Por Diversión

¿Qué Mierda?

D O S

Después de una noche de pasión, gemidos llenos de lujuria y caricias. Elizabeth despertó con una gran jaqueca, confundida y aterrorizada. Se tallo los ojos y miro a su alrededor pensando que no estaba en su casa porque obviamente esa no era su habitación. Se encontró con que estaba desnuda y tapada con una ligera sábana blanca. Se espantó de solo pensar que había hecho alguna locura o que la habían secuestrado y violado. Se levantó roja de la vergüenza dispuesta a tomar su ropa, cambiarse y escaparse de esa escena. Iba a hacerlo cuando un apuesto y sexy chico salió de una puerta; la que suponía conducía al baño, con tan solo una toalla cubriéndolo de la cintura para abajo: así que podía ver que la "V" sobresalían algunos bellos dorados proveniente de su amigo, y gotas de agua recorriendo todo su bien trabajado cuerpo. Debía admitirlo estaba más bueno que comer Nutella con pan o fresas con chocolate... bueno estoy divagando al punto gente.

Al principio Elizabeth se quedó impactada, shockeada, hipnotizada, asombrada, etc... con solo verlo toda su vergüenza se fue, se olvido de todo, y es que era tan malditamente sexy y comible que cualquiera que estuviera en el lugar de Lizzy estaría babeando.

«Santo Dios de todas las papayas del mundo, ayúdame Jesus porque no resisto con tanto tanta belleza, a tal monumento... es que es como un sexy dios griego. ¡Dios, me lo como enterito a ese chocolatito! Mierda, en qué rayos estoy pensando, qué vergüenza Dios mío, pero es que cualquiera divagaría con semejante hombre en frente.

Un momento, el fue el que me secuestró y me violó, bueno de eso no estoy segura aún pero lo averiguaré», pensó Lizzy.

—Hola—saludo rascándose la nuca tímido y ligeramente sonrojado.
—Eh... y-yo...—tartamudeo sin poder dejar de verlo—...¿q-quien eres tú?, ¿y q-que hago aquí?—el chico bajo la cabeza y se sentó en la cama.
—¿No recuerdas nada verdad?—le preguntó con pesar y Lizzy negó con la cabeza.
—No entiendo, ¿de qué me tengo que acordar?—Nate señaló a la castaña que estaba semi desnuda. Entonces lo entendió, era obvio que habían estado juntos pero una parte de ella quería creer que no.
—¿T-tu y yo... tuvimos relaciones?—le preguntó con miedo en la mirada y temor de lo que él fuese a responder.
—...Si—finalmente respondió y entonces se sumieron en un silencio algo incómodo el cual aprovecharon para pensar y tal vez así; Elizabeth, recordaría—. Lo lamento, estaba pasado de copas y no estaba en mis cinco sentidos, entiendo si me odias...
—No te odio, solo no recuerdo nada, dime algo, ¿me violaste o fue todo por decisión propia?—el chico la miro a los ojos por primera vez y se dio cuenta que eran los ojos marrones más lindos que había visto en su vida... no sabía porque pero esos ojos color chocolate lo habían hipnotizado.
—¡Responde! ¡Quiero que me digas la verdad!—exclamó un poco molesta y el chico despertó de su hipnosis.
—Perdón, estaba pensando... eh si, todo fue por decisión propia de hecho tú te lanzaste sobre mi, eras como una fiera, fue el mejor sexo de toda mi vida...—Elizabeth se puso más roja que un tomate.
—Oh Dios...—susurro bajando la cabeza.
—Te subiste a mí y me estabas cabalgando y me lamias entre el cuello y la oreja... ¡Dios, fue increíble!—al parecer toda la "vergüenza" de Nate se fue pero la de Lizzy recién empezaba—Me encanto que me lo hicieras así y que me...—Elizabeth lo callo de una bofetada que lo dejo sorprendido.
—Perdón, perdón... yo... es que estabas hablando mucho sobre eso y...
—Esta bien, tranquila—le sonrió.
—¿Que quieres desayunar?—le preguntó cómo si nada y ella lo miró asombrada.
—Gracias pero no, tengo que irme a mi casa—se levantó apresuradamente envuelta en la sabana y con cuidado de no mostrar nada de sus atributos.
—Te llevo, ¿ahora si recuerdas tu dirección?—pregunto burlón y ella volteo a verlo con el ceño fruncido.
—Por supuesto que recuerdo mi dirección—rodó los ojos sin entender y tomó su ropa que estaba esparcida por todos lados—. ¿Puedo usar tu baño un segundo?—pregunto sujetando la sabana con fuerza.
—Absolutamente—ella asintió y se dirigió al baño.