EPÍLOGO

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Gabriel quería escapar de ese lugar ya no recordar aquel día con tan solo ver a su hijo, pero antes de dar un solo paso una voz lo detuvo.

-Espera tío, debió de ser largo el viaje y está haciendo frío afuera, por favor acepta quedarte a cenar.-

-Por favor no se retire, con gusto lo recibimos.- Menciono Bridgette.

-Si tanto insisten, me quedare con gusto.- Y todos empezaron a saludar a los recién llegados.

Todo se volvió mas cómodo y alegre para el señor Gabriel y mas fue su felicidad al ver a su hijo feliz junto a su querida novia Marinette, el resto de la velada fueron risas y conversaciones amistosas, incluso Gabriel invito a todos los presentes para el próximo año cenar; claro que todos aceptaron muy emocionados hasta que poco a poco todos se retiraron quedando solo Gabriel, Félix, Marinette, Bridgette y...

-Fue una velada increible Félix, Birdgette, pero Adrien y yo nos retiramos.-

-Por supuesto Marinette.- Dijo Bridgette con una sonrisa.

-Si me permiten dejenme acompañarles en su regreso.- Menciono Gabriel lo mas calmado posible ya que se moria de nervios.

-Yo no le veo el problema, ¿Que dices Adrien?-

-Esta bien.- Menciono pero con un tono serio y desconfiado.

Cosa que solo Gabriel noto y como no estarlo si un día antes causo un accidente y en vez de hacer algo se enojo, así Gabriel junto con Marinette y Adrien se despidieron de Félix y Bridgette para retirarse en el carruaje que había traído a Gabriel y Marinette; estando dentro Adrien solo se limito a ver a través de la pequeña ventana del carruaje mientras que Marinette se durmió. Esa era la oportunidad perfecta para que Gabriel empezara una conversación con su hijo, pero cada vez que intentaba decir algo un nudo en su garganta se lo impedia, ¿Sera miedo, vergüenza o quizá algo más? A Gabriel ya se estaba desesperando hasta tal grado de ya no hablar y seguir en silencio, pero en eso recordó lo que le dijo el Espíritu de las Navidades Presentes, si quería que Adrien supiera que es su hijo pero no por alguien mas o que el mismo se de cuenta, sino que lo supiera por el; así que tomo todas sus fuerzas y hablo.

-Se ve que ambos son una pareja muy unida.-

-Si, gracias.- Dijo secamente y sin despegar su vista de la ventana.

-¿Sabes? Al verte hoy en la cena junto con tu hermosa novia me recordaste cuando conocí a mi difunta esposa.-

-¿Usted estuvo casado?- Pregunto incrédulo Adrien.

-Si, aunque por ser un idiota la aleje de mi lado.-

-No me sorprende.- Dijo en un susurro Adrien auque Gabriel si lo escucho.

-Aunque no solo la perdí a ella, también perdí a alguien todavía mas valioso.-

-No me diga, a su hermana, la madre de Felix y Chloe; de lo que me contaron ellos, su madre falleció después de tener a Chloe y ustedes eran muy unidos.-

-No te negaré que también me afecto mucho su perdida, pero no era ella, fue alguien que no tuve ni siquiera la oportunidad de conocerlo.-

-¿De conocerlo?-

-Si, el dia que mi esposa se alejo de mi me dijo que estaba esperando un hijo mio, mas nunca encontre su paradero y llegue a la conclusión que el también falleció.- En eso llegaron unos segundos de silencio un poco incómodo para el joven rubio hasta que hablo.

LOS FANTASMAS DE AGRESTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora