Cap 2

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[Narra Lynn]

Me había despertado con un leve dolor en la espalda, Parecía que estaba durmiendo en algo plano. Me senté lentamente con mis ojos entrecerrados, observé a mi alrededor y me di cuenta de que estaba en una habitación desconocida, estaba pintada de negro y sólo tenía una ventanilla de esas que hay en las prisiones, esa era la responsable de la iluminación del cuarto, ya que por otra parte no había un bombillo.

Miré mi mano izquierda la cual estaba sucia al igual que la venda, el suelo estaba muy descuidado, logré ensuciar mi blusa y parte de mi cuerpo, moví un poco mi pie izquierdo y pude apreciar el sonido de una cadena al moverse, ahí fue cuando abrí mis ojos completamente, librándome del sueño.

Iba a levantarme, pero justo en ese momento la puerta se abrió, pude presenciar a la misma chica de antes, la asesina, traía en manos un plato con ensalada de frutas. ¡Ese es mi plato favorito!

Ella se agachó frente a mi.

— Buenos días, te traje el desayuno.

Yo me quedé en silencio con la mirada baja, aunque ese fuera mi plato favorito no lo aceptaría de alguien como ella.

— ¿Quieres morirte de hambre? — ella colocó el plato frente a mi en el suelo.

Yo seguía sin responderle.

— ¿No vas a responder?

— . . .

— Si no dices algo, Te juro que te hago comer ésta mierda.

No respondí, y cometí un error al no hacerlo. A los pocos segundos ella me tomó del cuello de la blusa y me pegó en la pared con su mano izquierda, y con la derecha tomaba un puño de ensalada y lo introducía a la fuerza en mi boca. Sentía que me ahogaba, intenté empujarla pero no pude, ella era mil veces más fuerte que yo. Tuve que tragarme toda la comida obligada.

Al terminar ella me soltó y se levantó enojada, yo sin embargo tocía con fuerza; ví que ella sacaba de su bolsillo una navaja, y empecé a asustarme como si de una película de terror se tratase.

— No... ¡No por favor! — Le dije mientras recogía mis piernas y trataba de ocultarme con mis brazos.

— ¿No qué? — Respondió con una voz ronca.

— No me lastimes...

— . . .

No dijo nada, Se agachó en frente de mí nuevamente y apartó mis manos de mi cara, Hizo que yo la mirara fijamente. Me tomó del mentón con sus dedos con cierta suavidad mientras que apoyaba su mandíbula en su mano derecha la cuál estaba siendo sostenida por la rodilla.

— No te haré Daño por ahora, Pero si me haces enojar o no me obedeces... te haré sufrir. — Sonrió.

Me observó completamente, notó mi suciedad por lo que soltó un suspiro y rodeó los ojos.

  — Mírate, Estás toda sucia, Te llevaré al baño para que te duches.

Ella sacó una llave de su bolsillo y con ésta logró quitarme la cadena del pie... Es mi hora, mi oportunidad de escapar ha llegado, la tomé desprevenida y la empujé al suelo con toda la fuerza que tenía, rápidamente me levanté y salí de la habitación, Me encontraba en un pasillo, en ese pasillo vi que había un lugar grande más adelante y con una puerta. Supuse que era la sala; Corrí lo más rápido que pude, no pude evitar sonreír al saber que saldría de ese lugar. llegué a la puerta y al abrirla, mi sonrisa desapareció, Un chico estaba parado en la puerta con una ceja arqueada. 

Él me empujó al suelo.

  — ¡D-Déjame ir! — Exclamé Exaltada, me levanté del suelo, sin embargo fui empujada otra vez.

Atrás se acercaba la Pelinegra con una expresión de enojo en su rostro.

Tenía su navaja en mano.

Y a pocos segundos... ya estaba atrás mio. 

Continuará. 

Amor de Estocolmo (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora