Estúpida Amnesia 3 {Riker Lynch}

Capítulo #2

-Tus padres han estado de acuerdo, sólo recalcaron que te cuidase bien y que no regresaramos tarde -asentí- y los chicos no tardan en recogernos -sonrió.

-De acuerdo, ¿A dónde iremos? -pregunté.

-Bueno, si se pudiera iríamos a donde comenzó tu vida -lo miré confundida- Littleton, Colorado.

-No sé donde es -no dijo nada.

-Desde que saliste del hospital sólo has estado en la casa que compraron tus padres, no has visto más de la ciudad que el parque cerca. Así que iremos a donde llegamos cuando nos venimos a Los Ángeles y donde tanto has estado. -sonrió.

-¿Dónde?

-La casa de mis padres.

Después de decir eso, un auto llegó junto a nosotros. Miré y eran los otros rubios que vi cuando estuve en el hospital pero también olvidé sus nombres.

Ellos saludaron, todos de bajaron y me saludaron.

-Hey, Skyler. ¿Qué tal todo? -preguntó un castaño con barba.

-Jumm, todo bien... -divagué su nombre. Riker me miró y sonrió.

-Él es Rocky -asentí- Ella es Rydel y aquel es Ross -ahora entiendo un poco más.

-Ya, todo bien, Rocky -sonreí- y disculpa, olvido nombres aún.

-Cada dos días o tres me pregunta el mío -habló Riker y los chicos rieron leve y yo también reí- o cuando me dice rubio ya sé que se le ha olvidado -se encogió de hombros con una sonrisa.

-Divertido, ¿A dónde llevaremos a Skyler? -preguntó Rydel.

-A donde hemos pasado tanto tiempo metidos -los chicos lo miraron sin entender- a casa -dijo obvio.

-Ahhh, yaaa. -hablaron Rydel y Rocky.

-¿Para regresar a casa hicieron que me apresurara en salir? -se quejó Ross y yo reí.

Riker le dio una palmada en la cabeza

-No te quejes y vamos -habló Rocky.

Riker y Rocky me ayudaron a entrar al asiento del copiloto mientras Ross guardaba la silla de ruedas en la cajuela.
Después todos subieron y Rocky condujo a casa de sus padres.

El camino a esta no me hizo recordar nada hasta que Rocky se detuvo frente a una de las casas y me dió una leve punzada en la cabeza, donde en un breve instante pasaron varias imágenes por mi mente pero todas eran borrosas.

-¿Estás bien? -habló Rydel.

Tenía los ojos cerrados y el entrecejo fruncido.

-Sí, eso creo -miré a los chicos que me veían ya fuera del auto. Asintieron no muy convencidos.

Nuevamente, Riker y Rocky me ayudaron a bajar del auto y me colocaron en la silla de ruedas.
Todos caminaron a la puerta y Riker me empujaba.

-¡Volvimos! -gritó Ross.

En ese momento una señora bonita y rubia que tal vez había visto antes apareció por un pasillo.

-Pensé que tardarían más -dijo mirando a los chicos y luego posó su mirada en mí- Por dios, Skyler. Hasta que te vuelvo a ver -se acercó a mí y notó mi mirada confundida- Soy Stormie, cariño.

-Oh -asentí mientras grababa su nombre en mi mente- ¿Y usted es la mamá de ellos, no?

-Así es, mi cielo, y también soy como una segunda madre para ti pues has crecido parte de tu vida con nosotros -dijo emocionada.
Yo sólo asentí.

Después de eso, fuimos al patio trasero donde había una gran alberca y estaba otros dos chicos castaños que sí reconocía.
Cuando los tres nos miramos sonreímos.

-¡Hola, Skyler! -corrieron a abrazarme.

-Ellos son...

-Ellington y Ryland -sonreí devolviendoles el abrazo.

Cuando nos separamos, todos me veían con confusión.

-¿Qué pasa? ¿Por qué me ven así?-pregunté.

-Los reconociste -dijo Riker sorprendido.

-Sí, eso hice -dije obvia.

-¿Cómo es que a ellos si los recuerdas y a los demás no? -preguntó Rydel.

Todos se sentaron y me pusieron frente a ellos.

-Bueno, el día que salí del hospital el médico me explicó que no recordaría un 95% de mi vida por así decirlo y que el otro 5% serían cosas que sí recordaría, cosas que casi no hubieran estado muy presente antes -miré a Ellington y a Ryland- Admitamos que cuando todo era normal, la mayor parte del tiempo Ryland no estaba en casa o eso recuerdo -Ryland asintió- y cuando éramos más pequeños yo convivía contigo bastante y eso hacía que... -tuve recuerdos divagos- Riker se pusiera celoso -dije rápido y me quedé en silencio por un momento.

-Skyler... -habló Ross moviendo sus manos frente a mí.

Hacían señas frente a mi pero no reaccionaba, hablaban pero no escuchaba, estaba sumergida en los recuerdos que había tenido.

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19 de Marzo del 2018