Nobody like you

Capitulo 14

Terminé de arreglarme para mi primera cita con Dorian. Sonreí por última vez en el espejo. Bajé las escaleras encontrándolo revisando su móvil.

- Bueno ya es... ¿Que te pasó en la cara? - me miró sonriendo un poco, tenía varios moretones, junto con una cortada en su ceja.

- Eitan - negué viéndolo mejor.

- Si que te dio una golpiza

- Lo merecía. Le mentí, además me folle a su hermana menor - mis mejillas comenzaron a acalorarse y una sonrisa se instaló en mi rostro.

Me tomó de la mano conduciéndome hacia fuera. Nos subimos a su auto y emprendimos nuestro viaje hacia algún lugar desconocido para mí.

- Estás hermosa - le sonreí mirándolo.

- Tu estás guapo

- Lose pequeña - reí.

El viaje no duró mucho. Dorian estacionó en un lugar apartado de la población. Nos bajamos del auto y miré mejor el lugar. Estábamos en el muelle.

- ¿Que hacemos aquí?

- Es una sorpresa - me tomó de la mano guiándome a través de este, sonreí al ver todos los botes de ricos en aquel lugar - aquí está - miré al gente donde se hallaba un gran bote.

Había muchas velas y flores regadas en el suelo de este, sonreí al ver la decoración romántica. También había una pequeña mesa en el medio.

- Joven McCroy es todo suyo - un hombre se acercó a Dorian tendiéndole unas llaves.

- ¿Es tuyo? - miré sorprendida.

- No pequeña. Un viejo amigo me lo presto. Pronto lo conocerás - sonreí besando su mejilla moreteada - ¿Te gusto?

- Me encanto

Dorian sonrió abrazándome por detrás. Subimos con cuidado. Observe la mesa y el vino puestos allí.

-¿Todo esto fue tu idea?

- Pues si - sonrió - no empezamos muy bien esto pero quiero que lo nuestro vaya enserio, sin mentiras y de la manera correcta - asentí acercándome a él. Le besé despacio por eso tengo que decirte algo que... - coloqué uno de mis dedos en su labio silenciandolo.

- Eso puede esperar

- Persy yo...

-Comamos - me acerqué a la mesa sentándome con cuidado. Dorian repitió la acción un poco confundido

- Espero te guste la comida china - reí asintiendo. Comenzamos a comer riéndonos de nosotros mismos y de las locuras que hacíamos.

Estaba locamente enamorada de Dorian. No podía decírselo, no está vez. Lo asustaría, debía comportarme como una mujer. Lo que él en verdad se merece.

- Te tengo una sorpresa - dije llamando su atención por completo. Nuestra cena ya se había terminado hace unos minutos y quería poner en práctica lo que había aprendido esta tarde.

- ¿En serio? - asentí. Lo tomé de la mano y lo guíe hasta el camarote. No pregunte como supe dónde coños estaba por qué no yo misma sé.

- Recuéstate - le pedí. Se tendió en la cama un poco confuso - cierra tus ojos - hizo lo que le pedí. Mire sus jeans sin saber muy bien que hacer. Me subí con cuidado en la cama a un lado de él. Bajé la cremallera de sus pantalones haciendo que abriera sus ojos.

- Pequeña ¿Que haces? - se incorporó mirándome de mejor forma. Tomó mis manos en las suyas como si las estuviera protegiendo - no tienes que hacer esto. No tienes la obligación

- Pero quiero hacerlo - suspiró soltando mis manos. Las introdujo en su chaqueta sacando algo de ella.

- Yo quería que esta noche fuera especial para ti - abrió su mano dando a mostrar dos collares - este es para ti y este para mi - me tendió el que parecía ser un timón de un barco mientras él se quedaba con el que parecía un ancla - Volteala - hice lo que me pidió llevándome una sorpresa.

- Tiene un D escrita

- La mia tiene una P - se colocó su cadena y luego me ayudó a hacer lo mismo - ambas unidas tiene un significado y es... que a cualquier parte que vayas yo te seguiré Persy - sonreí besándole.

- ¿Esta es tu forma de pedir que sea tu novia?

- Sabes que no soy bueno con las palabras pero... si quiero que seas mi novia. Quiero poder tomar tu mano y decirte lo mucho que me encantas. Además de que tu hermano no me golpee - reí. Tomó mi mentón plantando un beso en mis labios. De a poco me subí sobre él colocando mis manos en su nuca.

- No sabes lo que me haces sentir - sonreí. Bajé mis besos a su cuello mordiéndolo un poco. Jugué con el jeans hasta bajarlo a la altura que consideraba correcta. Me separé de su cuello para ver el gran bulto sobresaliente del bóxer - Pequeña podemos esperar para esto - con cuidado coloqué mi mano sobre el bulto haciendo que Dorian cierre sus ojos. Lo apreté un poco volviendo a besarlo, se sentía bien saber el placer que podía llegar a darle.

Bajé su bóxer por completo, coloqué mis manos sobre su ereccion y sin pensar mucho hice lo que mis amigos me recomendaron.

Subí y bajé mis manos a su alrededor sonriendo. Con cuidado lo introduje en mi boca y comencé a chupar. De alguna forma su placer ponía a palpitar mi zona femenina.

Dorian tomó mi cabello con cuidado y me incitó a subir y bajar con su pene en mi boca. A medida que fue haciéndolo se calentó y ensanchó aún más.

- Pequeña será mejor que... - hice que dejara de hablar succionando haciendo que un gruñido salga de su boca junto con un líquido muy extraño - Persy yo... lo siento - me alejé un poco sintiendo el gusto amargo de aquel líquido - Maldicion

- Está bien - me acerqué a él de forma cariñosa. Me miró de forma apenada pero a la vez burlona. Pasó su dedo pulgar por la comisura de mi labio riendo- ¿Que sucede?

- Tenías un poco de... - dijo riendo lo cual provocó que yo también lo hiciera. Se sentía bien hacer esto después de todo.

- Se que no soy la mejor pero...

Dorian besó mis labios interrumpiéndome.

- Fuiste la mejor - sonreí - aunque no supieras hacerlo pero lo hiciste con amor - besó de nuevo mis labios cariñosamente.

-¿Que tal si nos damos un baño? - sonrió

- ¿Hay baños aquí?

Dorian sonrió tomando mi mano por un pasillo dentro de la habitación. Una gran ducha con puertas de cristal se asomó ante mis ojos.

- Es hermosa - me desvestí de a poco, al igual que Dorian.

Nos adentramos a la ducha. El agua cubría nuestros cuerpos. Me tapé un poco, aunque me haya visto desnuda me sentía expuesta ante él. Ha visto millones de chicas hermosas con cuerpos perfectos, en cambio, aquí estoy yo, mis brazos gordos, mi barriga plana pero a la vez sobresaliente. Lo único que agradecía es tener unas curvas bien marcadas. Apena y lograba afeitarme de manera correcta.

- Hey - se acercó hasta mí introduciéndome aún más en la ducha - eres perfecta tal cual estás. No tienes de qué avergonzarte ¿Esta bien? - asentí sonriendo.

Lavó mi cabello y mi cuerpo, así como yo hice con él. Una vez que terminamos fuimos a la cama de hace unos segundos, ambos secos y desnudos. Nos acostamos de forma que mi cabeza quedo en su pecho, su mano libre me se posó en mi rostro acariciandolo con cuidado mientras yo repetía su acción con en su brazo. El sueño comenzaba a invadirme.

- Dorian

-¿Si?

- ¿Si nos quitamos el collar es por qué esto habrá acabado?

- Si - suspiró- pero eso no sucederá - besó mi cabeza. Cerré mis ojos centrándome en el ahora y no en lo que será después.