Capitulo 1.

30 3 13
                                    

 - Despierta, despierta - Ella me sacude el hombro y por fin reacciono, lo primero con lo que me topo son sus dos pedacitos de cielo que hay en sus ojos y un rostro fino sin marcas. 

- Ya desperté - 

- Que bien - Sonríe. - Por un momento pensé.. pensé que habías muerto -

- No te preocupes, tengo un sueño pesado, he estado muy cansado estos días - Digo entre mis risas. 

   Ambos nos levantamos y nos sacudimos lo que alguna vez fue una persona o es simple polvo de chimenea. Pensar en eso va hacer que me amargue el día. 

- ¿Cómo dormiste? - 

- Bien, no tuve nada de incomodidades y no pasé frío. Creo que fue una buena noche - Lo dice mientras se estira. Esboza una sonrisa. - ¿Y tu? - 

   Amanecí muy descansado a comparación de otras veces, pero la pesadilla fue lo que me arruinó la noche. - Bien, sin complicaciones - No me parece muy importante mencionar el extraño sueño que tuve. Pero lo que si quiero es quitarme el vacío de mi estomago. - Tengo hambre - 

- ¿En serio?, yo también ¿Qué sugieres? - 

   Ambos salimos de la casa o por al menos lo que alguna vez fue una casa, una casa de dos pisos y muy amplia de cuartos pero que ahora solamente queda la mitad de ella. Es un día con cielo gris, Elvia me dice que a lo mejor llueve, acierto con la cabeza. 

   Cruzamos arboles y montones de ramas, casi me da con una en la cara, ella enfrente yo atrás. Elvia se limita a guardar un silencio mudo, a estos extremos escucho sus pisadas por la tierra y mi respiración. 

   Al llegar al pequeño pueblo fantasma y gris como el cielo, nos decidimos a buscar en supermercados algo de que comer impulsados por el crujir de nuestros estómagos. Entramos a un minisuper de esos que se encuentran a la salida del pueblo, en una gasolinera. 

- Bien, tu por allá y yo por acá - Elvia se va a un extremo mientras que yo tomo el otro. 

   Me tocó el lado de las ventanas rotas, buscó con la vista y después con las manos. "hallé algo" grita mientras yo encuentro una bolsa entera de papitas, después otra, y otra, al final encontré cinco. Después encuentro agua embotellada en los refrigeradores, a ella le toco encontrar algunas cuantas latas de jugo. Guardamos todo en las mochilas, también un paquete de chicles, una lata de frijoles y un burro que horneé en microondas (Sirve con baterías).

- ¿Qué haces? - Hago un gesto de interrogación en mi cara. 

- Me hago un café - Sonríe, tiene unos jens rasgados y un lindo suéter negro. 

   El lugar es un desastre pero la poca iluminación de afuera es lo que nos mantiene en este lugar, buscando, mientras que pisamos extraña arena negra repleta por el suelo. 

   De repente escucho un sonido, un sonido odioso y molesto como el de una mosca, pero veinte veces mas fuerte. Mi corazón se detiene. 

- ¿Qué es eso? - 

   Noto su rostro de preocupación y ella el mio. - ¡Ocúltate! - 

   Ambos nos ocultamos en diferentes lugares rápidamente, unas pisadas huecas y aplastantes retumban por el lugar, y comienzan a avanzar. No hagas ruido le digo con mis labios. 

   Por el reflejo de la ventana de golosinas miro como se acerca la abominación, una mancha negra traslucida por el vidrio, mi corazón se encuentra a mil por hora. Elvia gatea velozmente antes de ser vista por el horror en persona, la mancha se queda quieta por un instante. Ahora se dirige a mi. El eco de sus pasos hace que me estremezca. 

World's of Titans: GenocidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora