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Camille*

Siempre supe que queria ser en la vida,lo tenia muy claro; estudiaria algo referente a reposteria, fue fácil decirdirlo,apezar de que era muy joven cuando lo decidí, mi abuela era la razón tras mi desicion, ella me enseñó una sonrisa y un lindo postre nuevo cada que mis padres discutian, y eso pasaba mucho, tal vez esos postres tan dulces llenaban esos momentos tristes.

Tenia como 7 años cuando mis padres se separaron, ¿el motivo?, mi padre engaño a mi mamá  con su amiga, mi madre sufrio tanto que dejo de prestar atención a los cuidados básico que podria hacer por su hija.

Fue mi abuela la que me cuido por algunos años, crecí con mucho amor en esa casa,  hasta que mi madre volvio a ser capaz de ser autosuficiente , pero no del todo.

Despues regrese a mi casa, pero ya no se sentia como un hogar.

Mi madre nunca supero lo que sucedio, así que solo se enfocó en trabajar y trabajar. Es por eso que no creo tener recuerdos tan lindos de mi infancia mas que discusiones, pero aun asi mi abuela me enseño lo mas importante de la vida.

Sonreir y disfrutar lo que tenemos.

Creo que en el fondo eso marco mi vida, un dia que regresé a mi escuela, me encontre con una niña nueva, no sabia mucho sobre ella, solo que era demasiado delgada y tenia un hermoso cabello negro, ademas del nombre con el que la maestra la habia presentado, lucy.

La veia muy callada, no sonreía, parecía muy triste y tal vez me recordó a mi, cuando lloraba en una esquina de mi habitacion cuando había golpes y peleas en mi casa, en ese instante la entendí y crei que era mejor estar con alguien en esos momentos tristes.

Asi que decidi hablarle, fue muy facil ella se encontraba sola en el descanso, me acerque con una gran sonrisa y le compartí un poco de mi almuerzo  ya que habian pasado unos niños corriendo y tiraron el de ella.

Y ese fue el comienzo de nuestra amistad, nos hicimos una sola, empezamos a compartir momentos juntas, a reir, incluso me cambie de lugar para estar con ella, y poder enseñarle a usar mis colores en sus dibujos, pero el tiempo pasa tan rapido que cuando llego el momento de decidir una universidad, ya sabiamos cual, por que era uno de nuestros sueños.

Al mudarnos a la ciudad, fue dicil pero ambas nos ayudamos a sobrellevarlo, lucy se convirtió en una hermana para mi, una luz en mi camino.

Con el tiempo entendi por que casi no  sonreia, con el tiempo la confianza crecio entre nosotras y me pudo contar su historia, y pasábamos  momentos mas felices juntas, ahora se ve mas alegre, pero una vez al año, la dulce sonrisa que tiene se esfuma de su rostro por completo, es el aniversario del asesinato de su madre.

Lucy*

Las flores me recuerdan lo dulce que mi madre era, ella se encuentra en cada flor creciente en primavera, ya que es la temporada cuando  se fue.

Inevitablemente la fecha llego y decidí  que regresaria solo el fin de semana a mi hogar, mi padre me necesitaba al igual que yo a el.

Me iria  hoy vienes por la tarde, aunque Camille comenzo una tradicion de tardes de películas, ella lo entendia e incluso quiso acompañarme, pero no queria arruinar sus planes.

Asi que me acomode un momento en el balcon a pensar mientras llegaban los chicos para despedirme.

Aveces divago tanto en mi mente que no eacuche cuando tocaron al tiembre y camille salio a abrir, avisando qur  Mia y Alexander  habian llegado.

Alexander llego hasta el balcón, interrumpieron mis pensamientos.

—¿Estas bien?— preguntó susurrante. —No suelo verte tan distante.

—Eso creo— contesté dudosa. Tenia poco que lo conocia y no suelo compartir todos mis asuntos con las personas, soy mas de guardarlo para mi.

—Te veo y se que no es verdad— respondió firme, con su mirada muy fija en mi, incluso senti que podia ver atravez de sus lindos ojos color aceituna.

—Hay cosas que son dificiles de hablar—susurré.

Esto siempre sera dificil para mi, siempre estara roto algo en mi, mis recuerdos comienzan a invadir mi mente.

Sangre, mucha sangre, el olor a monedas por el aire, ella contra la acera.

Nunca se van, es vivirlo, dia a dia, no puedo evitar a llorar, siento que yo pude hacer algo, siento rabia, alguien me la arrebato, nadie pudo salvarla.

—Lo siento, yo no quise…

—No— interrumpí. —No es un buen dia, solo que recordar algunas cosas duelen.

Alexander estaba confundido lo podia notar, pero no me importaba mucho, mis emociones estaban en constante colapso, y el no tenia la culpa.

—No se que este pasando— argumentó mientras se acerccaba.—pero se que las cosas pasan, al igual que el tiempo y habrá algún momento en donde puedas sanar.

—Llegamos — gritaron Mia y Cami del otro lado del balcón.

—Gracias— murmuré para Alexander.

No se en que momento salieron, pero decidí entrar al departamento.

Como perdi un poco la noción del tiempo, me fije la hora en mi móvil, la pantalla marcaba las 5:13 p.m.

—Cami, es un poco tarde y tengo que irme—comenté acercandome a la pequeña sala en donde se encontraban.

—Ire contigo, aunque no quieras, Alexander y Mia nos llevaran a la central, Lucas no pudo llegar, estara por ahí. — señalo Camille.

—Gracias a todos— vocifere ante tan amable gesto.

Mi pantalón comenzo a vibrar anunciando una llamada, lo saque y vi el nombre de mi padre en pantalla.

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—Hola —contesté con mi movil pegado  al  oido.

—Lucy— pronunció angustiado— Algo sucedió.







:( capítulo triste, y vienen peores.

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