PROLOGO

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Pasen aquí amigos mios para poder contarles un cuento, el cuento de un señor frío y de corazón de roca que con tan solo 3 fantasmas y una noche cambio su vida para siempre...

Todo comenzó en Paris, mas en específico en un 24 de Diciembre, era víspera de Navidad todo el mundo es feliz; niños jugando en la nieve, los adultos buscando regalos o ingredientes para la cena de Navidad, las casas decoradas con luces de colores... bueno... salvo en la Agencia Agreste, un edificio gris y oscuro en donde pasa de largo la navidad, en lo alto del edificio está la oficina del jefe y dueño de la compañía, el señor Gabriel Agreste...

-¡NATHALIE, A MI OFICINA AHORA!- Grito eufórico a través de un comunicador.

-S-si señor... en seguida.- Se escuchó de respuesta la voz de una mujer.

No paso mucho cuando una mujer paso a través de la puerta a la oficina de su jefe, pero a diferencia de el que tenia prendas hechas a medida y de las telas de la mejor calidad, su asistente llevaba puesto ropas gastadas y uno que otro parche para cubrir aquellos agujeros que se habían hecho por el desgaste de la misma tela.

-¿Nathalie, me puedes decir que significa esto?- Menciono enojado enseñándole a la pobre mujer una hoja con una petición.

-Lo lamento señor... pe-pero es que mañana es Na-navidad y los empleados... solo le piden que nos permita... no venir el dia de mañana...-

-¡QUE RIDICULEZ ES ESA!- Grito al tiempo que golpeaba su escritorio y Nathalie daba un paso atrás.

-¡EN ESTA AGENCIA NO HAY DIAS DE DESCANSO, NI VACACIONES, NADA!-

-S-s-si señor...-

-Ahora sal de aquí y dile a esos inutiles... ¡QUE JAMAS TENDRAN DESCANSO!- La mujer aterrada solo asintio y salió asustada del lugar.

El señor Agreste, a pesar de ser el dueño de la agencia mas prestigiosa de todo Paris, su actitud gruñona y sin corazón que tenia ante sus empleados lo hacia ser el hombre mas temido de todo el lugar y el mas odiado, ya que no solo tenia aquella actitud con sus empleados, sino que a pesar que los mantiene trabajando hasta el cansancio les paga muy poco manteniendolos en un estado de pobreza.

-S-señor... ti-tiene una visita...- Se escuchó a través del aparato de comunicación.

-Dile a quien sea que estoy ocupado.- Pero en eso la puerta de su oficina se abrió de golpe.

El responsable de aquel acto fue un joven de 20 años, cabello rubio y ojos azul grisáceo, a pesar de ser alto y delgado se podía apreciar que estaba en forma, con una sonrisa en su rostro se acerco confiado al hombre detrás del escritorio revisando algunos documentos y anotaciones.

-¡Feliz Navidad tío Gabriel!-

-¡Que felices ni que nada! ¿Que es lo que quieres?-

-Nada tío, solo invitarte a mi cena de Navidad que daré mañana en la noche en mi casa.-

-Por mi ahorrate tus palabras y tus acciones ya que no pienso asistir a tu ridícula fiesta.-

-Oh vamos tío, no tienes que estar siempre sumido a tus deberes en el trabajo, deberías de divertirte un poco.-

-¿Diversión? La diversión es solo una excusa para no hacer nada y hacer puras tonterías sin sentido, ahora si me disculpas tengo mejores cosas que hacer que estarte escuchado con tus ideas ridículas; ahora largo de mi oficina.-

LOS FANTASMAS DE AGRESTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora