Parte UN ENCUENTRO MISTERIOSO

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Mantenía la mirada fija en el cambiante paisaje del campamento mientras realizaba la difícil tarea de relatar mi historia a Quirón; solo el recordarlo me oprimía el pecho, aun así me obligue a contarle lo que sucedió con todo detalle mientras sentía su serena mirada fija en mí, lo cual me dificulto el ocultarle algunos detalles quizás bastante importantes. ¿Cómo era posible que aquel centauro pudiera ejercer tanta presión con una mirada tan tranquila? bueno, eso no importaba, ya que sin importar que no pensaba confiar en él, ni en ninguno de los extraños chicos de aquel lugar. Sin embargo eso no me impediría obtener respuestas, y por ahora parecía que el único que podía dármelas era aquel centauro que caminaba a mi lado.

-Uhmm... Perdone señor...-hable después del corto periodo de silencio que se había producido al terminar mi relato y durante el cual la mirada de este parecía escrutarme tratando de adivinar si le había contado todo o no

-Llámame solo Quirón querida- me interrumpió rápidamente con una sonrisa demasiado amable para ser real

-Está bien Quirón- se sentía extraño solo llamarlo por su nombre- yo eh... quisiera saber cómo termine aquí, además de cómo es posible que mi hermana supiera que este lugar existía

-Lamentablemente no tengo la menor idea de cómo es que tu hermana conocía de nuestra existencia, ya que debido a como la describes no parecía ser una mestiza- durante unos momentos se quedó pensativo como si estuviera repasando una larga lista de chicos y descartándolos uno a uno- sin embargo el cómo llegaste no es un misterio, un grupo de campistas te encontró en la ciudad justo antes de que un perro del infierno te atacara, y luego te trajeron aquí-

Esa no era la explicación que yo había esperado, pero aun así asentí ya que por su expresión supe que no iba a obtener otra respuesta y seguí caminando a su lado por algún tiempo antes de que llegáramos al círculo de cabañas donde él bruscamente se detuvo con la mirada perdida en algún punto en el horizonte y justo cuando estaba a punto de preguntarle algo el rompió aquel silencio de una forma un tanto extraña

-Bueno querida, tengo algunos asuntos que atender, pero Sebastián te mostrara el resto del campamento-dijo señalando a un joven de cabello castaño, piel tostada y que parecía ser bastante atlético, aunque su expresión no parecía de alguien problemático.

El tal Sebastián parecía haber estado escuchando la conversación, pues apenas Quirón lo nombro él se giró y empezó a acercarse con paso decidido al mismo tiempo que el centauro se alejaba a trote; al verme libre de Quirón decidí ignorar al chico y sin más le di la espalda y empezó a caminar sin rumbo tan solo con la idea de alejarme de aquellas cabañas las cuales por algún motivo me daban escalofríos, le hacían sentirse vigilada e incluso algo incomoda. No necesitaba de ningún guía, gracias a las historias de Tash conocía bastante bien el campamento, aunque me pareció que había mas cabañas de las que mi hermana conocía; aun así preferí no darle importancia y solo seguir caminando, o esa era mi idea cuando me topé con el lago o mejor dicho cuando me caí en el lago, y me encontré con aquel hermoso y misterioso par de ojos verde mar observándome directamente desde las profundidades más oscuras del lago; aunque justo después oí un sonido de chapuzón y de pronto me encontré en la orilla luchando por sacar toda el agua de mis pulmones

 No necesitaba de ningún guía, gracias a las historias de Tash conocía bastante bien el campamento, aunque me pareció que había mas cabañas de las que mi hermana conocía; aun así preferí no darle importancia y solo seguir caminando, o esa era mi i...

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-Debiste haber tenido más cuidado nueva, pudiste haberte ahogado- dijo una voz masculina a mi lado, aún no había girado hacia quien me había salvado, pero cuando lo hice desee que no fuera esta persona, pues se trataba del chico que había tratado de evitar... Sebastián - además si querías ver el lago pudiste simplemente decírmelo-

-No necesito ningún niñero, gracias, puedo arreglármelas por mi propia cuenta-

-¿A si? Pues eso no fue lo que me pareció hace un segundo, y de nada por evitar que te ahogaras, no tienes que ser tan antipática ¿sabes?-

-Como sea, estoy perfectamente por mi cuenta-

Sin esperar su respuesta me levante y después de sacar gran parte del agua de mi cabello y ropa me dispuse a marcharme de nuevo, pero al sentir la mirada de Sebastián pegada a mi espalda me hizo voltearme molesta dispuesta a golpearlo, pero en vez de tener la expresión de autosuficiencia que esperaba el parecía estar estupefacto y tardo un par de segundos balbucear algo que explicarse su mirada

-¡Tu-tu...cabello....esta en llamas!- dijo con una expresión sorprendida y tarde un momento en darme cuenta el mi caída en el lago había borrado todo el lodo y la suciedad de mi cabello y este había recuperado su color rojo brillante y cambiante

-¿En llamas?-pregunte extrañada al voltear a ver mi cabello- ohhh te refieres a su color

Tuve que contener la risa mientras terminaba de apartar el barro de mi cabello, su expresión era demasiado graciosa, de echo parecía que nunca había visto un cabello pelirrojo como el mío antes, lo cual era raro pues nadie había reaccionado de esa...

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Tuve que contener la risa mientras terminaba de apartar el barro de mi cabello, su expresión era demasiado graciosa, de echo parecía que nunca había visto un cabello pelirrojo como el mío antes, lo cual era raro pues nadie había reaccionado de esa manera antes, lo cual me hizo repensar mi decisión de alejarme y le extendí la mano para que se levantara para luego seguirlo de regreso hacia las cabañas.

¿Semidiosa o Monstruo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora