En busca de Cenicienta.

5

Bajo las escaleras por la hora debe de ser Nelson. Abro la puerta y me encuentro, muy bien vestido y una fragancia muy varonil. Me da una calidad sonrisa mostrando sus hoyuelos - Hola...- me hago a un lado para que pase. - Hola, pasa.-camina hasta la sala, y deja su bolso en el suelo. - ¿Cómo va todo? -Pregunta. Se sienta en el sofá.

-Bien, tranquilo ¿tu?- Camino hasta donde está sentado.

-Bien.- Ríe. Me mira fijamente, soy yo o es que últimamente me pongo nerviosa cada vez que un chico me mira. - Bueno, Iré por mis cosas ya vuelvo. - Subo las escaleras a toda velocidad, tomo mi libro, mi cuaderno de apuntes y bajo nuevamente las escaleras. .. Lo encuentro mirando unas fotografías que están en un mueble, he ahí donde pase los últimos momentos con mi padre antes de que falleciera. Nelson se sobresalta al ver me - lo siento. Solo que me llamaron la atención.

-Tranquilo, fue hace apena dos años que sucedió. - Respondo nostálgica. - Ven vamos a hacer el trabajo. - Asiente.

Nos sentamos en el sofá, repasando todo los apuntes, armando la dinámica, palabras claves. Nelson se destacó con esta propuesta. Está muy buena e interesante, consiste en un especio de programa de esos donde la gente participa para ganar dinero y al final es se le hace una pregunta o juego de palabras y ganara, solo que esta vez serán divididos en grupos. Pasó alrededor de dos horas y ya habíamos adelantado más de la mitad - démonos un descanso de 15 minutos - Habla Nelson. Se acuesta en sofá, soltando un sonoro bufido. - ¿Donatella y sus hijas dónde están? - Pregunta, se apoya en su codo y me mira.- Están en casa de una tía .- Contesto.

-¿Galletas?-Pregunto. Toda chica que ha salido con Nelson siempre ha dicho que tiene un obsesión con las galletas de chocolate, y por alguna razón desconocida yo hice galletas anoche en el restaurante con Marcos - Dime que son de chocolate por favor-su mirada se ilumina esperando una respuesta.
-Si...

Parecía un niño comiendo, galletas de chocolate con leches al parecer ese era su delirio.

-Están deliciosas, saben a mi abuela-Hablo. Nos miramos riéndonos, Nelson no era un idiota, solo un tanto engreído al igual que sus amigos.
-Que bueno que te hayan gustado. -Contesto.

-Háblame de ti, llevamos ya un año estudiando juntos y nunca hemos tenido un charla, como cualquier adolescente.-Coloca aún lado las galletas y el vaso. Nunca me había puesto a pensar, pero Nelson es muy apuesto, desde su cabello oscuro, su ojo de un color avellana, nariz, su boca muy carnosa. ¿Pero qué te pasa Anastasia?, a ti no te gustan los chicos asi como asi.

-¡Hey Ana!-Llamo Nelson, creo que noto que lo estaba mirando y detallando mucho. Tragame tierra. - Oye linda, te quedaste mirando a la nada. -Muestra su traviesa sonrisa -¿Haber que piensas? ¿te gusta alguien?.
-¡¿Qué?! No, para nada. -Reclamo. Reímos juntos,
-Deberías reírte más, te vea adorable-Comenta. Siento mis mejillas sonrojarse por el halago.
-Lo tomaré en cuenta...

¿Soy yo o algo pasa aquí?, no. Definitivamente soy yo la que se esta imaginado cosas, Nelson solamente me hizo un cumplido, tampoco es que yo le gusté o algo por el estilo, métete algo en la cabeza Anastasia -Solamente son amigos, o mejor dicho compañero de estudios. Eso es todo.
-Anastasia, te quedaste otra vez con la mirada perdida -Nelson me reclama nuevamente. Se levanta del Taburete -Ven sigamos haciendo nuestra tarea, así no te distraes tanto.

-Claro creo que es lo mejor...

Nos sentamos nuevamente hacer el trabajo, haciendo recorte, pegando cosas, armando juegos de palabras, todas esas cosas. Ha pasado al rededor de una otras tres largas horas, cuando chocaba miradas con Nelson o nuestras manos tropezaban, siempre mente reíamos y nos sonrojábamos. Algo muy confuso en todo esto.

-Bien. Creo que ya esta casi listo. -Apoya su cabeza en el mueble. "Estábamos sentado en el suelo"-Deja eso, descansa otro rato.

Me toma del brazo delicadamente, pero hizo fue lo peor que pudo hacer. Pues termine casi que en su pecho acostada.

Nos mirábamos en silencio, en shock y a la vez con curiosidad por saber que pensaba el uno del otro. Su mano derecha se apoyó en mi mejilla, estaba tibia y era muy suave. Sentía mi respiración acelerarse y como el calor subía por mi rostro.

Con su pulgar delinea mis labios, abriéndolos un poco. Nuestras narices se rozan combinando nuestras respiraciones -Nelson...-Susurro. No estaba segura si de verdad quería besarlo, pero de sólo imaginarme sus labios me causaba una curiosidad por saber como era, delicados, suave o cualquier otra cosa. -No digas nada...

Su boca se movía con mucha destreza, no era un beso rudo al contrario era muy delicado y lo hacia de una manera muy inexplicable. Coloque mi mano en su cuello, acercándolo más a mi, el por su parte profundizo el beso. Estábamos muy embriagados con la sensación, sentí como mordió mi labio.

Me separe un poco para coger airé. Esto era muy intenso para mi, jamás me había besado de esa manera...

-Dime que no fui el único que lo sintió. -Susurro en mi boca. Me dio otro pico. Se separó de mi completo, ninguno de los dos decía algo, estábamos aún muy abrumados por lo que acaba de pasar. Esto debía quedar aquí entre los dos, sin que nadie se diera cuenta.
Tocan el timbre y me levanto callada caminando hasta la puerta, abro y me encontró con la figura de Javier y una caja de pizza.

-¡Hola!-Me saluda dándome un beso en la mejilla y entra a la casa. -Traje la cena...-su mirada se poso en Nelson, quien estaba recociendo sus cosas. -Veo que un sigues ocupada. -Habla de manera sarcástica, deberás esto tiene que parar.

-Bueno, yo me voy. Que pasen buena noche. -Se despide Nelson de ambos. Paso por nuestro lado y sale de la casa, se que después de esto tornarán las cosas un poco complicadas para ambos. Haber Ana sólo fue un beso, tu solo relajate, las persona hacen esto muy a menudo. Pero no todos los días, llega un chico muy apuesto y te besa de esa manera, y mi hablar de lo último que dijo.

-Bueno ¿comemos?-sugiere Javier.
-Claro, vamos.

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New CAP.

Espero que les haya gustado, no olviden comentar y votar. Se acercan grades cosas entre Nelson y Ana