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Envuelto en sabanas blancas, con gotas cayendo del marco de la ventana de lo que fue una llovizna momentos atrás, el alfa de 23 años luchaba por abrir los parpados y encarar otro día sin muchas ganas.

Se escuchó el sonido de la puerta tocar dos veces y luego una profunda voz.

-Yoongi hyung, dormiste más de la cuenta, nos toca salir hoy, apresúrate.

-¡Taehyunah! - gritó Yoongi mientras salía de la interrumpida comodidad-¿Ya está Jin en casa?

Abrió la puerta viendo a un Taehyung listo para salir, este asintió.

Arrugando la nariz el alfa Min decidió regresar y arreglarse también.

¿Debería acaso fingir estar enfermo?, no quería salir, y menos con Jin, ese Omega despreocupado por su estado era demasiado para él. Sin embargo eran esas las mismas razones por las que no podía siquiera tratar de no salir con él.

-¡Min Yoongi, necesito que bajes ya o Taehyung se comerá lo que te traje!- Fue el mandato lo que le hizo suspirar y bajar hasta el salón donde estaba Jin junto a un Taehyung olfateando una caja mientras sonreía. -¿Te tomó tanto tiempo vestirte así de simple?

-No es simple, sino cómodo- dijo sacando a su hermano de la silla para empezar a comer.

-Estoy hablando en serio, se supone iremos a un lugar lleno de personas, a conocer, interactuar- Era increíble cómo este persona ignoraba las cosas que le decía- Alfa idiota- negaba mientras le robaba una tira de pollo de la caja para dársela a Taehyung.

-Gracias Jin hyung, por acompañarnos- decía Tae mientras comía- De verdad me interesa todo esto de la asamblea, tengo esperanzas.

Mostró su sonrisa única, Jin suspiró pues él había estado yendo durante seis años a la dichosa asamblea y nunca había podido conectar con nadie...menos que una sola vez. Tenía miedo que las esperanzas del pequeño Taehyung fueran destruidas de igual manera.

Suga como alfa nato que es sintió ese cambio en el olor de Jin, volviéndose un tanto amargo como veces anteriores, lo miró preocupado, con una sonrisa hacia su hermano para no desalentarlo.

-Al fin y al cabo es tu primera vez ahí, lo más probable es que te sientas agobiado rápido por eso no esperemos mucho- dijo Min parándose de la mesa-puedes terminarlo.

Cuánto deseaba que su mejor amigo olvidara aquel olor y experiencia... pero no podía, lo sabía, aquel joven había sido su destinado.

~*~*~*~

Ahora recordaba porqué su desagrado hacia estos sitios y reuniones, los olores explayaban en su nariz, uno junto a otro, cientos de ellos, decaídos, angustiados y excitados, una locura completa para su sentido de Alfa.

-Iremos a sentarnos hacia ese lado Taehyung-señaló unos sillones del lado de la venta donde había menos gente- puedes regresar cuando quieras eh irnos.

-¿Ustedes no caminarán?-dijo lamiendo su labio nervioso.

-Cualquier cosa te llamamos- finalizó Jin dándole una sonrisa tranquilizadora.

El menor asintió y comenzó a andar sin rumbo específico. Jin y Yoongi se mantuvieron en silencio durante un momento, ambos sabían cómo se sentía el otro, desanimado y con un dolor de cabeza creciente por la mezcla de olores.

-Quisiera arrancarme la nariz-gruñó el alfa.

-Hazme un lado- dijo Jin mientras intentaba acomodarse lo más cerca posible a él.-¿mejor?

-Sí- rodeó su brazo detrás de sus hombros- ¿tú?

-Sabes que sí-suspiró- Yoongi, yo no puedo entretenerme mucho en estos lugares pero, tú todavía tienes esa oportunidad.

-Si llegase a sentir algo sospechoso me aseguraré de saber de qué se trata, mientras tanto no tengo deseos de buscar a alguien, lo sabes.

Era la verdad, Yoongi nunca había intentado seguir a la multitud en busca de una pareja, para él era más sencillo mantener las cosas a como siempre habían sido, cuidando de su hermano Taehyung y de su mejor amigo SeokJin, ellos cumplían todo lo relevante en su vida, no tenía necesidad de cambiarlo.

-Gracias-sonrió el Omega- por hace un momento con Taehyun, y por ahora también, sé que lo haces por nosotros Yoongi, estoy muy agradecido por tus cuidados.

-Eso...no es nada, de verdad- contestó algo vacilante, pues a pesar de tener toda la confianza con su hyung le seguía siendo difícil sincerarse a palabras.

SeokJin y Yoongi habían estado juntos desde los últimos doce años, comenzaron su amistad en la escuela secundaria después de una serie de malentendidos con otros alumnos, siguiendo juntos pues sus distintas personalidades encajaban perfectamente, incluso se llegó a pensar en que eran parejas destinadas, pero aquel no fue el caso al ambos alcanzar la madurez lobuna y no sentir cambio excedente, sin embargo ambos como Alfa y Omega que eran se ayudaban mutuamente, como es el caso ahora, ambos acurrucados lo más posible en el sillón para opacar los olores de los demás y calmar sus dolores de cabeza.

-Hueles muy bien-Dice Yoongi pasando su nariz por los cabellos de Jin.

-Estaré en celo dentro de una semana, es por eso-ríe pues tal acción le causa cosquillas.- Deja de hacerlo Min, sabes que no es bueno.

-Perdona-se aleja un poco- de verdad hueles muy bien...¿seguro que es dentro de una semana?

Jin se separa rápidamente y lo mira seriamente, dudando.

-Iré a buscar a Taehyung- dice empezando a caminar a la multitud.

Yoongi le sigue para cuidarlo pues SeokJin comenzaba a desprender ese aroma dulzón de Omega , pero se detiene al pasar por una sala con grandes puertas, un olor más sobresaliente que el de su hyung comienza a invadirlo, dulce, atrayente, familiar, algo en su pecho se acelera momentáneamente, ¿será acaso de lo que tanto se negó? ¿estaba pasando de verdad?, ¿Era ese exquisito aroma el de su pareja destinada?... no lo sabría, pues escuchó un estruendo más adelante, con la voz de SeokJin gritando su nombre.

Corrió hacia el llamado con enfado y preocupación, encontrándose con un Jin ruborizado y siendo rodeado por tres alfas mirándolo con deseo, uno de ellos acariciando su espalda.

-Apartate-Gruñó tomando al Omega de la mano para alejarlo de ahí- Le diremos a Taehyung que se vaya en Taxi- dijo quitándose el saco y poniéndoselo a Jin mientras caminaban rápidamente al auto-Demonios.

El auto control de Min Yoongi era cosa seria, años conviviendo con ese Omega le habían ayudado a saber canalizar sus instintos, centrándose únicamente en proteger y no en complacer. Claro que no dejaba de picarle la nariz por el dulce aroma también.

Legaron al auto y arrancaron hacia casa de SeokJin a velocidad mayor, dejando a un Taehyung desorientado al llegar al lugar donde suponían estaban y no encontrarlos.

~*~

Final segundo capitulo.



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