EL CAMPAMENTO

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Había pasado más de dos meses desde aquel trágico día y cada paso me que daba se sentía como el ultimo, sin embargo debía seguir moviéndome o me alcanzarían, solo el miedo me mantenía en pie; hacía mucho tiempo que se me había acabado la poca comida que logre rescatar de los restos de mi antiguo hogar antes de que toda la estructura colapsara. Por suerte, había logrado sacar el cuerpo de mi hermana a rastras antes de que esto ocurriera, por lo que pude darle la sepultura que merecía.

Me encontraba finalmente en la gran ciudad de Nueva York, había tardado más de lo esperado en llegar a la gran manzana, pero finalmente había logrado llegar, justo cuando el sol desaparecía tras el horizonte, lo que me asusto bastante pues por algún motivo me sentía extrañamente a gusto en la oscuridad, aunque sentía que la luna me vigilaba dispuesta a matarme en cualquier momento, sé que suena ridículo, pero no puedo evitar esa sensación. Me detuve junto a un gigantesco edificio a descansar un poco; aprovechando el descanso decidí finalmente leer la carta que me Tash me había dado antes de morir, sabía que debía haberla abierto después de que ella muriera, pero no había tenido valor, sin embargo ahora estaba perdida y quizás aquella carta me diera una pista de la ubicación del lugar al que mi querida hermana me había dicho que fuera, de modo que abrí y empezó a leer aquella arrugada y vieja carta

"Querida Dalysha, si esta carta ha llegado a tus manos es por qué ha pasado lo que tanto temí y estoy muerta. Lamento mucho el no haber sido suficientemente fuerte para protegerte, y para decirte la verdad en persona, pero debes entender que todo lo que hizo fue para protegerte, y ahora no queda más que decirte lo que debiste saber desde hace muchos años. ¿Recuerdas aquellas historias que te contaba de niña? Pues estas historias son reales, y yo misma participe en ellas, los dioses, los jóvenes con poderes, los monstruos, todo es real. Debes encontrar el campamento, y esconderte allí. Pero aun cuando te he dicho que ese lugar es el más seguro, no debes confiarte, tú eres diferente a todos los demás, así que quizás ni siquiera allá estés a salvo. Nunca te quites el collar, sé que durante tu vida te lo abre dicho muchas veces, pero ahora que sabes que los dioses son reales debes saber que el collar fue creado por el mismísimo Hefesto, quien creemos que es tu padre, el dije del collar tiene propiedades únicas que te protegerán, pero para ello debes mantenerlo siempre puesto. Aun así, si alguien descubre que eres diferente huye, escóndete, confía en tu instinto y lo que te diga el corazón, y por sobre todo, no confíes en nadie.

Con cariño tu hermana Tasha"

Tuve que leer la carta varias veces antes de estar segura de lo que aquello quería decir, lo que aquella carta me revelaba era algo completamente imposible, todos aquellos héroes, eran reales, todas aquellas aventuras realmente habían sucedido y mi hermana había sido parte de todo aquello... No podía creerlo, pero debía ser verdad, Tash nunca me habría mentido sobre algo tan importante, pero aquello era tan increíble que costaba creerlo.

-Soy una semidiosa... una semidiosa.... Soy hija de un dios...soy hija de Hefesto... increíble...- susurre para mí misma haciendo que esta locura cobrara sentido, y se volviera más real, al tiempo que apoyaba mi espalda en el muro que se encontraba a detrás de mi abrazando la carta contra mi pecho, y cerrando los ojos por un momento.

- susurre para mí misma haciendo que esta locura cobrara sentido, y se volviera más real, al tiempo que apoyaba mi espalda en el muro que se encontraba a detrás de mi abrazando la carta contra mi pecho, y cerrando los ojos por un momento

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