, es típico de slender desaparecer muy seguidos pero me da igual, solo me asusta cuando estoy en un momento "importante" y este aparece de la nada.

Suspire pesado y fui a ponerme mi suéter y luego mis zapatos, me quedé mirando la nada unos minutos pensando en lo que slender habrá leído en mi mente. El suele atacar a sus víctimas entrando en sus mentes y leer sus pensamientos para luego darle dolores fuertes de cabeza hasta que los hace... Emm... ¿Explotar? No lo se, de seguro caen muertos por el dolor intenso o hace que se les muera algo del cerebro, quizás los deja mudos y los deja como tipos con enfermedades graves.

Me coloque el bozal y sali de mi habitación caminando dirigiéndome a la oficina de slenderman, en eso vi a masky y hoodie recargados en la pared mirando la puerta de la oficina como si estuvieran esperando a que les hablaran, yo solo me acerque a ellos y me puse a lado de hoodie y miré la puerta un poco pensativo.

—¿slender te hizo lo mismo? — preguntó hoodie mirándome y yo solo asentí sin mirarlo —rayos... De seguro no será nada bueno hoy —

—¿que creen que sea ahora? No creo que sea otra discusión contra zalgo de nuevo ¿o si? — pregunte y justo en eso los tres escuchamos los pasos lentos y pesados de slender.

—chicos.. Firmes— dijo masky y los tres nos pusimos firmes con las manos tras la espalda y cuando slender salió de su oficina los tres hicimos una reverencia bajando la cabeza.

—entren ahora — slender sonó no muy feliz y entramos a la oficina poniendonos frente a su escritorio aun firmes con las manos tras la espalda —proxys.. Ustedes se han sacrificado demasiado en huir de la policía o matando a vigilantes de zalgo a este territorio, han mejorado sus habilidades de sentir precencia pesada cuando hay un demonio cerca o lejos, los felicito. Pero, ustedes se dejan ver mucho cuando están al mundo humano, saben bien que no deben hacer eso cuando salgan.

—señor slender, lamento decirle esto pero hay algo que también nos dificulta un poco el trabajo, hay personas que logran huir de nosotros con alguna evidencia a cerca los asesinos que somos "mayormente" nosotros y nuestras pastillas de disfraz se nos están terminando— dijo masky bajando la cabeza y slender se recargó en su silla mirandonos a mi y a hoodie.

—es verdad señor, solo nos queda como unas 6 pastillas cada uno, ser parte de esos humanos es algo raro de estar, no estamos acostumbrados— hoodie se aclaro la garganta haciendo una pausa y yo decidí seguir.

—tenemos un poco de cuidado que nuestros efectos de la pastilla no sea rápido frente a los humanos, por eso tomamos las suficientes para que duren más— al mirar como se puso slender yo seguía firme y slender se acercó un poco recargando sus codos en el escritorio.

—proxys, no se preocupen por esas pastillas, he conseguido unas nuevas que duran alrededor de 8 horas su efecto y no sólo 2 horas, con esto lograrán estar más tiempo en el mundo humano dado que ustedes tendrán una nueva misión — los tres miramos fijamente a slender.  —en el mundo humano hay unos archivos de ustedes y de los creepys, tienen información a cerca de lo que hacemos y donde aparecemos mayormente, me di cuenta de eso cuando un humano se atrevió a entrar a este bosque y ese estaba escribiendo algo en su cuaderno, por desgracia no lo pude matar, pero note que dejó caer su cuaderno— en eso puso un cuaderno un poco sucio en el escritorio frente a nosotras y los tres comenzamos a leer lo que decía.