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Sale de aquel bar. En un abrigo de pelos negros y  fumándose un tabaco, digno de ella.

Así solía ser, nada delicada, nada que no fuese real. Hacía de su vida arte y sin intentarlo, lo era. Aunque detrás de cada estrella todos sabemos que hay más oscuridad que la luz que refleja.

Caminaba sola como acostumbraba. La seguía a lo lejos, me detenía si veía que sentía mi presencia, la veía seguir caminando como estrella de cine , quizás una "PornStar" con : colorete en sus mejillas, falda corta,botas largas.

Era digno de admirar, verla sin miedos por la vida, sin bajar ni por un segundo su cabeza, quizás no era la vida que quería o eso creía  yo, pero no se detenía a llorar, no pedía nada a cambio y eso la hacía especial, trabajaba para sobrevivir, no de la manera más digna pero si de la manera que lo haría cualquiera que quiere comer cada día.

Lo que me sorprende es que  va sola, a parte de su hermano quien es su proxeneta y quien es a quien  veo siempre en el bar , siempre lo está. Por eso  me tomo ciertos atrevimientos  como este  y le hago de  guardián vigilando cada noche su regreso a casa.

Maria, pechos desnudos. [PARTE 1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora