¿Y si nunca te hubiese conocido?

Capitulo 18

POV. Catherine

Estaba más nerviosa de lo que jamás había estado en mi vida, ni siquiera se compara con la primera vez que llegue a Corea. Mis manos sudan y tengo náuseas, no estoy frente a Park aún y me siento así, estoy segura que si me lo encuentro me desmayare al instante.

Christian está recogiendo nuestro equipaje mientras yo espero impaciente para irme al hotel y esconderme de todo el mundo. Aún cuando llevo un tapabocas negro, un saco negro y unas gafas oscuras siento que en cualquier momento me encontraré con alguien y mi plan de pasar de ser percibida se irá al caño.

—ya cálmate, puedo sentir cuan nerviosa estás estando a más de 20 metros.

Christian sonríe divertido, solo bufo mientras tomo mi maleta y comienzo a caminar hacia la salida del aeropuerto.

Estoy tan concentrada en llegar lo más rápido posible a aquella puerta que sin querer me tropiezo con alguien haciéndolo caer. No peso tanto como para que se caiga, maldito exagerado.

—Lo siento mucho.

Hago una leve reverencia y sigo mi camino sin detenerme a ayudarle o mirar de quien se trataba. Llegó a mi destino sana y salva y sin que nadie me reconociera, el FBI debería contratarme.

Alguien entrelaza mi mano a la suya, me sobresalto y justo cuando estoy por golpearlo me doy cuenta de que es Christian quien me observa serio, ahora el anda enojado, ¿Me puede ir peor en este viaje?

—se que odias este viaje, y más está ciudad pero de verdad debes calmarte, no puedes andar por ahí tirando a las personas al piso por tu estúpido afán de llegar al hotel y esconderte debajo de las cobijas.

¿Enserio soy tan obvia?, Este inutil supo todos mis planes sin decir nada, además se atrevió a regañarme, ¿Quien se cree este idiota?

—no ando de humor para que me andes regañando como si fueras mi madre.

suelto su agarre y tomo el primer taxi libre que veo, tomo la manija de la puerta para subirme pero el idiota a mi lado la cierra y le dice al conductor que siga su camino, muy bien, alguien no volverá a tener hijos jamas.

—¿Ahora que? ¿Me harás caminar más de 20 kilómetros hasta el hotel?

—tal vez, así podrás bajar un par de kilos.

Me guiñe un ojo, le sonrió amablemente mientras mi rodilla se alza dándole en su entrepierna.

—tal vez así dejaras de decir estupideces, ¿No lo crees?

Se arrodilla sosteniendo la parte afectada mientras susurra cosas sin sentido, se lo tenía bien merecido.

Un auto se estaciona enfrente de nosotros, muy lujoso debo decir, y de aquel bajan dos personas. Estoy tentada en salir corriendo y dejar a Christian para que lo secuestren... no sería tan mala idea.

—¡Señor Yu! ¡¿Pero que le han hecho?!

Uno de ellos se inca para estar a su altura mientras el otro me observa fríamente, esto se está tornando mucho más extraño y yo estoy apunto de irme.

—no pasa nada, ah sido una broma de mi novia.

¡¿Que ha dicho el mal nacido este?!

—¡¿Novia?! ¡¿te pegue tan duro que hasta olvidaste quien soy, idiota?!

—por favor, no trate así al señor Yu, la señorita no debería tratar así a su novio.

¿Enserio este inepto se lo ha creído? El mundo se llena cada vez más de idiotas.