Capítulo 12.

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Fuimos hasta una heladería ya que el salto como un niño pequeño al ver que un chico compró uno de chocolate, él pidió el mismo que compró aquel chico, y yo solo pedí un vaso con agua, después nos fuimos a sentar en una de las mesas.

-Entonces...?- empecé.

-La verdad, yo distingo a Robert desde pequeños.- tragó fuerte.

-¿Cómo era él?

-El... De pequeño era un chico realmente divertido, era social, sonriente, amigable y buen estudiante, siempre era el mejor de todos...- soltó una pequeña risita de nostalgia.- de pequeño me le declare a un chico, y el solo me golpeó y me trato como si fuera una maldita basura.- primera lágrima caída.- Robert vino con un palo y lo correteo casi por todo el lugar.- su risa es bonita.- llegamos hacer buenos amigos, después al yo tener diez años, y el nueve, puedo decir que el sabía perfectamente que me gustan los chicos, aún así nunca se separó de mi, y nunca me trató mal, además... Nunca recibí un rechazo de su parte, siempre me apoyaba sin importar nada, pero...- sus manos de un momento a otro comenzaron a temblar.

-No te preocupes... Tómate tu tiempo.- dije, y el asintió, termino su helado y pidió otro, yo aún seguia con mi vaso con agua.

-Pero... El tuvo un accidente- ¿Qué?- ese accidente ocasionó que perdiera parte de su memoría- eso... pasó de verdad? Debo creerle?.-el se olvidó de mi, olvidó absolutamente todo que tenga que ver sobre mi, al perder parte de sus recuerdos todo en el cambio, se volvió más tímido, callado, ya no hablaba con nadie, se mantenía alejado, se podría decir... Que era ¿antisocial? Aveces llegaba golpeado, algunos del colegio lo golpeaban.- parece no estar mintiendo, pero logró que mi pecho empezará a doler.

-Porque no le ayudabas?- pregunté mientras apretaba mis manos echas en puño.

-Lo intenté, pero también terminaron golpeándome, no volví a saber más de el, ya que me había mudado... Cuando vuelvo, me entero que había muerto.- dijo y sus lágrimas empezaron a caer cada vez más, yo... Debo ser fuerte, además no creo que debí haberle reclamado por no ayudarlo, de igual manera, no hubiera cambiado nada, todo esto es mi culpa.

-Pero... En el cementerio, fuiste a visitar a otra persona, no? Por eso dude si lo conocías- pregunté.

-Si, después de que fuera a ver mi hermana, iba a ir donde él.

-¿Cuantos años tenía tu hermana?

-Tenia apenas seis años...- dijo y soltó la cuchara del helado.- bueno, ya estoy lleno, podemos irnos.- dijo con una sonrisa, este chico sabe esconder muy bien lo que siente.

-Claro...- fui a pagar, o bueno a pagarle los dos helados que había comido.

-Porque pagaste?- preguntó.

-Por nada, mejor vámonos.- dije abriendo la puerta y el salió después salí yo.- por cierto... Porque me contaste eso? Es un tema personal y tan importante para ti, como para que te lo cuentes a un desconocido.

-Me pareciste de confianza y además, que aunque él no esté aquí, en vida, parece ser que tu corazón aún le pertenece, sin importar su ausencia, ni que tanto estés sufriendo, pudo ver que lo sigues amando, entonces no le veo ningún problema en que sepas ésto.- dijo mirando al frente.

-Como voy a olvidarlo y lo más importante, dejar de amarlo...- respondí.

-Eres una buena persona.- dijo parando de caminar y me volteó a mirar.- mi nombre es Josh... Y el tuyo?

-Dylan.- le extendí la mano y el hizo lo mismo.

-Espero nos volvamos a encontrar más adelante, Dylan.- dijo sonriendo y yo asentí, yo seguí mi camino y él, el suyo.

Parece ser alguien bastante amigable.

Vamos a Jugar de Nuevo. - #2. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora