World's of Titans: Genocidio

Capitulo 2.

   Un día mas en el fondo de este mundo salvaje. Por la mañana, Elvia y yo procedimos a desayunar unas cuantas manzanas lavadas a mano, recorrimos varios kilómetros antes de que el sol se convirtiera en un estorbo. Si hay algo en lo que somos buenos es en encontrar el camino fácilmente a casa, así que, ni yo y ni ella nos preocupamos. 

   Las ciudades más próximas se encuentran lejos de nosotros, vivimos abrazados de condados o pueblos pequeños, y en el lugar en el que estamos no es algo diferente. Igual que ayer, saqueamos varios mercados,  con la única diferencia de que no nos encontramos con abominaciones del momento. Elvia recolecta baterías que podemos usar en nuestras lamparas, yo me dispongo de encontrar agua, embotellada de preferencia. 

   Medio día y el suelo comienza a cocinarse, no he visto a Elvia en algunas horas pero tengo fe en ella. Por mi seguridad entro a una desolada casa, el cuerpo me pesa y los brazos no me responden. Encuentro una soda todavía fría (Me parece muy raro), al caminar por la casa me dejo tirar en el sillón de la sala principal. - Que rico - Dejo resbalar de mis labios. 

   Mi mamá, no recuerdo mucho de ella, y mas sin embargo la observo en mis sueños. Pienso mientras veo fijamente la pared del techo, abro la soda, el sonido burbujeante hace que me de mas sed. La bebo a tragos pequeños. 

   Siento electricidad que corre en mí de un lado a otro. Aun qué las cosas no anden tan bien para nosotros, encuentro esperanza, y no, no es porque este lugar no este acechado por Titanes. Sino porque ya no encuentro nada más en que ilusionarme. No hemos tenido contacto social con otra persona además de nosotros dos por mucho tiempo, me siento alegre de tener a Elvia conmigo. 

   Comienzo a escuchar estallidos grotescos fuera de la casa, pero no les doy importancia. Me termino de hidratar. Y así como así, cierro los ojos... 

                                                               *      *      * 

   Ella me sacude y entro en conciencia. 

- Akon, Akon - Elvia está inquietada, me sacude fuertemente. - Akon despierta. No tenemos todo tu tiempo - 

- Qué... - 

   Me jala hasta tirarme al suelo, me limito a quejarme en silencio, pero las risotadas de Elvia eran mayores. ¡Corre, vamos! , Elvia sale de mi vista hacía el exterior.  Con un poco de esfuerzo y una pizca de berrinche termino por quedar en pie. 

   Al caminar escucho el sonido de algo que se rajó. Lo levanto, es la foto de una niñita, a lo mejor vivió en esta casa, la esperanza no se deja apagar, aun que muchas niñas ya no estén en este lugar. Me da miedo decirlo pero espero que no este muerta. En la foto, la niña se columpia en los brazos de un árbol; con trenzas en su cabello y dos pedacitos de cielo que me recuerdan a los de Elvia. 

   Vuelvo a la realidad, terrible realidad. Velozmente salgo de la casa. El cielo está oscuro y el sonido anteriormente dicho brota de aquellas nubes, que poco a poco van apagando al sol. Elvia me grita, se encuentra en la esquina de la calle, la sigo. Los golpes de viento se hacen mas fuertes y los truenos cada vez más grandes. 

   Un par de calles después, Elvia se frena y por fin la alcanzo. - Es aquí - Grita.

   Un auto estilo todo terreno, ella habré el capó. - Mientras tu dormías, yo me encontré con esto - Explica mientras mueve piezas del auto. - Al principio pensé: Bueno, se ve bien, pero a de ser una chatarra como todos los demás. Cuando supe que nomas le faltaba una batería nueva me emocioné y la busqué hasta encontrarla - 

- ¿Sabes de mecánica? - Después de todo lo que me dijo, creo que preguntar esto fue tonto.  

- No, no mucho, pero tenia parientes mecánicos. Solamente que hay un problema. - Hace una mueca.