II: Sumire y las fiestas.

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-¡Jutsu clones de sombra!-Boruto se multiplicó por cuatro.

-¿Eh? Ah. Recién empezamos y ya tengo que preocuparme por ellos.-pensó Sumire.

Se encontraban en el perímetro de la misma zona que la última vez, haciando ahora presencia en los árboles. Desde su primera reunión con Boruto, habían transcurrido tres días. Para la segunda práctica, Boruto había decidido revisar el apartado del ninjutsu. Tenía curiosidad por probar la naturaleza del chakra de su asistente.

Los clones se dispersaron entre el follaje. De pronto, Sumire se quedó sola, aguardando por el próximo movimiento. En un principio, no estuvo segura si debía esperar a que llegaran donde ella, o tener la iniciativa de buscarlos. Optando por lo segundo, se desplazó a través de las ramas hacia el sur; en determinado punto del recorrido, se topó con la inconfundible capa del enemigo, colgada entre las copas.

-Oh, no.-Supo que se trataba de un distractor-. Tengo que moverme de aquí.

Sujetó uno de sus kunais para clavarlo en la corteza del árbol donde estaba situada, y se deslizó con su ayuda hasta quedar nuevamente en el pasto. Se dispersó entre los tallos, hasta que fue intervenida por dos clones, de los cuales, uno se ocupó de derribarla por la espalda con una patada, y el otro la inmovilizó de manos.

Sumire presenció al mismo que la atacó acercándose, con toda la intención de encestarle un golpe. Ella quiso zafarse de las manos del otro clon, pero con el inminente ataque del primero tan cerca, cambió el juego aferrándose violentamente a los brazos que la apresaban, logrando así juntar sus manos para una rápida secuencia de sellos, que le permitió liberar un ataque para repeler al atacante:

-Estilo de agua: Expulsión de torrente.

Posicionó sus labios en preparación de un soplido, y al exhalar, liberó una fuerte presión que atacó directamente al clon de Boruto, y lo hizo desvanecerse. Ella, entretanto, había caído junto con el clon que la sostenía, al no prever éste la densidad de ese disparo, teminó por perder el equilibrio. Entonces, Sumire se hincó para abolirlo con su mejor intento de puñetazo.

-¡¿En dónde estás, Boruto?!-demandó jadeando al cielo, poniéndose de pie acto seguido. Entonces, reanudó su cruzada entre los árboles.

No dejó de correr. A menudo tomaba impulso de las ramas con sus manos, mas no volvió a subirse a ellas. De pronto, la aproximación de un kunai la hizo alterar de ruta para evadirlo. A su nueva posición, se le acercó otro. Al moverse Sumire de nuevo a su primera posición, y vio el primero clavado en un tallo, notó que permanecía atado a él un papel bomba.

Después de sobresaltarse, Sumire retrocedió tan pronto como pudo de vuelta a la segunda posición, en donde vio el segundo kunai también complementado con esa arma. No le quedó de otra que evadir ambos yendo hacia enfrente; los papeles estallaron simultáneamente, y el efecto que produjeron sobre ella fue expulsarla varios metros en dicha dirección. Al aterrizar, Sumire rodó entre el césped, para encontrarse con el otro Boruto, quien la detuvo sosteniendo con el pie su hombro, para encimarse en ella. Sumire reaccionó soportando su propio cuerpo con su espalda contra el suelo, para hace impulso con sus piernas, y empujarlo. Inmediatamente se puso de pie, y lo atacó con su kunai. Boruto respondió posicionando firmemente el brazo para soportar el de su enemiga. Ella arremetió abruptamente en su contra, haciéndolo retroceder dos pasos, que le bastaron para hacer un nuevo juego de sellos:

-¡Estilo de agua: Muro de agua!

Infló rápidamente el pecho, apuntando con sus labios hacia Boruto para descargar sobre él una alta ola, que se propagó de forma concisa hacia los árboles. Su objetivo, como era de esperarse, retrocedió al menos 20 metros más. Entonces, Sumire aprovechó para arrojarle un juego de 6 shurikens, las cuales rodearon el perímetro hasta llegar a Boruto. Al verlo esquivarlas, Sumire lo siguió con su vista, y entonces tiró fuertemente de una serie de hilos que había acoplado a las armas antes de lanzarlas. De esta forma, el rango de las shurikens se cerró para su rival. Éstas continuaron regresaron en el aire hasta atraparlo, y hacerlo desvanecerse.

Te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora