No quiere creerlo.
A pesar de tener el bache de papeles en su mano, oír las sirenas alejándose y que varios policías estén revisando aquel departamento que el tanto conocía, no puede creerlo, o al menos no quiere.
- Señor, ya se han llevado al... bueno, usted debe ir al hospital y supervisar todo el proceso.
Jun solo asiente moviéndose como si su cerebro estuviera haciendo todo automáticamente.
¿Por qué la vida lo trataba así?
Primero su relación fallida con Chae, después... Dios, después lo que está pasando con su adorada Pinky y ahora esto. No puede llorar, no aun. No sabiendo que su hija aun sigue en el hospital y en cualquier momento pueden llamarlo para darle más malas noticias, no cuando sabe que Chan a hecho eso por salvarla.
No sabe que sentir.
Los doctores y encargados de la donación de órganos ya han salido a hacerle las preguntas de rigor, y como Chan no tiene familia cercana más que él, ha sido quien termino firmando lo papeles de aceptación para la donación de órganos.
El mismo doctor fue el que le empezó a explicar el proceso por el que tendría que pasar Pinky, justo ahora estaban en el quirófano y Jun estaba viviendo las horas más largas de su vida.
No sabía como reaccionar, todavía no procesaba todo.
En el fondo esperaba que todo fuera una broma y que en algunos momentos Chan aparecería en el hospital para abrazarlo, tan fuerte que aquel olor característico que siempre lo rodeaba inundaría su sentido del olfato reconfortándolo al instante.
Le dedicaría una sonrisa victoriosa antes de decir:
"Te lo dije Hui... te dije que alguien llegaría pronto"
Y si llego. Pero Chan no estaba ahí para verlo. Oh mejor dicho, Chan no espero a que algún "héroe" llegara, el mismo fue el héroe.
Tenía tantos sentimientos encerrados que golpeo la pared de la sala de espera, su puño se adormeció y algunas de las enfermeras que pasaban por ahí lo miraron con reproche, a el no pudo importarle menos.
"¿Porque lo hizo... cuando más lo necesitaba...joder, Channie porque lo hiciste?"
Derrotado se dejo caer en el piso sentándose contra la pared aferrando ese bache de papeles que los policías le dieron, aquellos que iban dirigidos para él y fueron los que acompañaron al menor en sus últimos momentos de vida.
Con la vista borrosa por las lágrimas que comenzaron a resbalar por sus mejillas, tomo la primera carta.
Mientras más iba leyendo su corazón mas revoloteaba y se estrujaba. Claro que recordaba todo lo que habían pasado, pero el... él nunca creyó que Chan lloraría tanto por él.
Tomo la segunda carta sin poder detener su lectura. Recordaba esos momentos, por supuesto que sí, eran parte de lo mejor de su vida. Chan siempre seria su mejor amigo, Chan siempre seria esa otra parte de el mismo, aquella persona que lo complementaba.
Mientras más iba leyendo las piezas más iban encajando en su mente.
¿Acaso Dino... acaso el?
Tal vez si se merecía todo lo que le estaba pasando, maldición, claro que se lo merecía, el hizo pasar al menor por todo eso y...
¿Cómo no pudo darse cuenta?
Siempre se la pasaba presumiendo que no había nadie en este mundo que conociera a Chan tan bien como el, ahora no estabas seguro. El sabia de los gustos de Dino, lo sospecho desde que estuvieron juntos en universidad y lo confirmo cuando se entero de la relación que el menor tuvo con su primo.
Chan creía que el no sabía de esos encuentros que tenia con Minghao, pero por supuesto que sabía de ellos. El mismísimo Minghao fue el que se lo dijo en la cara, aun recuerda ese día.
Los dos terminaron peleándose, al principio pensó que solo eran esos típicos celos de amigos, pero cada vez que se imaginaba a su primo besando a su pequeño Chan (porque no importaba su edad, siempre seria su pequeño) algo dentro de él se retorcía de la ira.
Nadie podía tocar a Channie, nadie era lo suficientemente bueno para él.
Ese sentimiento de posesividad nunca lo había sentido con nadie, ni siquiera con Chae.
Pero es que Dino era diferente, siempre fue diferente.
Por cada palabra que leía y por cada carta que pasaba, deseaba tener a Chan a su lado. Quería pedirle perdón, perdón por todo lo que le hizo pasar cuando estuvo al lado de Chaeyong, si él le hubiera dicho algo...
Maldicion, si Chan le hubiera dicho siquiera que Chae no le caía bien o sus sospechas sobre ella, el no hubiera dudado en dejarla ir.
¿Hubieras aceptado sus sentimientos?
Le pregunto una voz dentro de si mismo y el no pudo contestar. ¿Lo hubiera hecho? Sin embargo ¿acaso eso tenía importancia? Chan ya no estaba ahí.
Nunca más regresaría.
Nunca más volvería a ver esos ojos negros que tanto le transmitían. Jamás lo vería sonreirá mientras le enseñaba a Pinky algunas coreografías de Michael Jackson, no estaría ahí en esas pijamadas que hacían cuando su hija se quedaba en casa, no volvería a vestir ese pijama de cuerpo completo de dinosaurios que hacia pareja con el suyo y con el de Pinky.
No llegaría de improvisto a su casa.
No estaría ahí para tomarse esa cerveza en la terraza después de que ambos consiguieran que Pinky se durmiera.
Simplemente, el ya no estaría ahí.
Y eso le dolía. Le dolía como nada nunca jamás le había dolido antes.
Incluso, aunque sonara feo, ni siquiera sintió ese vacío dentro de sí cuando le informaron de la enfermedad de su hija. Con la noticia de su hija al menos le quedaba esperanza pero con Channie... bueno ahora solo le quedaba un cuerpo frio que justo en estos momentos estarían, ni siquiera podía pensarlo.
Quiera gritar, retorcerse en el suelo y hacer un berrinche como un niño pequeño.
"¡Devuélvanme a Chan, devuélvanmelo!"
Pero no puede, es un adulto, con una hija hospitalizada en estos momentos. Tiene que guardar compostura.
Necesita Chan acompañándolo en estos momentos. Que estuviera ahí sujetándolo de la mano para tranquilizarlo, que estuviera ahí para que el pudiera caer a sus pies y pedirle perdón de rodillas por todo lo que le hizo pasar, tenerlo ahí para golpearlo, golpearlo por haber tomado una decisión tan egoísta pero al mismo tiempo tan altruista.
"Solo te quiero a mi lado"
Algo hizo click en su mente.
Sin poder aguantarlo más lanzo las cartas al piso. Las lágrimas no paraban de correr por sus mejillas.
"Yo también te amo Channie."
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Y bueno, por fin he terminado esta historia, se que he tardado pero esta semana ha sido de locos con el ultimo parcial y cosas asi. Pero lo prometido es deuda, no me termina de convencer este final, sin embargo es todo lo que mi mente da para ahora y es asi como debia terminar. Lo demas pueden deducirlo ustedes.
Para todos aquello que me hayan acompañado durante esta historia, los lofiu.
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8 veces en las que llore a causa tuya. ~ JuNo
Fiksi PenggemarPuedo asegurar que en todo lo que llevamos de conocernos siempre me has considerado como tu pequeño amigo llorón, sin saber que el mayor causante de todos mis llantos has sido tu... En lo que va de nuestras vidas solo he llorado 8 veces de forma rea...