Un Rumor En Raijin [Shizaya Fanfic]

Capitulo IX: ¿Para que detenerse ahora?

—Shizuo, detente— Trato de hacerle entrar en razón, un intento completamente en vano. No importara cuanto le gritara, pataleara o llegara al punto de hacer lado su tan inmaculado orgullo haciendo algo tan bajo como suplicar, Shizuo no se detenía.

No transcurrieron ni cinco segundos para que Shizuo siguiera con lo que estaba haciendo, sus pantalones se encontraban colgando perezosamente sobre sus rodillas, su cinto ahora ataba sus manos de forma dolorosa sobre sus muñecas y estaba seguro que nuevas marcas rojizas ya se estaban formando allí debajo de las vendas.

Las manos de Shizuo prosiguieron a desabotonar su chaqueta.

Una mueca de desagrado surco por el semblante del rubio al notar las leves marcas rojizas y violáceas por su cuello y una pequeña porción expuesta de la pálida piel del abdomen del azabache.

En su mente no cavia duda alguna que Kadota fue quien hizo esas marcas; logrando que la sangre le hirviera de celos y una opresión mayor fuera depositada en su pecho.

Sus labios hambrientos y furiosos iniciaron a su viaje por todo el cuello, reemplazando aquellas marcas por unas nuevas.

Izaya se removía incomodo en el escritorio, con su pecho subiendo y bajando súbitamente. El ligero ardor de las marcas lograban sacarle algún que otro jadeo, siseo apenas los dientes del contrario se clavaron en su piel.

—Odio que tengas marcas en ti, odio que estés con otros...— Por cada marca que localizaba, una imagen le llegaba a la mente; Kadota compartiendo besos con el azabache, algún otro tocando su piel con total libertad, el chico molesto que ni tenía idea de cómo se llamaba recibiendo los numerosos tratos de Izaya.

Una imagen dolorosa para él.

Algo que lo hacía perder su poca cordura más y más; haciéndolo entrar en un estado casi colérico.

Los ojos de Izaya casi salen de sus orbitas al escuchar lo dicho por el rubio, y una sonrisa socarrona por fin hizo aparición de sus labios.

—Oh... estás hablando de eso—Ladeo su cabeza, dejando aun más descubierto su cuello— Tenia la leve sospecha de que Shizu-chan era un mirón, ¿acaso tu madre nunca te dijo que es de mala educación entrometerse en los asuntos ajenos?

Shizuo no se detuvo en dejar salir un gruñido— ¿Así que sabias que te estaba mirando?

— ¿Quién sabe?—Añadió haciéndose el desentendido— No veo porque deba molestarte tanto, tú no eres nadie para estarme reclamando lo que hago o no.

—"Tienes razón, no soy nadie para estarte reclamando nada"— Se dijo para sí en un momento de lucidez, el cual perduro muy poco; ya que la sonrisa orgullosa del joven informante lucia como si mostrara con suficiencia las marcas sobre su cuerpo cual trofeos.

— ¿Ah sí?— De un solo tirón bajo la ropa interior del azabache, quien dio un brinco sorprendido— Entonces... hare lo que siempre has deseado.

—Esper-¡Ngt!

La mano de Shizuo no tardo en acariciar el miembro de Izaya de forma brusca y apresurada.

Las mejillas antes pálidas tomaron un ligero color bermellón.

— ¿Así que esto es lo que te gusta?— Pregunto con sorna Shizuo, apresurando aun mas los movimientos de su muñeca— Te gusta que te traten así, como una pequeña perra en celo que ni es capaz de tener la decencia de no admitir tus fechorías. Adivino... esperabas el momento justo para que yo mismo te encontrara con otros chicos para molestarme, bastardo ¿Me equivoco?

— ¡¿Per-ah?! ¡¿De qué hablas?! ¿Por qué... Mmh...estas molesto?— Su cuerpo respondía a cada caricia de Shizuo, sus caderas de forma inconsciente comenzaron a moverse en armonía con los movimientos del rubio. Deseaba huir de ahí, correr e irse muy lejos, cubrirse su rostro para dejar de mirar los ojos de Shizuo los cuales no dejaban de observarlo.