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POV _______

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POV _______

La gala de mi padre estaba aburrida, super aburrida. Gente mayor por aquí y por allá, diciendome lo bien que me veo. Duh, es obvio.

Solo había alguien quien hacía que esta y todas más noches divertidas, nadie nos que el Sr. Matsuda, o como me ha hecho llamarla últimamente "Ro".
Cada vez que podía, ponía su fuerte mirada sobre mí. Sabía que provocarlo con este vestido blanco ajustado, que claramente no dejaba mucho a desear lo iba a volverlo loco.

Me acerque a la barra, para alejarme un poco de los demás. Solo había visto a mi padre una vez en toda la noche. No creo que le importe si bebo un poco.

Sentí como una mano ligeramente se apoyó en mi cintura.

-Hola, gatita.- su ronca voz, el aliento contra mi oreja y su mano en mi cintura, apretando ligeramente. Sonrió, para después suspirar y ladear mi cabeza.

-¿Que desea Sr. Matsuda?.- mi tono de voz no era para nada inocente, yo sabía lo que quería. Pero quería que el  me lo dijera.

-A ti.- gruñó cerca de mi oido conteniendose de hacer otro movimiento.- Deja de jugar conmigo. No querrás que yo desaparezca y tu casualmente vayas al baño.- apretó mas mi cintura y me aguante un gemido.

Su voz era tan gutural, tan sensual y excitante que mi vagina se humedecia solo de escucharlo.

-¿Y si mejor vamos al jardín y me follas en ese enorme granero?.- ronroneo y sus ojos se abren, pero con esa sonrisa inigualable, lo miro fijamente y el asiente.

-Te espero afuera no tardes, gatita.- me susurra, dejando un leve beso en mi oreja.

La noche se vuelve divertida, es tiempo de follar.

Me bebí un buen shot de tequila, ganandome algunas miradas y sonriendo para disimularlo.
Baje un poco mi vestido ya que este se estaba subiendo bastante.

Camine entre las personas tratando de no chocar con nadie, ya estaba bastante encedida. No queria ninguna intervención.

Salí del lugar sin que nadie me viera y a paso apresurado llegue al granero, donde mi dios sexual me estaba esperando.

Abrí la gran puerta y ahí estaba el, recargada en uno de los soportes, con su elegante traje.

-Bonito traje- me reí acercandome a paso lento.

-Es Hermès- sacudio sus costados presumiendo su caro traje. Lo mire.

-Ellos matan avestruces-le dije seria y era verdad. Rodrigo abrió los ojos como platos pero luego una sonrisa picara apareció en su rostro.

-¿Y si mejor me lo quitas?- se acercó dominante. Con sus grandes manos me tomo de la cintura y me apretó contra su pecho.

Casi sonreí pero sus labios bruscamente chocaron con los míos en un beso posesivo y desesperado, esos besos que solo el y nadie más podría dar.
Apretó más sus manos mis caderas, pegandome a su gran erección.

Estaba dura, y yo quería comerla.

Le quite sin cuidado el saco dejándolo caer al piso. Puse mis manos en su pecho y la empuje.

-¿Quieres jugar, eh? Pequeña zorra- gruñó girandome para darle la espalda.

Gemí sintiendo el picor excitante de el golpe de su mano en mi culo.

Una.

-No hay tiempo aqui, Rodrigo- me pegué a espalda levantando la cabeza para que besara mi cuello.

Dos.

-Entonces vamos a mi casa, gatita- cerre los ojos cuando levantó mi vestido y dio la segunda nalgada. Mordió mi cuello, sus labios calientes presionando donde mordió.
Ya no podría aguantar más, mi coño pedía a gritos tenerlo adentro de mí. Que encajara una y otra vez mi coño con su enorme polla.

Tres.

-¡Solo follame!- Le grité casi rogando. Pero lo único que escuche fueron mis bragas romperse y el cierre de su pantalón.

Joder.

Me giró para mirarlo pero me era inevitable mirar hacia abajo.

Iba a tomarlo en mi boca, pero de un segundo a otro sentí sus manos empujandome y mi espalda contra la gruesa pared de madera.

-¡Oh, Rodrigo!- Gemi cuando enterró su grueso eje en mí.
Se sentía tan malditamente bien que no quería que dejara de hacerlo nunca.

Colocó sus manos en mis hombros haciendo mas presión en sus embestidas.

-¿Te gusta esto, eh?- siguió embistiendo cada vez mas rápido, clavando su polla una y otra vez en mí.
Gemi apretando su cabello y acercando sus labios a los míos, pero los retiró.
-Contestame- gruñó saliendo completamente de mí y entrando fuerte.

Arqué la espalda.

-¡Si, oh, si!- aprieto mis manos en su cabello y lo fuerzo a besarme mientras me penetra otra vez.

-Desde que llegue.- gruñe y me muerde el cuello- quería tirar todo de la mesa y follarte ahí mismo.

Coloque ambas de mis manos alrededor de su cuello y lo mire.

-¿Porque no lo hiciste?- lo reto apretando mis piernas en su cintura. El movimiento hace que entre más en mí y suelte un pequeño gemido en sus labios.

-Porque tu padre seria capaz de decapitarme y lanzarme al río más cercano - sonreímos y vuelvo a besarlo sintiendo los pequeños espasmos del clímax.

-Más, rapido. ¡Si! ¡Justo ahí!- hecho la cabeza hacia atrás sintiendo aquellas oleadas de orgasmo hundirme.

Tratando de sujetarme bien de Rodrigo, escucho como el gruñe y acelera sus embestidas.

Dos.

Me da un profundo beso mordiendo mi labio inferior.

Cuatro.

Esconde la cara en mi cuello.

Seis.

Un gemido glutural sale de sus labios, me suelta y me tiro al piso viendo como Rodrigo se toca y deja caer su orgasmo en mi boca.

Lo trago y doy una ultima probada a su gran eje observando como el cierra los ojos.
Me toma de los brazos y me levanta de golpe para darme un calido beso.

-Me encantas- susurra sobre mis labios y sonrio.

-¿Soy tu pequeña zorra sucia, no?- le pregunto y me muerde.

-Mi pequeña Zorra sucia- acomoda un mechón de mi cabello- vamonos de aquí.

Asiento, nos arreglamos la ropa y escapamos del lugar.

KenroVlogs ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora