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-¡Anastasia! -Que alguien calle a esa mujer porque juro que tendrá un colapso nervioso. -¡Ana! Ven por favor es de suma importancia. -Mi madrastra es tan dulce y amigable conmigo que cada día la adoro más. ¡¿Como fue que papa logro casarse con ella?! -¡ANA!.

Suelto la cesta de ropa y subo corriendo las escaleras -Ya estoy aquí, y por favor no grites más... -Entro en la habitación la veo tambaleándose tratando de subirse un vestido muy escotado y ajustado para mi parecer. -¿Qué no grite? ¡Niña!, acaso no ves que no puedo subirme este maravilloso vestido. - Esta mujer tiene cierto problemas. Tiene 40 años y esta toda operada, y no hablar de todo el botox que cubre su espantoso rostro. Asusta y mucho.
La ayudo abrocharse el extravagante y pequeño vestido de color rosa con pompones. -Que hermoso... Anda ve a terminar de limpiar, quiero la casa reluciente.

Bueno mientras mi fin de semana se basaba en hacer la limpieza del hogar, hacer mi tarea y mis hermanastras de fiesta en fiesta, y bueno, en su intento de ser chicas populares. -Son un encanto.

Caminaba de un lado a otro recogiendo el desorden que causan estarás tres mujeres, son un completo desastres en todos los aspectos. Mi celular suena y adivinen, no lo encuentro, comienzo a mover todos los cojines y ropa que hay por la sala. Hasta que lo encuentro por el suelo soñando con loco.

-¿Diga?-Contesto. Me siento en el suelo agotada.
-¿Cómo estas Ana?-Javier. Que bueno hablar con alguien que no grite o se desesperé por algo.
-Agotada pero bien, haber ¿Que pasa?-Saludo. Me levanto del suelo y comienzo acomodar otra vez a la sala.
-¿Te gustaría salir un rato?, bueno estoy aburrido y tu, no lo se... -Si. Javier es el típico chico nerd, que usa lentes, cabello enrulado oscuro y que usa ropa ancha y sin "moda" todo el tiempo; si, ese es mi único amigo Javier.
-Claro, te parece en una hora mientras que ya término.

-Perfecto. En una hora paso por ti.

Cuelgo. término de acomodar la casa, y subo a darme un baño y arreglarme un poco. En la escuela me conocen también ¿como la rara?, Creo. llegue hace unos años a este países y la verdad fue que desde que entre en ese instituto no me sentido muy cómoda-Soy muy diferentes a ellos-, mis hermanastras desde que nos conocimos nunca nos hemos llevado bien, siempre son peleas y peleas al igual que con mi madrastra. Y una vez que mi padre falleció fue el doble de cruel conmigo, Donatella búscate otro marido por favor...

-Quisiera tener un fin de semana de pura fiesta-Comenta Javier. Caminábamos por las calles y sin rumbo que digamos, cada vez que salíamos sin escoger un lugar terminábamos en algún parque o heladería que nos encontráramos por el camino, eso se basan nuestros fines de semana.
-¿Cómo fue que terminaste la última vez que dijiste eso?-Pregunte. Ese sábado Javier quiso hacerse del más experimentado con las bebidas y el alcohol ya que unos de los idiotas del instituto se había burlado de él. ¿Como término?, Pues muy ebrio y con un montón de penes dibujados en su rostro y ni hablar que quedo vestido con una tanto roja. Aún tengo esa fotografía.
-De acuerdo, pero al menos una fiesta debes en cuanto no cabe mal -Te entiendo Javier, qué adolescente no le gustaría eso. -Pero prefiero mas tener un lindo paseo con mi única amiga, ir por un helado y tener una gradable conversación. -Comenta.

-Si, también pienso que es mejor...

Entramos a una cafetería, que normalmente siempre veníamos, pues trabaja una gran ex amiga de mi padre, Wendy. Quien también a habido una gran amiga para Javier y para mi, al igual que también la veo como una mamá.

-Hola muchachos. ¿Que ordenaran hoy? -Tan atenta como siempre. Wendy tiene un estatura media, es de piel oscura y su cabello enrulado hace que tenga un aspecto más joven, aún que tiene 38 años.

-Una malteada de fresa para la dama aquí presente -Apunta Javier.

-Y una malteada de Vainilla para el caballero aquí presente -Digo esta vez. Algunas veces actuábamos con novios y eso era algo que a los dos nos incomodaba.

-Con unas donas -Termina de anotar Wendy, y si que nos conoce muy bien. -En un momento vengó con su pedido -Nos da una cálida sonrisa y camina detrás de la barra.

-He estado pensado en algunas cosas antes de entrar en la universidad. -Comento.
-¿Qué quieres hacer?.
-Una de ellas es buscar un trabajo, digo ya no quiero estar dependiendo de Donatella para todo y también quiero buscar un sitio donde pueda vivir yo sola. -Creo que hable muy rápido. Javier me mira con ojos muy asombrados, no se esperaba semejante cosa de mi. -Tranquilo. Haré todo con calma solo quiero comenzar a independizarme y quiero otra vida, merezco más que esto.
-¿Cuándo fue que comenzaste a tomar esa clase de decisiones?-Pregunta el Moreno.

-Bien, aquí esta si pedido. -Wendy llega con nuestro pedido, colando las malteadas y donas sobre la mesa. -Disfrútenlo.
-Gracias.

-Bien, responde mi pregunta -Río al ver su expresión de chico muy interesado.

-Ya, por ahora solo quiero conseguir un trabajó.

Tomamos nuestras malteadas que están de un deliciosas y las donas exquisitas como siempre. Dios bendiga este lugar, Amén.
-¿Y porque no le preguntas a wendy si puedes trabajar aquí?-Sugiere. No suena mal después de todo, el sitio es agradable, podré estar lejos de casa por algunas horas y bueno, me divertiré con wendy.
-Le preguntaré, al menos de mesera puedo trabajar. -Contesto.
-Y mientras tu lo hace, yo iré al baño.

Javier se levanta pero con la misma cae al piso tras chocar con Austin uno de lado jugadores del equipo de fútbol . Estaba el grupo , Austin, Gabo, Víctor y Nelson...Apresuro a ayudarlo a levantarse ya que sin su lentes no ve absolutamente nada.
-Ten cuidado por donde caminas rara de biblioteca -Responde Austin riendo con arrogancia. -Imbécil -Susurro. Noto la mirada de Víctor y Nelson -Por que no van y molestan a los de su tamaño. -Hablo. La verdad es que nunca les había contesta a estos patanes porque lo veía como lo más idiota posible, pero es que llevan todo al límite.

-¿Y ahora que? ¿El chico no se puede defender solo?-Me contesta, camina hasta mi mirándome. Ok, ahora si estoy muy molesta.
- Como tu, que lo único que hace es meterse con lo indefensos y en manada. Porque tu con uno de tu tamañas sabes que perderías... -Respondo. Se con esto Javier se molestará mucho conmigo, el siempre ha detestado que una mujer lo defienda, pero se muy bien que Javier no hará al respecto más que levantarse e irse.

-Supongo que gracias -Habla Javier después de un rato.
-Tranquilo... supongo que para eso estamos los amigos.

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En busca de Cenicienta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora