Con la inspiración en la mano

Rota

Rota. Me llevo tiempo comprender que era así como me encontraba, absolutamente rota.

Lo descubrí cuando mi di cuenta que llevaba demasiado tiempo sin derramar lagrimas y sin dar sonrisas sinceras. Ya no sentía el nudo en la garganta, solo eran unas pocas lagrimas que no se comparaban con el dolor que realmente sentía, risas tan vacías que se podrían confundir con gritos de ayuda.

El dolor esta ahí, donde comienza la grieta y no lo sabes hasta que se ha convertido en un gran agujero sin cura, ni remiendo. Ni siquiera creo sentir lo que estoy escribiendo.

Me duele el no sentir dolor y se que suena sumamente raro o extraño pero cuando lo único que quieres es llorar y realmente no puedes es como sentirte prisionero de tu propio cuerpo. Escuchar algo que debería alegrarte inmensamente pero tan solo eres sonrisa afuera pero no por dentro.

Y si así es sentirse rota, sobrestime toda las lagrimas que he derramado anteriormente, subestime la sensación de desgarro en el pecho, subestime el nudo que no me dejaba respirar porque en esos momentos podía sentir dolor; el dolor en todas sus formas. Podía mirarme al espejo y ver ese vació que me causaba el momento, podía verme llorar pero eso no esta pasando ahora y siento que una parte de mi se a desvanecido con cada suceso trágico en mi vida.

Nunca estuve tan desesperada por llorar, tan desesperada para sentir el nudo en mi garganta, el dolor en el pecho, el dolor en cada uno de mis huesos, lo estoy pidiendo a gritos pero no parece querer suceder porque estoy completamente rota.