Locura

El tiempo pasa rapido

–Oye hoy es el día– Aviso el zorro de ahora dos metros debido al chakra puesto en su invocación.

Naruto miro con su ojo al zorro.

–¿Ya ha pasado un mes?– Pregunto, pues no tenia muy buena noción del tiempo, el zorro afirmo y miro como su cachorro se quitaba la gasa del ojo, hace un mes que por fin un ojo había conseguido atraer la atención del azabache que lo había comprado, un sharingan.

Naruto con una facilidad insuperable desactivo este y siguió su camino, pues tenia que entregar el cuerpo de aquel renegado por el que le pagarían mucho dinero.

Hace años que estaba de mercenario, estuvo trabajando en un bar hasta los 10 años que fue cuando comenzó con su primera misión, ahora mismo su fama estaba en lo alto y todo por haber herido de gravedad al ayudante la mizukage y herir a esta. Ahora tenia 15 años y la pubertad lo estaba moldeando de una manera muy buena, pues era muy atractivo a simple vista.

–Llegamos Kurama, si quieres puedes quedarte aquí vuelvo en media hora. Luego entrenamos.– El zorro asintió a lo dicho por el azabache y se acostó a dormitar.

Naruto sonrió ante la escena y se adentro al oscuro lugar, que por su puesto después cambio a ser iluminado por tenues luces.

–Creí haberte dicho que lo quería vivo– Dijo una voz muy conocida para el.

–Callate Kabuto, esta vivo solo inconsciente–

–Bueno, oye escuche que te has metido en problemas, estas en el libro bingo de todos los lugares habidos y por haber, solo falta Konoha, me sorprende que este tardando tanto cuando es uno de los más afectados– Informo el de lentes.

–Honestamente yo también– Menciono entre risas, pues en realidad se llevaba bien con el chico que le dio su paga con gusto para el comenzar a contarla.

–Dudas de mi honestidad, oye te aviso que el libro bingo se renueva en dos semanas imbécil–Exclamó Kabuto fingiendo estar herido para luego pasar a una faceta un poco mas seria.

–Aja, y de la tuya no idiota, del de la serpiente afeminada si– Contesto con una sonrisa. –Parece estar completo, bien, mándame un pergamino por si se les ofrece otra cosa, mi cuerpo no se incluye–

–¡Estas bien bueno!– Grito Kabuto a modo de despedida.

–¡Tu no wey!– Grito de vuelta para después salir del lugar.

Para ser sinceros su vocabulario no es el mejor, pues como serlo si creció durante dos años de su vida escuchándolo a diario, la vida moldea sea para bien o para mal.

–Minato, Naruto casi mata al ayudante de la mizukage, y a ella casi le corta un brazo, ¿Que haremos?– Preguntaba Kushina entre el llanto.

Llevaban años buscando a su hijo, siempre enviado constantes misiones en su búsqueda. Nada. Incluso Minato dudo de la lealtad de sus anbus y fue el mismo a buscarle, nada tampoco.

En cuanto se suponía su hijo ya tenía 10 años fue incluido en el libro bingo de Kumogakure como un renegado de clase S, había matado a la secretaria del raikage y asesinado un escuadrón anbu.

Su hijo tenia 10 años y ya tenía sus manos manchadas de sangre.

Meses después fue añadido en Kirigakure e Iwagakure con los mismos datos. Sólo que con diferentes crímenes.

Movimientos, solo sabían los movimientos hechos por el chico una vez días de haberlos hecho, sus crímenes ellos lo sabían, como recordatorio de que seguía con vida y la esperanza de que volviera.