CAPÍTULO 2

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Gabriel caia a gran velocidad, no tenia nada que lo ayudara a frenar su caida o amortiguar el impacto, a tan solo unos metros del suelo cerro sus ojos esperando su fin, solo que al momento que sintió el impacto en su costado derecho, abrió sus ojos y se sorprendió al darse cuenta que solo se cayo de la cama. Estaba enojado consigo mismo por creer por un segundo que todo lo que paso anteriormente paso de verdad, mientras se levantaba para acomodarse y volver a dormir se dio cuenta de una peculiar luz verde que provenía de otra habitación, con sigilo se acerco a la puerta y lentamente la abrio, vaya susto que se llevo en ese momento.

Cuando abrió la puerta por completo se empezó a escuchar música alegre por toda la habitacion, todo lo que estaba en ella se movía como si estuvieran vivos al compas de la música, también había adornos dorados y verdes en todo el lugar.

-"¡FELIZ NAVIDAD SEÑOR AGRESTE! Soy el Espíritu de las Navidades Presentes."- Dijo alegre una silueta con capa verde.

A pesar de ser mas alegre que su compañera no dejaba ver su rostro, Gabriel estaba desesperado, tanto que intento convencerse a si mismo que solo era un simple sueño y que tarde o temprano despertaria y volvería a su rutina diaria.

-¿Y piensas hacerme daño?- Dijo con miedo al recordar lo que pasó con su compañera.

-"No viejo, solo te llevare de paseo, pero antes de eso tienes que ser mas alegre y bailemos."- Mencionó mientras hacia que la música sonara mas alto.

Gabriel entonces pensó que ese espíritu solo era un fanfarrón y que solo queria divertirse, pero cuando empezó a sonar la musica todo a su alrededor empezó a moverse o mejor dicho la misma habitación se movia, mientras pasaba eso ante sus ojos, el piso se hacia invisible que se empezó a ver lo que estaba debajo de ellos, gracias a eso Gabriel se dio cuenta que empezaron a moverse sobre la ciudad de París, estuvieron viajando por unos minutos hasta que Gabriel se dio cuenta que estaban de camino a la zona mas pobre de la ciudad.

-¿Que hacemos en... esta parte de la ciudad?- Dijo con un poco de repugnancia.

-"Ahora jugaremos a los Observadores, las reglas del juego son, ver y escuchar, pero no puedes hablar ni voltear a ningún otro lado."- Dijo en voz baja el espíritu.

Gabriel de inmediato se dio cuenta que todo lo que hiciera seria inutil, que el espíritu le prestara atención y le obedezca seria en vano, así que no tuvo mas opción que ver, al momento que volteo a ver donde fue que se paro la habitación empezó a inspeccionar a su alrededor, solo pudo ver una casa que carecía de mantenimiento, muebles igual gastados pero también se percató de las personas que estaban en el lugar. Las cuales eran una señora de cabellos cafés y de una distinguida piel morena, había también dos niñas parecidas a la mujer y un señor que tenia una barba tupida y ojos castaños.

-¿Mama, ya van a llegar mis hermanas y Nathalie?-

-No han de tardar cariño.-

-¿Y cuando estará el pavo?-

-Oh no jovencita, el pavo no se come antes de que lleguen los invitados.- Contestó la mujer al ver la cara de felicidad de la niña al pensar en el pavo.

-¿Papa, cuando va a estar el pavo?-

-No falta mucho, pero haz caso a tu madre mi pequeña.- A simple vista se podía apreciar que a pesar de ser pobres eran felices.

LOS FANTASMAS DE AGRESTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora