3 primera pelea

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Luhan despertó en la madrugada, tenia dolor de cabeza y su cuerpo no estaba reaccionando como él quería, le costó levantarse solo para ir directo al baño donde no hizo nada más que mirarse al espejo.

—tú no eres Xiao Luhan— se dijo a si mismo mientras tocaba su rostro, ese rostro pálido lleno de ojeras y sin expresiones.
Recordó vagamente al chico sonriente que era, tan alegre que dolía.
“¿Qué más puedo hacer?” pensó Luhan, ahora que pequeños pedazos de sus recuerdos se iban uno por uno, ahora que ya no podía moverse con libertad.

----flashback-----
Luhan estaba enamorado, perdidamente enamorado del pintor, del hombre que lo saco de la comodidad de su casa, que lo hizo vivir, conocer y hacer cosas que nunca hubiera creído hacer, Sehun lo había llevado a viajar por muchos lugares, tenían una pared repleta de sus fotos juntos alrededor del mundo, recuerdos que ninguno quería borrar. Las veces que hacían el amor se sentía el ser mas dichoso, le regocijaba sentir la piel caliente de Sehun con la suya, las
manos torpes de su novio acariciarlo, los besos constantes que lo hacían delirar de placer, todo aquello lo hacía feliz.
Sehun solía pintarlo mientras comía, dormía, mientras hacia cualquier
estupidez, Luhan se sonrojo la vez que lo pinto desnudo acostado en la cama, pero era un retrato hermoso, se había visto tendido con sus cabellos rubios
tapándole ligeramente los ojos, su piel contrastando con las sabanas rojas y
unas bellas alas blancas saliendo de su espalda.
“sería un crimen no pintarte” le había dicho.
Pero todas las relaciones tienen altas y bajas; y aunque habían discutido
anteriormente, solían ser por cosas tontas sin importancia, Luhan nunca pensó que su relación se deterioraría tan rápido, no después de casi 5 años. Estaba equivocado.

En la última semana de diciembre Sehun estaba actuando raro, quizá porque en una semana mas cumplirían sus 5 años juntos, pero desde hace meses Luhan lo noto distante, aquel chico sonriente y que lo mimaba a cada rato ya no estaba y Luhan tenía miedo, tenía miedo de que aquel pelinegro lo abandonara por alguien mejor que él, sentía inseguridad misma que lo llevo donde está ahora, discutiendo como un idiota con Sehun.
Había decidido enfrentar la indiferencia de su novio, sabía que estaba ocupado, Sehun estaba exponiendo sus pinturas, tenía que viajar de un lado a otro pero ese no era motivo para dejar de verse o eso creía Luhan.
Entro al departamento y miro a Sehun caminar de un lado al otro con el seño fruncido, tenía todo el cuerpo manchado de pintura y sobre una mano el pincel que utilizaba frecuentemente y frente a él, un retrato de Luhan, un Luhan sin terminar.

—Sehun… necesitamos hablar—dijo serio, sin inmutarse aunque sentía un nudo en su garganta.

—¿Qué pasa?—dejo de caminar para verlo.

Se armo de valor y aunque tenía miedo de enfrentar la verdad, hablo.

—¿Por que ya no me llamas Sehun, no me has visitado en casi 1 mes, no
contestas mis mensajes, acaso tienes un amante Sehun? ¿Acaso es eso?
Porque si es así…— fue interrumpido

—No Luhan, no tengo un amante— bufo, estaba cansado y últimamente sus recaídas eran más frecuentes, no había visitado a Luhan porque había estado internado en el hospital, no pudo mandarle mensajes porque no quería que se enterara que moriría, no quería y lloraba constantemente por ser cobarde, por no poder enfrentar la realidad y seguir ocultando algo que poco a poco lo consumía.

—Dime la verdad Sehun— expreso molesto

—¡Te estoy diciendo la verdad joder Lu!—

—¡No, contéstame! ¡¿Tienes un amante?!— le dijo mientras lo empujaba.

—¡no lu, no tengo un maldito amante! ¡¿Por qué no puedes entender que solo estoy cansado?! —

QUERIDO NADIE [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora