Salí del templo completamente retrocediendo a toda velocidad y con una mano sobre mi pecho, en el cual había un corte bastante profundo del cual manaba abundante sangre, no podía creer que aquello acabara de pasar, ¿Por qué Hades había sucedido aquello? Me encontraba en peligro, estaba claro, no podía quedarme aquí por más tiempo, heche a correr con todas mis fuerzas regresando por el mismo camino pedregoso y rodeado de árboles por el que había llegado mientras escuchaba sus gritos de odio puro dirigidos a mí. La ventaja que había ganado gracias a mi velocidad y a que hui antes de que pudieran tomar sus armas no iba a durar mucho; podía sentir sus pasos justo detrás de mis talones.
Aun cuando sabía que debía concentrarme en huir de mis atacantes como si se tratase del Tártaro mismo no podía evitar voltear cada pocos segundos, aunque sin llegar a distinguir más que sus borrosas siluetas cada vez más cercanas; en mi desesperado intento de salvar la vida mi piel y mi blanco vestido se vieron desgarrados por las zarzas del bosque las cuales parecían querer detenerme con sus largos y puntiagudos dedos llenos de espinas, sin embargo no deje que esto me detuviera, ya que sabía que si me atrapaban ni el mismísimo Zeus podría salvarme, de forma que mientras mis adoloridas piernas seguían avanzando rogué en silencio a mi padre que me salvase del trágico fin que me esperaría si mis perseguidores lograban atraparme, pero mi oración pareció no ser ignorada pues justo después un aullido me obligó a desviarme del sendero terminando en el borde de un acantilado, en el cual a pesar de la oscuridad que me rodeaba pude divisar una gran cantidad de enormes y puntiagudas rocas las cuales brillaban en un tono blanquecino cada vez que una ola rompía contra ellas.
Al ver aquello trate de regresar, pero ya era tarde, pude oír el gruñir de las mascotas de mis perseguidores al tiempo que sus oscuras y amenazadoras figuras se ceñían sobre mi persona supe que no había más salida, pero en ese momento el pedazo de tierra que me separaba del acantilado y del mis atacantes se desprendió sin darme tiempo siquiera a intentar salvar la vida, de forma que impotente caí hacia mi fin con la vista fija en el cielo nocturno que tanto amaba para luego cerrar los ojos sabiendo que ni mi padre con su poder divino podría evitar mi muerte...
Entonces abrí los ojos levantándome de un salto completamente empapada de pies a cabeza mirando hacia todas partes tratando de ubicarme
-¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA dioses que divertido, hay que hacer esto más seguido!- voltee inmediatamente hacia el grupo de chicos (sospechosamente parecidos) que con varios baldes goteantes en la mano parecían estar divirtiéndose mucho
-¡¿QUE CARAJOS LES SUCEDE?! ¡¿ACASO QUIEREN AHOGARME!?- les grite furiosa mientras los perseguía por toda la cabaña, pero esos pillos lograron escapar por las ventanas de la cabaña sin dejar de reírse- ¡AGH! ¡Con mil demonios! Tenía que tocarme dormir en la cabaña de los bromistas hijos de Hermes ¿no? ¿Acaso no podía quedarme con los de Atenea, o los de Poseidón, o incluso con los de Hades? –Sabiendo que mis quejas no servirían de nada me dirigí hacia el baño para cambiarme rápidamente, no sabía de donde sacaban tantas ideas para molestarme ya que no habían dejado de burlarse de mi con sus distintas bromas desde hacía 4 días cuando me entere de que me tocaría dormir en un rincón de la muy abarrotada cabaña de Hermes; aun a pesar de que había devuelto cada una de sus bromas de forma creativa ellos no se rendían, de hecho los demás campistas habían empezado a murmurar que quizás fuera hija de Ares o de Hermes de las muchas bromas que les había regresado a pesar de que me hacían rabiar.
Al salir del baño ya vestida con mi muy llamativa camiseta del campamento (seguía sin entender para que tanto secretismo si al final nos iban a hacer usar una camiseta anaranjada fosforescente) fui directamente hacia el campo de entrenamiento a realizar mis prácticas habituales, ya que deseaba ser capaz de defenderme y defender a otros de la forma en que habría deseado proteger a mi hermana; pero ni siquiera el duro, arduo y sudoroso trabajo con la espada o el arco lograba apartar mi mente de los extrañamente familiares ojos verdes que había visto en el lago el mismo día de mi llegada, era curioso pues ni un sueño tan terrorífico como el que acababa de tener lograba desviar mis pensamientos de aquel par de ojos tan peculiares.
-¡Hay Dalysha! ¿Otra vez practicando desde temprano? ¿Qué broma cruel hicieron esta vez mis hermanos?- al oír su voz acercándose me limpie el sudor antes de saludar a Sebastián, quien al final había resultado ser un chico bastante muy agradable y rápidamente nos habíamos vuelto buenos amigos
-Hola Sebas, sabes que no me gusta perder el tiempo en cosas sin importancia, además con el baño de agua fría que me dieron los bromistas no podía seguir durmiendo- le sonreí mientras dejaba la espada de practica junto a las demás
-¿Agua fría? Oh dioses, esos chicos son incorregibles, aunque seguro que fue muy divertido- al ver mi cara de "para mí no fue nada gracioso" rápidamente cambio el tema, pues aun cuando él era muy amable seguía siendo un hijo de Hermes, así que estaba en su sangre el ser bromista- bueno, bueno, no te enfades, mira te traje algo de comer, no puedes entrenar con el estómago vacío- dijo tendiéndome una pera
-Gracias Sebas, no sé qué haría sin ti- rápidamente tome lo que me ofrecía, ya que aunque no lo iba a decir estaba muerta de hambre, además de que me sentía un poco más optimista, ya que en pocas horas seria mi cumpleaños y quizás en ese momento me reconocerían y con un poco de suerte podría salir de aquella cabaña
-otra vez tienes la mirada perdida Daly... -
-Te dije que no me llamaras así, disculpa, tengo que ir a hacer otras cosas, el quedarme aquí parada no me ayudara a saber quién en mi padre o madre divino- rápidamente me aleje de él, no entendía porque Sebas insistía en usar el mismo apodo que usaba mi querida hermana Tash.
Gran parte del resto del día lo pase lleno de un lado a otro probando cada actividad decidida a ser reconocida antes que el día terminase, aunque al entrar la tarde decidí apartarme de los demás e ir a trabajar cerca del lago en mi pequeño proyecto tratando de crear un arma lo suficiente equilibrada para usarla sin problemas, ya que aunque había encontrado algunas armas que se adaptaban a mí no me atrevía a confiar en ellas de forma que desde el mismo momento de mi llegada había empezado a trabajar secretamente, aunque me resultaba demasiado sencillo pues incluso podía trabajar durante la fogata ya que nadie me prestaba atención, bueno o eso creí hasta que sentí todas las miradas sobre mi persona en el justo momento en el que terminaba mi proyecto
-¿Qué pasa?- todos me miraban con cara de asombro e incluso estoy segura de haber visto a un par de chicos pasarse algo, pero como nadie más parecía dispuesto a explicarme que estaba sucediendo fue el mismo Quirón quien hizo el anuncio
-¡Salve Dalysha Shamtrike hija de Hefesto!- inmediatamente tras lo cual todos se inclinaron, lo cual me pareció realmente extraño pues había visto que solo lo hacían con semidioses importantes, pero al mirar hacia arriba pude notar que el símbolo de Hefesto parecía tener un brillo extraño... quizás un tanto... ¿azul? No eso era imposible, debía ser mi imaginación, pero no pude comprobarlo ya que en ese momento toda la cabaña 9 rompió en vitoreo al tiempo que me rodeaban, al principio no comprendí el porqué de su entusiasmo pero mis dudas fueron disipadas rápidamente ya que todos parecían ser chicos mayores lo cual me recordó que de un tiempo para acá no habían vuelto a llegar casi ningún hijo de Hefesto, la mayoría morían de camino o antes siquiera de que los encontraran.
Antes de darme cuenta ya estaba en la cabaña 9, acomodando mis cosas en la nueva y muy moderna cama que me habían asignado sintiéndome finalmente libre de las bromas de los chicos de Hermes, aunque sin poder creer aun lo que acababa de suceder, parecía tan imposible que aquel lugar fuera el mismo en el que Tash había vivido, pero no había duda, ella había dormido en aquella misma cabaña, cada uno de los detalles era como los de las historias que ella contaba, incluso estaban algunos mecanismos que ella aseguraba haber ayudado a crear; de forma que para cuando logre calmar mis pensamientos y conciliar el sueño ya era bien entrada la noche.
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¿Semidiosa o Monstruo?
FanfictionUna sola acción decidirá el futuro del mundo como lo conocemos, una sola decisión podrá salvar o hundir el Olimpo, pero esa decisión puede ser alterada por la actitud de quienes le rodean, todo puede cambiarlo la forma en que el mundo se muestre ant...