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Hoy María no fue y me preocupé.

Por eso fui hasta su casa.

Todo estaba apagado excepto la luz de su recámara. Entré sigilosamente y la encontré dormida.

Me hice en un espacio donde la luz no me diera y   decidí quedarme  a custodiar sus sueños.

Tenía que ser su guardián.

sin que ella lo supiera o siquiera lo   entendiera.

Ya ubicado , la observé : estaba acostada, por la posición que tenía,parecía  estar herida. Había muchas botellas de alcohol y el cuarto estaba hecho un remolino.

Se veía tan frágil, tan pequeña, tan ajena.

¿Qué la hacía sufrir?

Maria, pechos desnudos. [PARTE 1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora