King Of My Heart {Shawn Mendes Fan Fiction}*

cinco.

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—¿Porque no me contaste de esta locura? Hubiésemos trabajado en un plan más exacto.

—No me arrepiento de nada, Luke. El día de ayer fue asombroso. Olivia me dió un tour muy peculiar por la ciudad.

—¿Acaso el príncipe de Gales está enamorado?

—Creo que sí. Quiero conquistarla de verdad.

—Estoy completamente seguro de que ya lo has hecho.

Las siguientes cuatro semanas fueron muy interesantes. Olivia convivió mucho con mi familia a pesar de no ser su deber. Ahora todos la veían como el perfecto modelo de princesa.

Era una fría noche de diciembre cuando el clima le impidió volver al pequeño departamento que había alquilado en la ciudad por lo que mis padres le ofrecieron pasar una noche aquí. Eran las tres de la madrugada cuando tres ligeros toques en mi puerta me alarmaron, detrás de esta se encontraba Olivia. No tenía idea de que ocurría por lo que solo pude hacerla pasar.

—¿Todo en orden?

—Me da algo de miedo la habitación que tus padres me asignaron. Es demasiado grande.

—Entonces pasa la noche aquí, a final de cuentas eres mi prometida.—Ella solo soltó una pequeña risita traviesa antes de besarme con delicadeza. Ella me enloquecía.

Besos y caricias lentas. Era lo que mejor podría describir la situación en mi habitación a estas horas de la noche. Había vivido bien mis diecinueve años de virginidad pero era hora de cambiar era situación.

Caminamos hacia mi cama y al tirarnos sobre el acolchado colé mis manos por debajo de su pequeña blusa y la retire sin obtener quejas de su parte dejando al descubierto pequeños y redondos pechos. Olivia se sonrojo y de inmediato unió sus labios a los míos para evitar que siguiera mirándole. Es hermosa.

Descendí hacia esas pequeñas protuberancias y las acaricié con sumo cuidado haciendo que un pequeño gemido por parte de mi chica llenara la habitación.

Ella decidió tomar el control de la situación y me ayudó a retirar mis pantalones para dormir y entonces me di cuenta que ya no había marcha atrás. Ambos nos encontramos en ropa interior y dudo mucho que esto se quede así.

—¿Quieres hacer esto?.—Olivia me preguntó algo preocupada. Sé que está algo ansiosa por el hecho de tener que desvirgarme.

—¿Tú quieres hacerlo? Si no estás lista voy a detenerme..

—Solo sigue besándome.

Teniendo cuidado me decidí por retirar la última prenda que cubría su cuerpo. Acaricié con cuidado su cuerpo por un par de minutos antes de deshacerme de mis boxers y posicionarme sobre ella.

Dejó escapar un pequeño gemido doloroso cuando comencé a hundirme en ella. Era una sensación que nunca había experimentado y me tenía enloquecido. Pase mis manos por la espalda de ella y la abracé contra mi cuerpo mientras me encargaba de embestirla con cuidado si llegar a ser un bruto con ella. Esto era especial.

—Me encantas.—Susurró contra mi oído mientras mordía con ligereza uno de mis hombros. Aceleré un poco más mis movimientos obteniendo con ello que el placer de mi chica se volviese algo escandaloso. No me importa. Este momento es solo de nosotros y nada más va a arruinarlo.

Mis músculos se tensaron al igual que mi parte baja haciendo que me esmerara un poco más en el acto. Pude sentir mi liberación a la par con la de ella y una vez tumbado a su lado solo sonreí algo adormilado. Fue asombro.

Mis brazos, aún prisioneros del cuerpo de mi chica, se movieron de cierta forma en la que pude atraerla contra mi pecho. Nadie dijo nada por un tiempo mientras disfrutábamos de aquella sensación de relajación. Una vez que fui capaz de articular palabra comencé a brindarle pequeñas caricias mientras le mimaba.

—Eres preciosa.—Acaricié su espalda con armonía y amor. Olivia suspiró y besó mi pecho un par de veces.

—Eres adorable.

—¿Lo soy?

—Eres el hombre más tierno del mundo.—Tomó mis mejillas y me besó tranquilamente sin ninguna prisa.

Esto era perfecto, con nuestras anatomías perfectamente acopladas y la sensación de nuestros corazones latiendo al unisono después de habernos amado por primera vez era más de lo que algún día imaginé merecer.

—¿Cómo te has sentido?

—Fue maravilloso, Liv. ¿También fue tu primera vez?

—Algo así. Si hablamos de manera física...

—¿Cómo pasó?.—Le avergonzaba un poco pero no podía ocultar mi curiosidad.

—Tenía quince y mi carrera musical apenas estaba comenzando. Yo estaba muy entusiasmada por ello y cada cosa que mis representantes me decían tenía que seguirlas al pie de la letra.—Cubrí su cuerpo con un par de mantas al notar como su piel se erizaba por culpa del frío.—Me dijeron que lo mejor era comenzar a salir con chicos para aumentar mi popularidad y entonces lo hice. Hubo uno que realmente me gustó y me dejé llevar porque sabía que esto era más que salidas inocentes. Un día antes de mi cumpleaños dieciséis me llevó a un hotel diciendo que por la mañana saldríamos de excursión así que acepté, no era tonta yo sabía que pasaría pero lo que vino después...

—¿No fue lo que esperabas?

—No. Ese hombre me trató tan mal que me hizo sentir sucia. Se enfocó tanto en su propio placer que se olvidó que trataba con una virgen. Fui su muñeca de trapo por unos momentos, ni siquiera me permitió sentir un poco de placer todo era dolor. Por la mañana no supe de él y por la tarde me di cuenta que se había ido para siempre a través de mi representante.

—Lo siento mucho.

—Me alegra tanto que hayas sido tú con quién pudiese vivir esta experiencia. Te quiero mucho.

Le besé un par de veces antes de acomodarnos perfectamente en mi cama y dormir un par de horas.

Creo que nunca me había sentido tan dichoso como ahora. Espero algún día tener por completo su corazón.