Like That ⚡ Jungkook ✔

🌹 [02]

Jungkook se despertó debido a la luz que asomaba por las cortinas de la habitación. Estiró todo su cuerpo y se frotó los ojos, volteó hacia su izquierda para observar a la chica que dormía plácidamente. Que buena noche, pensó recordando todo lo que hicieron la noche anterior, no se había equivocado al pedirle su número aquel día en el parque.
Se había escapado del staff para fumar un cigarro tranquilo después de una entrevista pero al ver a tan linda chica sola en un banco no se pudo resistir y se acercó a hablarle. Parecía tímida y reservada pero en la cama había demostrado ser todo lo contrario. Esas son las mejores.

Procurando no hacer ni el más mínimo ruido se deslizó de las sábanas en busca de su ropa, se la puso, tomó su teléfono que tenía siete llamadas perdidas de Jimin y diez de Jin, sonrió y salio de la habitación.
La fría brisa de la mañana le azoto la cara cuando abandonó el edificio, que solo cubría con un cubrebocas negro, a pesar de ser la siete menos cuarto de la mañana prefirió cubrirse por si algún fotógrafo o sassaeng lo veía. Aunque no era un secreto para nadie que él andaban en esos pasos, no sería raro que lo fotografiaran saliendo de un motel o de un edificio que no fuera en el que vivía.
Se dio cuenta de que no estaba muy lejos de donde vivían y se rió, no solo estaba buenísima sino que también vivía cerca de su residencia. Decidió caminar y así aprovechaba para fumar un cigarro. No tardo mucho, en menos de veinte minutos ya se encontraba presionado el botón del ascensor que lo llevaba a su departamento.
Al entrar no vio a nadie, tiro las llaves sobre la mesa de la sala y se encaminó a su habitación. Hoy les tocaba mudarse a Los Ángeles así que dedujo que los demás estarían haciendo las maletas, él haría lo mismo.

¿Por que se mudaban a Los Angeles? La popularidad de BTS aumento considerablemente este año no solo en Corea sino también en América, así que al CEO pensó que sería buena idea hacer un programa de variedades allá como el que hicieron hace unos años. Por lo tanto todos se mudaría a una casa en L.A por los siguientes tres meses.
Todos estaban mas que contentos con la idea de mudarse, cambiar de aire y vivir en una hermosa y espansiosa casa en los Estado Unidos, así que por supuesto nadie se negó.

— ¡¿Quién llegó?! — los gritos de Jin retumbaron desde la sala. — Yo conozco ese llavero. ¡Jungkook!

El menor dejo de doblar la ropa que llevaría y miro en dirección a la puerta por la que entraría su hyung armando escándalo. Y así fue, Jin entro a su habitación con cara de pocos amigos y su teléfono en manos. Jungkook coloco las manos en la cintura y sonrió.

— Hasta que por fin llegas. ¿Donde estabas?

— Por ahí. — se escogió de hombros y regreso a lo suyo, hacer su maleta.

— Y te costaba mucho llamar para avisar que no llegarías a dormir. — levantó su teléfono. — Te llame diez veces. No vayas a contestar engendro del demonio.

— Estaba ocupado. — le restó importancia al asunto, cosa que enojo mas a Jin.

— Ajá, y te costaba mucho trabajo mandarme siquiera un puto mensaje diciendo: “Hyung estoy follando que una puta, no me esperes para cenar llegare cuando me de la jodida gana. Buenas noches” — hizo comillas con los dedos moviéndose de un lado a otro rojo por falta de aire. Jungkook soltó una carcajada y negó con la cabeza. Jin hasta enojado era un payaso. — Me tenías con el corazón en la boca niño.

— Tranquilo hyung, respira. — Jimin que escuchaba los gritos de su mayor desde su habitación se acercó por detrás y paso un brazo por el cuello de su hyung. — Sabes como es nuestro Kookie. A él le gusta follar los fines de semana, nunca llega a casa los sábados por la noche.

Jungkook apunto a Jimin dándole la razón. Jin cansado se volteo y abandono la habitación murmurando “Estos niños no cambian” “Un día de estos me matan” y demás. Ambos rieron.

— ¿Te divertirse eh? — se apoyó en el marco de la puerta y miro el cuello de su amigo adornado por chupetones y dos arañazos.

— Si, mucho. — dejo las dos maletas sobre el piso y cogió su mochila negra para poner lo que faltaba.

— ¿Fue la chica del parque verdad? — asintió. — Parecía medio tonta.

— Pero en la cama fue otra historia. Tenias que verla, no me dejó estar arriba ni una sola vez, hasta me quería amarrar a la cama. — Jimin agrandó los ojos y Jungkook asintió con la cabeza. — Las apariencias engañan amigo.

— ¿Te despediste de ella?

— No, nunca lo hago.

***

Al llegar al aeropuerto el caos se desató. Fans correteando de acá para allá tratando de seguirlos, algunas incluso lloraban porque nos los verían en mucho tiempo.
Hicieron todo lo que debían hacer y se subieron al avión.
A Taehyung y Jungkook les tocó sentarse en juntos. El menor se acomodó en su asiento listo para dormir todo lo que no lo había echo en la ultima semana pero el sonido de su teléfono lo interrumpió.

Por que te fuistes???? 😞

Quien eres????

Soy Minye 😮

Miró la pantalla confundido. ¿Minye? Recuerdos de la noche anterior llegaron a su cabeza, Minye era la chica del parque, con la que había dormido anoche.

Ah si, ya me acorde
Gracias por la noche nena 😏😙

Jungkook...
Me gustas

Se rió, borro los mensajes y bloque el número. Taehyung estaba pendiente de la conversación y sonrió negando.
Jungkook se tapó con el cubrebocas y se dedicó a dormir.

***

— Nena me tienes que estar jodiendo. — el chico estaba en shook.

— No, te estoy diciendo la verdad. Ya no me interesas. — sus palabras sonaban frías, carentes de sentimientos.

— P-pero me dijiste que me querías, y-y que era diferente.

— Si, pero te metí. — rodó los ojos mirándose las uñas.

— ¿Todo era mentira? — estaba a punto de llorar, algo que no le importo en lo mas mínimo a Emilia.

— Eres lento niño. Todo era mentira, no eres diferente eres igual de estúpido que el resto. Patético Joshua, eres patético.

— Pero yo te amo. — intento acercarse a ella pero la chica alzó su mano con cara de asco.

— Eso a mi no me importa. Ahora escucha, no me llames, no me busques y ni se te ocurra acosarme en las redes ¿entendido? — sin esperar respuesta de él tomó su bolso y salio del lujoso hotel con una enorme sonrisa en su rostro.

Se sentía genial, siempre lo hacía cuando se trataba de jugar con los hombres. Creía que tenía el poder de jugar con ellos a su antojo, que su belleza era única y que podía tener a todos los que ella quisiera. Y no se equivocaba.

Subió a su Jeep blanco y se marchó del lugar antes de que Joshua saliera de trance y se le diera por salir tras ella para armarle un escandalo en la calle.