Es hora

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–naruto– Llamo ya desesperado Kurama quitándose de encima al azabache que antes dormía encima suyo.

–¿Qué pasa Kurama?– Preguntó mientras se estiraba y sobaba su cabeza.

–¿Cómo que "qué pasa"? Imbécil necesitamos entrar a la aldea antes de las cinco de la tarde, Orochimaru nos dejo hacer esto solos así que no lo tires a la basura, con lo duro que fue quitarse a Kabuto de encima.– Dijo el zorro recordando cómo había pasado aquello.

–Entiendo... Espera, Kurama, mira– Dijo apuntando la aldea.

El zorro rodó los ojos, pero a final de cuentas se acercó hasta estar al lado del chico.

–Están reforzando, saben que estamos por aquí y que atacaremos– Afirmó el azabache.

–Al parecer si– Asintió de igual manera. –Hay que movernos de noche entonces– Dijo el zorro recibiendo una aprobatoria de Naruto.











–El día ha estado tranquilo, creo que solo eran rumores– Dijo un shinobi.

–Ajá, ni siquiera ese demonio puede contra nosotros– Aseguró otro.

Y en ese mismo instante se escucharon gritos. Alertando a todos, entonces una conocida figura apareció.

-¡Estas loco!- Grito un aldeano a la figura que estaba sobre la torre Hokage.

El chico de negra cabellera miraba con una sonrisa torcida lo que veía,  los ninjas estaban en posición de pelea, sin embargo el miedo era palpable en sus rostros y los aldeanos temblaban en su presencia.

Perfecto.

Simplemente perfecto.

Kushina y Minato miraban a su hijo al que le había costado técnicamente nada el haber burlado a todos.

–Hay un placer en la locura, que solo el loco conoce– Respondió al insulto dado hace un minuto.

Hizo sellos con sus manos y toco el techo en el que estaba situado, en menos de dos segundos gruñidos se escucharon, los aldeanos y ninja por igual miraron atrás del chico con pánico, y ahí estaba la enorme sombra con nueve colas, el Kyubi.

–Querían su demonio, aquí tienen su demonio, que inicie el juego– Y la bestia rugió en respuesta –Vamos, Kurama- Susurro mientras saltaba a la cabeza de este.

El zorro ya en su tamaño original comenzó a destrozar todo lo que tenía a su paso, los gritos eran música para el azabache que sin más se sentó sobre la cabeza de su amigo, contó hasta diez y abrió su Sharingan con tres aspas.

–¡Maldita sea mi estrategia no funcionará con el kyubi!– Gritó Shikaku desesperado.

–Lucharé con el, aún si es mi hijo– Dijo Minato triste.

–¡Que los Uchihas capaces de utilizar el amaterasu lo usen!– Gritó Shikamaru, heredero del clan Nara.

Los Uchihas capaces de esto se colocaron en línea, y con gran concentración y enorme cantidad de chakra siguieron las ordenes dadas, el kyubi gruñó al recibir el ataque.

–Con eso tendrá, solo hay que encargarnos del hijo del cuarto– Dijo Shikamaru seguro.

Más nadie se espero lo que paso, el zorro había desaparecido en una enorme bola de humo. Para después volver a ser invocado en su misma forma, así burlando el ataque.

–¡¿Qué!?– Gritó Fugaku impresionado, Naruto no era capaz de invocar a un bijuu dos veces consecutivas ¿O sí?

El zorro rugió aún más molesto y continuó a destrozar el barrio Uchiha.

–¿Tú eres Naruto Uzumaki?– Preguntó cierto azabache.

–Valla, dar la cara así de rápido, eres un teme– Contestó para sin decir nada más lanzarse a combate.

Los jutsu comenzaron a variar.







El cuarto hokage buscaba como loco al causante de toda aquella matanza, las bajas eran de principalmente aldeanos y la cifra de esta era angustiante. Su esposa Kushina estaba conteniendo un poco al kyubi con aquellas peculiares cadenas, sin embargo sabía que esto solo le daría un tiempo de ventaja. Entonces paso por una calle, donde por fin lo vio.

–¡Naruto no lo hagas!– Gritó desesperado por qué su hijo no clavara del todo aquel kunai en la garganta del hijo menor de su mejor amigo. Sasuke, uno de los ninjas más fuertes de Konoha estaba inmóvil ante las garras de su hijo, entonces cuando este se volteó logró verlo, aquel ojo azabache no era nada más ni nada menos que él Sharingan.

–¿Qué no lo mate?– Preguntó incrédulo, era hermoso tener al hokage frente a él rogándole algo.– Entonces ven y toma su lugar, asume las consecuencias de los que tus amados aldeanos y shinobis han creado, acércate no muerdo– Dijo con aquella sonrisa tan retorcida que causaba escalofríos .

–Naruto, nunca creí que llegarías tan lejos y... Pelearé contigo aún si eres mi hijo– Exclamo en voz alta.

–¿Eh?– Alcanzó a pronunciar antes de recibir un muy fuerte golpe en el rostro que lo mando a parar en el frío suelo.–Con que el hokage quiere jugar, bien– y con esto se levanto de manera rápida y se coloco en posición de pelea.

Minato fue el primero en dar señales de moverse, en cuanto lanzo un kunai de tres puntas al lado de su hijo.

–Creo que le falla la puntería, hokage-sama– Dijo en voz alta y burlona.

Lo que no se espero fue otro golpe, esta vez dirigido al abdomen, que como el anterior por su  fuerza ejercida el azabache fue a parar al suelo.

–Ya veo– Susurro mirando los ojos azules del cuarto, paso su mano por su boca limpiando la poca saliva que se le había escapado y se lanzo de lleno contra el rubio. Si en algo era bueno, era en el taijutsu, superando por poco su ninjutsu.

El primer intento de golpe fue parado fácilmente por el rubio que atrapo su puño, lo que Naruto planeaba. Giro con fuerza su cuerpo, así separando ambos pies del suelo en un estratégico salto que al estirar ambas piernas el cuarto hokage salió volando dos metros atrás por la muy fuerte patada que había recibido en el pecho.

Menmabarian no jutsu– Grito el azabache con una enorme sonrisa, mientras el rubio era inmovilizado por una pequeña barrera que le apresaba.– Espero que entiendas las cosas hokage, pero necesito seguir con mi venganza... No sabia que habían mas Uzumakis.– Susurro volteándose y dandole la espalda a Minato, el cual le escucho.

No se referia...

–¿Que harás?– Pregunto en un alto y desesperado grito.

–Cuando una roca no deja pasar... hay que destrozarla– Le respondió mientras giraba la mirada, haciendo que los ojos bicolor se encontraran con unos bellos azulados. –Voy a cumplir mi sueño hokage, sea cual sea el precio a pagar– Volvió a decir, mientras sacaba lentamente un kunai de su bolso.

Se desharía del Uzumaki que estropeaba sus planes.


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¡Espero se preparen por que el siguiente capitulo es el ultimo!.... y el mas largo a corregir ;v

Este es el mas corto hasta ahora... ñeh

Bueno en realidad tengo dos finales, bueno, tenia en el que perdona a todos y en el que cumple su deseo de vengarse, sin embargo creo que ya son muchos en los que perdona y prefiero la sangre y destrucción. Así que solo publicare el de sangre y destrucción y ya.

Gracias por su apoyo, me hace feliz :3

-bye bye-

LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora