King Of My Heart {Shawn Mendes Fan Fiction}*

uno.

  ♚ ♛   

—Va a meterme en problema, príncipe Shawn.

—Deja de decirme así, Luke. Solo dime Shawn y no seas gallina, solo serán dos horas. Nadie lo notará.

—Perderé mi empleo.

—Yo me encargaré de que no sea así. Ya vámonos.

Luke me ayudó a salir por la parte con menos seguridad de la residencia. Mi trabajo durante este difícil proceso solamente era esconderme en los asientos traseros del auto, Luke era quien hacia todo el trabajo.

Esta vez el me ayudaría a llegar a mis clases clandestinas de guitarra.

Como miembro de la Realeza, mis padres consideraban indebido que yo tocase un instrumento tan insípido como la guitarra por lo que tuve que conformarme con aprender a tocar el piano el cual era realmente aburrido.

—Tome su guitarra, volveré por usted a las seis. Espéreme aquí no...

—Ya hemos hecho esto antes, no te preocupes. Gracias por traerme.—Contesté sonriente. Me agradaba muchísimo y era bueno tenerlo como aliado.

—Llame si me necesita.

Como podrán imaginarse, soy el príncipe de Gales. Mis padres heredaron el puesto de Realeza hace más de quince años cuando mi abuela la Reina Carlota de Gales falleció. ¿Se dan cuenta que para ese entonces tan solo tenía cuatro años y ya aspiraba para reinar en un futuro?

Nunca me incomodó pertenecer a la familia real hasta el inicio de mi adolescencia cuando me di cuenta que no podía hacer amigos de manera normal y me vería obligado a convivir solamente con la servidumbre. No me malentiendan, muchos de ellos son geniales y me he vuelto muy unidos con ellos. Hasta podría decir que me he involucrado con ellos más que con mi propia familia.

Convivir con personas del exterior de la residencia fue algo tan extraño como excitante al principio. Al guardar con recelo mi identidad me hacía sentir como algún tipo de Hannah Montana. Claramente mis padres no sabían absolutamente nada de mis aventuras y espero que así siga por mucho tiempo más.

—Es un gustó verte de nuevo por aquí, Shawn.—Mi profesor de música me recibió con calidez. Él sabía perfectamente quien era yo y por eso llegaba a ser algo hipócrita.

—¿Se ha cancelado la clase?

—Oh no, has llegado diez minutos antes. Puedes afinar tu guitarra mientras esperamos a los demás.

La clase estuvo divertida hasta que dos de los guardias de papá llegaron al lugar para sacarme de ahí. Esto no era nada bueno. Cuando llegué a casa papá me recibió algo enfadado y me alegro un poco porque finalmente podría decirle una cuáantas verdades a la casa. Ya hasta me encontraba algo ansioso.

—Hemos suspendido a Luke por solaparte todo este tiempo.

—No puedes hacer eso. Él es mi guardaespaldas.

—Ya no. Ni siquiera lo necesitarás. Estarás castigado hasta nuevo aviso.

—Tengo diecinueve. No puedes hacerme esto. No soy un niño.

—¿Ya no eres un niño? Porque no lo parece, hijo. Un adulto no se escabulle a escondidas y se arriesga por diversión como tú lo has hecho por todo este tiempo. 

—¿Quieres que te lo demuestre?

—Bien, si eso insistes lo harás. Te harás cargo del reinado un mes, quiero verte en acción. Pero, si fallas y lo arruinas todo, perderás la oportunidad de gobernar. ¿Me entiendes?

—No creo que eso sea una buena idea.—Mamá quiso intervenir pero esto ya era personal. Nadie iba a detenernos.

—Dime que tengo que hacer.—Lo rete.

—Bien, asumirás el reinado. Serás coronado y te encargarás de las próximas decisiones que tendrán que ser tomadas pero para ello tendrás que casarte. Conseguir a una princesa que pueda tomar el cargo junto a ti.

—¿Estás loco?

—Es tu decisión, Shawn. Pero debes saberlo de una vez. Si tu no te casas en menos de un mes, la corona será entregada a tu hermano. Esto solo depende de ti.—Tengo diecinueve años, apenas y sé conducir. ¿Cómo le haré para gobernar una nación?

Acepté solo porque mi orgullo no me permitía renunciar. Tal vez ese solo sea el menor de mis problemas porque todavía tengo que pensar, ¿En dónde conseguiré a una chica que quiera convertirse en princesa en menos de treinta días?

.

—Gracias por ayudarme a conservar mi empleo.—Luke se encontraba conmigo a los alrededores de la residencia. Había logrado que se quedase solo que ninguno de los dos podía salir por ahora.—No tenía idea de como sacaría adelante a una bebé de dos meses sin ingresos.

—Perdona por hacer que lo perdieras.

—Los amigos ayudan a otros.—Dijo algo sonriente. Él solamente era cinco años mayor que yo, tal vez por eso nos llevábamos genial. Tomé el cigarrillo de la mano de Luke e inhalé una sola vez, por mi mente seguía rondando la loca idea del matrimonio a los diecinueve.—¿Realmente tendrás que casarte?

—Sí pero ¿Cómo diablos lo haré? Ni siquiera conozco chicas. A duras penas pude tener una cita hace tres años.

—¿Y que ocurrió con ella?

—Me cambió por un vendedor de pretzels. 

—Te ayudaré a conseguir una, hermano. ¿Te gustan mayores? Mi cuñada puede...

—No, Luke. No me gustan mayores.

Ambos nos quedamos en aquel despejado jardín pensando en como solucionar el problema en el que me metí. Renunciar no sería una opción, si lo hacía me desheredarían y no quería eso. 

—¿Y si publicamos un comunicado? 

—Esto no es la cenicienta. Tendremos que buscar de otras formas.

—¿Cómo cual?

Salir del castillo fue algo difícil, tuvimos que escabullirnos saltando un par de muros y tomar un taxi que nos llevó a uno de los conciertos más grandes por presentarse en la ciudad.

Olivia Dolan, una chica de dieciocho con una carrera musical en ascenso parecía ser un modelo perfecto de princesa, o al menos lo era para mí.

Con esa mirada tan dulce y la suave melodía que hacía salir de su guitarra me pareció lo mas hermoso del mundo. Bien, ya la encontré. Solo falta casarme con ella. O eso creo.