Un beso nada más.

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 Adaptación de una escena de Junjou romantica.

Escribí esto hace como tres años después de terminar un examen. el título es un poema de Manuel M. Flores.

A Chava sin pelo, que seguramente me vio escribiendo esto.

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Narra Paul.

Geo y yo empacábamos. Stu trabajaba en un nuevo cuadro. De Pete no sabíamos nada. Y John solo esta acostado fumando un poco. Los cuatro platicábamos amenamente. Pretendíamos ignorar que nos mandarían de regreso a Liverpool. ¡Justamente cuando empezábamos a mejorar! Pero no nos rendiremos. Seremos más grandes que Elvis. ¡Llegáremos a la cima de las cimas!

Inesperadamente Stu se lleva las manos a la cabeza haciendo que todos calláramos. Otra vez tiene migrañas. El semblante de John cambio a uno de preocupación. No entiendo como nadie lo nota si es algo obvio: John está enamorado de Stuart. Eso está muy claro, al menos para mí.

—Al regresar haremos que te revisen. Ya es demasiado para un simple golpe. —Dijo John

—No voy a regresar, John. — Respondió Stu.

— ¿Qué? ¿Por qué?

—Tomaré clases de arte con un muy buen maestro.

Todos lo miramos con cara de No Jodas. Él se rasca la nuca un poco incómoda y suspira.

— Hay que admitirlo, no soy buen bajista. Paul sí. Si me voy con ustedes sólo los estancaré.

Vaya que el chico no es tonto. Tiene muy claro que yo soy una mejor opción para el grupo. Stuart clava su mirada en John y sonríe antes de decir:

— Además me casaré con Astrid.

En los ojos de John se reflejó un profundo dolor. Sin embargo supo esconderlo mostrando una sonrisa y fue hacia dónde Stu para palmearle la espalda.

—Muy bien amigo. Ella es perfecta para ti

—Muchas gracias John. Sé que pronto encontraras a tu persona especial. —Le respondió este.

Geo y yo también fuimos a felicitarlo. Sin embargo poco a poco me invadió una extraña mezcla de tristeza y enojo que no entendí. ¿No era John quien debía sentirse así? Entonces ¿Por qué está tan... tranquilo? Y peor aún ¿Por qué tengo yo estas terribles ganas de llorar? Él es muy importante para mí; pero esto carece de sentido alguno.

Necesitaba llorar, estar a solas con John. Necesitaba urgentemente salir de aquella habitación. 

Regrese hacia mi maleta y la cerré con más fuerza de la necesaria, tanta, que los demás se sobresaltaron. Violentamente me puse la chaqueta de cuero negro. Tome mis cosas y con la mirada baja fui a reunirme con ellos.

—Tengo que irme AHORA.

Geo me miro confundido 

— Pero tomaríamos el tren de mañana...

—Es urgente.

—Está bien, Macca, pero es peligroso que con tu linda carita de bebé salgas solo a esta hora. — Me dijo Stuart con un tono burlón que decidí ignorar.

—N-no iré solo ¡John, acompáñame!

Antes de que pudiera responder, lo tome de una muñeca y corrí. Él sólo pudo tomar una chaqueta de mezclilla azul (Creo que de Pete) y me siguió el paso. Salimos del edificio y seguimos corriendo hasta una calle un poco solitaria. Nos acercamos al único farol que había en ella. Se notaba que pronto iba a nevar. Apoyé mi espalda cerca del farol y John se paró frente a mí mirándome confundido.

McLennon One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora