2 primera vez

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-----flashback----- Sehun estaba feliz con aquella relación, amaba a Luhan con toda su alma, cada pequeño segundo era especial, no había prisa, era algo lento, un amor que surgía y se volvía más apasionado

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-----flashback-----
Sehun estaba feliz con aquella relación, amaba a Luhan con toda su alma, cada pequeño segundo era especial, no había prisa, era algo lento, un amor que surgía y se volvía más
apasionado. Porque él no quería a Luhan para ser solo besos, no lo quería para ser solo risas, ni minutos. Sehun quería crear momentos inolvidables, momentos que pese a los años perduraran en sus recuerdos.

Porque el siempre estuvo enamorado, se enamoro de Luhan por su forma de ser, de su forma de vivir la vida, se enamoro de sus labios, su cara, de sus ojos miel, se enamoro con cada segundo y con cada palabra; como la primera vez que lo vio, en aquella firma de libros.
Sehun era un pintor, uno que paso su vida entera creyendo que jamás sería feliz, que había dado por terminada su última obra de arte, hasta que Luhan apareció en su vida, cambiándolo todo, haciéndolo pintar de nuevo, pero esta vez su rostro, Luhan era como
un ángel para él, uno muy bello uno que quería conservar hasta su último suspiro.

Aquel día despertó, le dolía un poco su cuerpo, no estaba en las mejores condiciones pero eso no era impedimento, porque se tragaría todo el dolor con tal de ver a Luhan
sonreír, tenía miedo es cierto, tenía miedo de amarlo, pero estaba ahí amándole de todas formas. Había una parte de él que le decía que dejara todo, que diera la vuelta y no se
enamorara mas, pero decidió arriesgarse, porque Luhan lo valía todo, valía cada beso, cada caricia.

Ese día había quedado con Luhan en la cafetería de su amigo Jongin, asi que salio de su departamento y camino despacio por la acera, el frio viento golpeaba su rostro y hacia volar su cabello negro, respiro hondo, llenando sus pulmones con mas vida, tocio un poco cuando sintió su garganta arder, tocio mas y entonces se dio cuenta que su mano estaba llena de sangre.

Sus ojos se cristalizaron, no quería llorar, no quería que todo se fuera a la mierda tan rápido, le habían dicho que todo estaría mejor pero... fue todo lo contrario; limpio su boca con un poco de papel y retiro las pequeñas lagrimas que se deslizaron por sus
mejillas.
Una sonrisa se formo en su rostro, una tan falsa pero necesaria para no preocupar a su pequeño ángel.

Llego y lo vio sentado junto al ventanal de la cafetería, el sol daba a su ciervo, miro de nuevo la piel lechosa y el cabello tintado de rubio que hacían latir su corazón con fuerza, se acerco y tapo los ojos de Luhan robándole un casto beso en los labios antes de permitirle ver de nuevo y sentándose frente a él.

Comieron entre risas y una que otra frase estúpida, pero para ellos, el tiempo que pasaban juntos era valioso, Luhan estaba seguro que nunca amararía a nadie como amaba a Sehun.

Pasaron las horas y el cielo se nublo dejando ver las pequeñas gotas de
lluvia, comenzó a llover estrepitosamente, rieron antes de que Luhan lo tomara de la mano y comenzaran a correr tapándose con las manos de la lluvia, fallando en el intento.
Llegaron al departamento de Sehun, estaban empapados, sonrisas se cruzaron y el sonido de la lluvia mezclado con sus respiraciones agitadas.
Un silencio se formo en el ambiente, uno cómodo que permitió a Sehun observar a Luhan con sus cabellos tapándole la cara, con pequeñas gotas cayendo de su ropa; se acerco a él y con sus dedos quito el flequillo que estorbaba, tomo su rostro y Luhan se
sonrojo, sus corazones latían con fuerza, sus miradas trasmitían una enorme carga de sentimientos.

QUERIDO NADIE [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora