Prólogo

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Las decisiones, el pasado y el amor son cosas que cambian tu vida y depende que tan bueno seas lidiando con ello, pueden hacer tu vida más feliz o destruirla.

Pero nunca llegas a pensar que una persona sea la causa de tu destrucción, no alguien en quien confías, no alguien a quien amas.

Aun no podía procesar todo lo que estaba pasando, sentía un remolino en mi cabeza, todo lo que sabia se había convertido en una farsa.

–La mataste, sabías que estaba bien, siempre lo estuvo y nos mentiste, no tuviste ni un poco de remordimiento. —le gritaba a la persona tenía frente a mi— no se como salía mi voz, si apenas tenia fuerza para hablar.

Trataba de contenerme para no llorar o estampar mi puño en su cara, pero dentro de mi tenía sentimientos encontrados, traición, rabia, impotencia y sobre todo una terrible tristeza.

Mi pecho subía y bajaba con fuerza, en ese momento me costaba respirar, mis palmas me ardían por el choque de mis uñas contra ellas, y mi corazón me dolía.
Nunca llegue a imaginar que esto sucedería, me sentía engañado.

Pensaba que no me daría respuesta, que negaría todo lo que estaba diciendo, que alegaria que eran cosas sin sentido lo que estaba diciendo, sin embargo el voteo hacia mi dirección, me lanzo una mirada fría e intensa que de alguna forma predecían lo que diría y sin mas lo soltó.

—Tú insististe tanto en buscar respuestas, comenzaste a complicar todo, yo te lo advertí y te dije que ella pagaría las consecuencias de que te negaras a lo que te ordenara. —escupió aquel ser, sin alguna pizca de dolor por lo que había hecho. —De igual forma, harás lo que te pido o la sangre de tu madre no será la única que lleve en mis manos.

REGRESA A MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora