Capitulo 5

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¿Una reunión? Quien lo diría.

La música comenzó a sonar. Todos se hallaban abajo. Mi hermano me permitió salir de mi habitación cuando quisiera pero la verdad no tenía ganas de bajar y ver cómo él y Dorian se besan con todas las chicas del lugar.

Me coloqué mis pijamas y puse una película conocida como Rocky Balboa, un clásico.

Pasé varias horas viéndolo junto con mi nutella, cosa que debería disminuir el consumo en mi vida ya que tarde o temprano me volveré una bola llena de nutella.

Los créditos comenzaron a salir y mi nutella se había acabado, sin pensarlo salí de la habitación un poco nerviosa.

Varias personas se hallaban hablando o jugando, otros solo se besuqueaban y se tocaban de manera exagerada.

Busqué en la cocina un poco de frituras y coca cola.

- ¡Hermanita! - la voz distorsionada de mi hermano llegó a mis oídos - te he dicho que eres la hermana más sexy del mundo

- Estás muy ebrio Eitan

- Pero mira quién es - aquella voz llamó mi atención - la pequeña Moretz

Recuerdan la chica que besaba a Dorian el último día que estuvieron en casa, pues es ella.

- Lorena

- He escuchado que maduraste y que ya no eres la misma llorona de siempre - la risa de mi hermano llenó el lugar, la música se bajó un poco, las personas estaban atentas a nosotros. Dorian se acercó a paso lento a nosotros.

- He escuchado qué sigues siendo la misma zorra de siempre - su cara se formó en una expresión seria.

- Veo que aún sigues soñando alto

- Y tu besando sapos - una sonrisa cínica se instaló en su rostro, se acercó a mí de forma que solo yo escuchara lo que iba a decir.

- Debo decir que Dorian no es ningún sapo linda... ¿o si? - algo dentro de mi se encendió, un ardor en mi pecho.

Sin pensarlo impacte mi puño en su cara, las personas formaron un "oh" que hizo que ella reaccionará rápido y me devolviera el golpe.Me abalance sobre ella golpeando su rostro, mientras ella clavaba sus uñas en mi cara. Gruñi del dolor. Dimos vuelta quedando arriba de mi, sus uñas repasaron todo mi rostro. Para mi suerte alguien la separó de mi, quise volver a golpearla pero una mano me detuvo. Mi hermano sostenía y calmaba a una Lorena rojiza.

Me halaron hacia las habitaciones, por suerte era la mía.

- ¿Me puedes explicar que fue eso?

- Ella empezó

- Pero tu le seguiste - pasó una mano por su cara de manera frustrada - maldicion Persy - caminó hasta mi baño donde hay un pequeño botiquín que siempre pone mi madre en casos de emergencia.

Se acercó con cuidado y sacó alguna cosas. Tomó mi mano y depósito un poco de alcohol en mis nudillos, luego en mi cara haciendo que el ardor aumente.

- Basta. Duele - paró mirándome con desaprobación -¿Que querías que hiciera? ¿¡Que me dejara humillar por esa zorra!?

- No tenías que llegar a esos extremos Persy

- ¿Ah no?

- ¡No!

- Si quiera sabes lo que me dijo - se levantó de la cama y yo repetí su acción.

- ¿Y que te dijo? A ver

- Pues... de todas formas no lo entenderás

- No puedes puedes golpear a todos solo por unas simples palabras Persefone

- ¡Es Persy Joder! - le empujé un poco pero no se movió nada. Me acerqué amenazante y lo golpee un poco. Mi último impulso fue aferrarme a su brazos y sin pensarlo uni mis labios con los suyos. Sus labios habían quedaron inmóviles pero de pronto todo se volvió un beso feroz. Mis manos temblaban y sudaban a su vez, mi corazón parecía que se iba a salir. Mis manos recorrieron sus brazos y se apoyaron en su nuca. Sus manos tomaron mi cintura apegándome más a él. Me sentía en el paraíso.

Al instante me aparto de él haciendo que uno de mis golpes arda.

- Yo... esto no debió suceder

- ¿Que?

- No debió pasar

-¿Aún me crees una niña? ¿Es eso?

- ¡Joder! ¡Basta!

Salió de mi habitación furioso. Mis manos no paraban de temblar y por más que me sintiera deprimida por su rechazo no podía dejar de sonreír, ya que se que el me quería tanto como yo a él.

Mi móvil comenzó a sonar llamando mi atención, tomé la llamada sin fijarme en quien llamaba.

- Hola

- Persy... ¿Puedo ir a tu casa?

- ¿Mason?... claro ven

- Estoy abajo. Subiré

¿Que hacía Mason casi a media noche en mi casa?

La puerta se abrió dejándome ver a mi amigo él cuál se encontraba igual o peor que yo.

-¿Que rayos te sucedió? - su rostro tenía moretones graves.

-¿Que te sucedió a ti? - suspiró cayendo en la cama

- Una pelea con Lorena ¿La recuerdas?

- Por dios Persy. Debes dejar de pelearte con todas las chicas que hablan de Dorian

- Ella comenzó

- Estoy seguro que los golpes los comenzaste tu - rodé mis ojos y busqué el botiquín de hace algunos minutos. Tomé alcohol y pomadas para bajar la inflación.

- ¿Me dirás qué pasó? - coloqué un poco en la herida de su mejilla y en la de su ceja.

- No fue nada importante

- Si claro - me coloqué un poco así altura pero troce apoyándome de si torso y sus hombros, un gruñido me alertó. Le miré confundida sin entender, su cara de dolor me hizo comprender que algo pasaba. Levanté un poco su camiseta dejándome ver moretones gigantes, junto con marcas de hebillas y quemaduras de cigarros.

-¿Que mierda Mason? - levanté mucho más la camisa dejando al descubierto aún más marcas - ¿No es importante? ¡Te utilizaron como un maldito saco de boxeo!

Se separó de mi bajando su camisa. Me dolía verlo así de esta forma, tan herido. Tanto por fuera como por dentro.

- No es nada

- No lo entiendo. ¿No confías en mí?

- Claro que si pero es mejor que las cosas se queden tal cual están - suspiré pasando una mano por mi cabello.

- Bien

- ¿Puedo quedarme esta noche aquí?

- Claro. En el armario hay ropa que dejaste - asintió. Le miré extrañada ¿Me había pedido dormir aquí? Eso quiere decir que no quiere volver a su casa ¿Su familia tendrá algo que ver con esto?... No creo que sean tan psicopatas para hacerle esto a su hijo.

- Listo

Mason salió del baño vestido y más arreglado. Le sonreí un poco.

- Dormiré en el sofá - se dirigió al pequeño sofá de mi habitación pero lo detuve.

- Tu duerme en la cama. Estás muy lastimado - negó pero lo obligue a hacerlo. Se tendió en la cama con un poco de dolor. Me recosté en el sofá pensando en quien le había podido hacer esto a Mason.

Nobody like youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora