seis.

8.8K 205 8
                                    

—Eso es, chupa mi polla gruesa —Sus dedos se entierran más profundo, como si me urgiera a tomarlo todo,darle más—. Tómala. 

El pecho de Rodrigo se levanta, la expresión en su cara se endurece como si estuviera tratando duramente deevitar su orgasmo. Y no quiero que se corra todavía. 

No antes de que haya tenido su polla en el interior de mi coño. Profundo. Duro. Una y otra vez. 

Le doy una última chupada larga y saco la polla de mi boca y me levanto para montarlo a horcajadas. Debe haberadivinado qué va a pasar, el tiempo, la expresión de querer en su cara se vuelve preocupación. 

Las dudas probablemente están arrastrándose de nuevo a su mente, así que lo calmo. —Te quiero. Te hequerido por mucho tiempo. Profundo y duro en mi coño. No quiero irme de casa antes de que te tenga. 

—¿Irte de casa? —Su voz es profunda y ronca, su polla todavía dura entre mis muslos. 

—Voy a la Universidad del Pacífico este otoño —Giro mis caderas, lanzando un gemido desde el interior de su pecho, y mi coño secontrae, doliendo por tenerlo en mí. 

Su expresión cambia de atormentada a compresión nueva ante por qué repentinamente estaba atrapándolo enmi baño. Una brizna de angustia destella sobre su cara, pero se recupera rápidamente, mordiendo su labioinferior cuando giro mis caderas. 

Sin que otro momento pase, aplasto mi boca contra la suya, besándolo. —Te necesito. Fóllame, por favor—Arqueo mi espalda y me muevo hasta que puedo estrujar los labios de mi coño sobre sus bolas, luegolentamente avanzo poco a poco a lo largo de su eje duro y venoso hasta que alcanzo la punta, muevo miscaderas y baño la cabeza de su verga con mi crema. Vuelvo a bajar hasta sus bolas, poniéndolo húmedo ylustrado con mis jugos. Como un éclair. Pero me gusta este más que cualquiera de una pastelería. 

Rodrigo sisea en placer, su cabeza cayendo hacia atrás y sus ojos se cierran.En la vida cotidiana es un hombre tranquilo. Calmado. Culturizado. 

En el sexo, es exigente con un toque de suciedad. Y adoro las charlas lascivas. También me alaba, alternandoentre decirme lo bien que lo hago sentir y lo sucia que debo ser por tentarlo. Saboreo cada palabra.Especialmente cuando agarro su eje y lo posiciono en mi entrada. Una mirada soñadora se filtra en sus ojosmientras bajo sobre él, tomándolo centímetro a centímetro grueso. 

Mi coño se resiste primero, pero estoy determinada a tomarlo todo. La cabeza se su polla me abre, un dolor inicialse instala seguido por la sensación de estiramiento que podría llegar a ser aditiva. Jadeo cuando mi coño traga lapunta. Inhalo una bocanada de aire, luego me hundo hasta que mi coño engulle su erección completa y rígida.Nuestros pubis se besan, sus bolas rozan mi perineo y me deleito con la sensación de ser llenada por él. 

Duro. Caliente. Palpitante. Jodida polla gruesa en mi coño. 

Le sonrío y lo beso, mis labios solo rozando los suyos. Lo tengo. Finalmente lo tengo después de todos estos añosde deseo. 

Me muevo arriba y abajo, follándolo con empujes lentos y superficiales. Mis tetas rebotan mientras me muevo, mirespiración jadeante acoplándose con la de él. 

—Toma mi polla, _______. Tómala toda.

Me empujo hacia abajo y él gime mientras yo grito. Nos besamos mientras lo cabalgo como una vaquera. Y él esun semental muy bueno. 

Rodrigo agarra mi culo y tira de mí hacia abajo con fuerza, forzándome a gritar. Gira sus caderas como siestuviera buscando una penetración más profunda, pero ya estoy tan llena, estirada y marcada más allá de miimaginación. Oh, joder cuánto adoro esto. Mi clítoris se frota contra la piel por encima de su polla, su vello púbicotentando mis labios desnudos, su verga tocando todos los lugares secretos en mi coño. 

Rodrigo jadea. —Necesitamos más espacio. Vamos a tu cama. Quiero follar este coño más duro. 

Empujo hacia abajo una última vez, mi espalda arqueada y mis manos aseguradas sobre sus rodillas detrásde mí. No quiero dejarlo ir. Me levanto un poco y luego empujo hacia abajo de nuevo, girando mis caderas,sacando un poco de placer antes de que ceda. —Bien. Lo que sea que hagas, no pares. Te sientes tanjodidamente bien. 

—Te sientes tan malditamente bien también, nena.Nena. 

Me gusta la manera en que me llamó "nena". Tan intimo como si fuera su amante verdadera. Disfruto lascharlas lascivas, pero también me gusta esto. Él ya no piensa que solo soy una niñita. Enreda sus brazos alrededorde mi cintura y usa su otra mano para soportar mi peso, agarrando mi culo. Me levanta, abre la puerta del baño, ycamina hacia la cama. Mi coño se aprieta alrededor de su polla con cada paso, aumentando mi placer. Mi espaldagolpea el colchón y luego él está sobre mí, su polla todavía profunda dentro de mi coño. Aprieto mis músculos,presionando su barra dura.

KenroVlogs ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora