Grabación n° 1

1K 52 11
                                    

Era un lunes 6 de octubre, era una tarde lluviosa y yo estaba sentada junto a la ventana admirando cómo las gotas caían, no podía entender cómo a la gente no le gustaba la lluvia, esa repiqueteo de las gotas al chocar con el suelo era lo más relajante del universo, además era muy posible que esta te trajese muchas recuerdos, aunque no tuviese nada que ver, a mí me recordó a la chica de la que me había enamorado perdídamente, y a la que nunca conseguiría. No era de extrañar que me recordase a ella, mi mente siempre utilizaba cualquier excusa para pensar en Malia Hale.

Llevabas meses así, dedicándole cada segundo de mis pensamientos, decidí que empezaría a grabar cintas para explicarle todo lo que sentía y desahogarme, aunque estaba bastante segura de que ella jamás las escucharía. Fui a mi habitación, tomé una grabadora, y comencé a hablar sola, documentando cada palabra que le dedicaba, cada recuerdo, todo, a ella.

Buenos días, tardes o noches, según a qué hora estés escuchando esta grabación, contando claro con que yo me atreva a enseñártela, cosa que dudo ya que soy la persona más miedosa del mundo, más cobarde, y dudo que llegue a juntar el valor necesario para dirigirme a ti, Malia, mi amiga, y entregártela.

No puedo especificar cuándo comencé a sentir todo esto dentro de mí, porque no lo recuerdo, supongo que más bien fue un proceso lento, pero puede que todo empezase en México, con aquel baile... Sí, creo que comenzó ahí.

Me incitaste a bailar, y a pesar de que me negué porque está japonesa tiene dos pies izquierdos, insististe, cuando comencé a bailar torpemente y siendo incapaz de seguir el ritmo vi cómo me miraste... Dios, esa mirada que despertó en mí un sentimiento que nunca antes había sentido por una mujer, vi cómo mordías tu labio inferior mirándome para luego acercarte a mí y enseñarme a moverme.

Tú me enseñaste a bailar, Malia, tú, la chica coyote, la chica agresiva que Scott y Stiles habían rescatado del bosque tenías un don natural, un gran don, sabías mover tu cuerpo al compás de la música de una manera hipnotizante. Al principio de esta grabación dije que no sabía cómo había comenzado todo, bien, Malia, creo que ese mismo día, con esa sonrisa y esa mirada, me enamoraste.

Aunque estábamos allí para una misión, durante esos minutos olvidé todo, olvidé a Stiles, olvidé a toda la gente que nos rodeaba y admiraba nuestra forma de bailar, olvidé... ¡Dios mío, olvidé a Scott, Malia, por ti! Éramos solo la música, la coyote y la zorra.

Llevo días recordando en sueños ese baile, desearía volver a vivir un momento así a tu lado, Malia...

Me he enamorado de ti.

******************************

Espero que os guste mucho :3

El Zorro Y El Coyote.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora