Ten.

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Ross...
Tú más que nadie, sabes que en verdad eres una persona importante para mí. Probablemente cuándo leas esta carta; yo ya no esté aquí, junto a ti. No quiero que por mí, arruines tu futuro, porque por lo menos tu si lo tienes.

No quiero que me busques, porque no me encontrarás. Estoy haciendo esto porque realmente te amo y quiero lo mejor para ti.

Tal vez pienses que esto no es lo mejor, pero con el tiempo te darás cuenta de que es así.

Si lo hago es por algo, no quiero arruinar las cosas que tienes planeadas.

Quiero que seas alguien en la vida, yo me encargaré de cuidar al bebé que llevo aún dentro de mí.

Y espero que te puedas encargar del bebé de Alexa, también espero que sean felices juntos.

Aunque no lo creas, esto me duele más a mí que a ti.

Sólo quiero que sepas que estaré bien, y a donde sea que valla, jamás te olvidaré porque fuiste el mejor chico que pude haber conocido en la vida. Y además me llevo un recuerdo tuyo, nuestro bebé.

Te quiero mucho, te extrañaré mucho, pero al final verás que todo valdrá la pena.

Por favor no vallas a buscarme, no quiero volver a verte, no lo malinterpretes. No quiero arruinar tu vida otra vez.

Quiero que seas feliz, eso es todo lo que quiero para ti.

Recuerda que siempre te tendré en mi corazón.

También recuerda siempre cumplir tus sueños, no dejes que nadie te diga que no puedes hacerlo.

No me olvides porque yo jamás lo haré.

Te amo & siempre lo haré.

—¿Estas lista?—Me pregunta Lauren sacándome de mis pensamientos.

Asiento y dejo la carta sobre el sillón que está frente a la Tv de la cabaña.

—Sí.—Digo apenada.—Le mande un mensaje de texto a Ross para que viniera. No creo que llegue tan rápido...

—Ross va a llegar lo más rápido posible, ¿no te das cuenta? Tenemos que irnos ahora mismo si en verdad quieres alejarte de todo.—Me interrumpe Lauren.

Tiene razón.

Me quito el anillo que he llevado siempre conmigo y lo coloco junto a la carta.

Quiero que él tenga algo mío.
Quiero que él se acuerde de mí.

—_____, hay un auto estacionándose afuera. Será mejor que nos vallamos.—Dice Lauren con preocupación.

Observo por la ventana de la sala de estar.

¡Dios!
¡Ese es el auto de Ross!

¡Maldición!

—¿Y ahora como salimos?—Susurra Lauren.

—La puerta trasera...salgamos por la puerta trasera.—Le digo mientras corro hacia la puerta trasera.

Lauren me sigue rápidamente.

Salimos de la cabaña y entramos al auto.

—Mierda. No enciende; _____ el auto no enciende.—Dice Lauren entrando en pánico.

Observo como Ross abre la puerta principal de la cabaña y grita mi nombre varias veces.

Varias lágrimas salen de mis ojos.
Sollozo.

HE ➸ Ross Lynch [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora